A pesar de ser uno de los pilares del modelo económico oficial, la generación de empleo se encuentra estancada desde hace 6 años, situación que se agravó en los últimos meses. Crece el temor a perder el trabajo.
"Un saludo a todos los trabajadores y trabajadoras argentinas. A todos, a los que tienen la inmensa suerte de tener trabajo registrado, a los que todavía no tienen trabajo registrado pero tienen trabajo, en fin, a estaArgentina que ha generado millones y millones de puestos de trabajo", decía Cristina Kirchner en su discurso de la víspera del 1º de mayo.
"Este cuadro todavía no se traduce en mayor desocupación porque hay un proceso de destrucción de empleo formal en el sector privado, dominantemente en la industria y en la construcción, que está siendo compensado por la creación de empleo informal, básicamente a través del cuentapropismo, y de empleo público en los estados provinciales", cuenta Lozano en diálogo con Infobae.
El 53 por ciento de las personas está muy o bastante preocupado por la posibilidad de perder el trabajo, 8 puntos porcentuales más que en marzo.
Es habitual que la Presidente mencione la cantidad de empleos que se crearon durante los gobiernos de ella y de Néstor Kirchner.
Lo que no dice es que de los 4 millones de puestos creados en los últimos 10 años, 3 millones se generaron entre 2003 y 2007, y poco más de 1 millón se creó desde entonces, según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), coordinado por Claudio Lozano, economista y diputado nacional de Unidad Popular.
Este dato explica que la tasa de desocupación haya estado estancada en torno al 7 por ciento desde 2007 a esta parte, sufriendo un ligero aumento del 6,7 al 6,9 por ciento en el último año.
Hasta el propio Antonio Caló, líder de la CGT oficialista, manifestó el 1º de mayo su preocupación por la situación del empleo. "Vienen tiempos difíciles. Hay que cuidar el trabajo", afirmó.
El estancamiento en la generación de empleo
"El 2012 fue, en el mejor de los casos, un año de absoluto estancamiento, de no creación de empleo. Si uno lo compara con los años 2003, 2005, 2006, donde eran centenares de miles los nuevos puestos de trabajo que se creaban, es un contraste muy fuerte", afirma eleconomista Javiar Lindenboim, Director del Ceped e investigador del Conicet, en diálogo con Infobae.
"No me atrevo a decir que entraremos en un ciclo de caída, pero este período de estancamiento o crecimiento lento va a persistir todo este año y quizás un poco más. En 2013 tal vez se cree un poquito más de empleo, pero de 0,7 a 1-1,2. No mucho más", explica a Infobae Ernesto Kritz, economista y director del Área de Estudios Laborales de Poliarquía Consultores.
"Este cuadro todavía no se traduce en mayor desocupación porque hay un proceso de destrucción de empleo formal en el sector privado, dominantemente en la industria y en la construcción, que está siendo compensado por la creación de empleo informal, básicamente a través del cuentapropismo, y de empleo público en los estados provinciales", cuenta Lozano en diálogo con Infobae.
El efecto compensación que está efectuando el empleo público se hizo muy evidente en los últimos meses. Entre enero y septiembre de 2012, la creación de trabajo asalariado registrado fue de 61.872 puestos, a pesar de que se destruyeron 7.520 empleos privadosen esta categoría, según el informe del IPyPP (que está elaborado a partir de estadísticas oficiales).
¿La razón? El estado generó 69.392 puestos de trabajo en el período. Este panorama, si bien se acentuó en los últimos meses, comenzó bastante tiempo atrás, y forma parte de un fenómeno más amplio: el deterioro en la calidad del empleo.
"A pesar de la recuperación económica -dice Lozano-, la calidad del empleo es baja, porqueprácticamente la mitad de la fuerza laboral está fuera del circuito formal: un 34 por ciento de asalariados no registrados, más otro tanto que se encuentra en la informalidad del cuentapropismo y quienes están desempleados".
"También hay un deterioro en el poder adquisitivo por la inflación. El estancamiento y el empeoramiento del cuadro social en Argentina es un dato nuevo en la etapa que se abre con la salida de la convertibilidad desde 2002 en adelante, que comienza a desarmarse a partir de 2007", agrega el diputado.
La vigencia del modelo
"Entre 2003 y 2007 se crearon 2 de cada 3 de los empleos generados a partir de 2003. Desde 2007 hasta ahora, sólo un tercio. Uno de los motivos es la caída de la inversión. En segundo lugar, hay desequilibrios crecientes entre los costos laborales y la productividad del trabajo. En tercer lugar, para los sectores que tienen que competir en el mercado externo hayatraso cambiario", describe Kritz.
"El modelo, para sintetizarlo, implicaba un tipo de cambio competitivo con superávit fiscal y externo. Desde 2007 en adelante estos tres elementos han ido desapareciendo", afirma Lozano.
¿Pero por qué el modelo que aparentemente había sido exitoso hasta 2007 dejó de serlo a partir de ese momento?
"Lo que uno se podría preguntar es qué cambió para que haya habido crecimiento del empleo a la salida de la crisis. Hay dos interpretaciones posibles: una, más apegada a la oficial, aludiría a que en Argentina cambiaron las cosas con tanta profundidad que se reconfiguró un mercado de trabajo con alto dinamismo. Otra indicaría que en realidad no cambió demasiado el funcionamiento económico, sino que como consecuencia del quinquenio recesivo 1998 - 2002, tras la salida de la convertibilidad se produjo un rebote en condiciones extremadamente propicias por el efecto devaluatorio interno y la demanda externa de productos exportables", responde Lindenboim.
"Por eso, más que lo que cambió desde 2007 para acá, estoy más tentado a decir que,como Argentina no cambió estructuralmente después de la crisis, pudo aprovechar la buena situación que la salida de la crisis propició, pero fue algo limitado porque no se cambiaron las cuestiones de fondo", agrega.
"El modelo funcionó en una coyuntura muy particular, que se abrió con la ruptura de la convertibilidad vía devaluación, que produjo una licuación brutal de los costos laborales y maximizó la tasa de beneficio de las empresas. Ese cuadro, sumado a la capacidad ociosa disponible porque la economía estaba paralizada, hizo posible una reanimación del proceso de crecimiento a tasas muy significativas, que empieza a ponerse en cuestión a partir del momento en el que la capacidad ociosa se ocupa, que es entre fines de 2006 y principios de 2007", explica Lozano.
"Entonces comienza a ser visible que la tasa de inversión no había acompañado la tasa de crecimiento ni en términos de magnitud ni en términos de calidad. Consecuentemente, a partir de allí el fenómeno de los precios es lo que va a desarmar la política económica oficial. El modelo que se define inclusivo por la creación de empleo hace rato que ya no existe", agrega.
El fantasma del desempleo
No llama la atención que este estancamiento se haya traducido en mayores preocupaciones por parte de gran parte de la población.
Los miedos, que vienen incrementándose en los últimos años, dieron un salto muy importante entre marzo y abril de 2013, según una encuesta realizada por Poliarquía Consultores (ver documento adjunto).
"Lo que aparece como una preocupación es la posibilidad de perder el empleo, o de que lo pierda algún otro miembro del hogar. Es algo reciente, porque hasta hace no tanto había bastante rotación y muchos dejaban su trabajo por otro mejor", cuenta Kritz, que dirigió el relevamiento.
El 53 por ciento de las personas está muy o bastante preocupado por la posibilidad de perder el trabajo, 8 puntos porcentuales más que en marzo.
La tendencia se acentúa entre los más jóvenes, ya que la preocupación alcanza al 55 por ciento, cuando un mes atrás no superaba el 45.
La encuesta también da cuenta de cierta pérdida de confianza en la capacidad del Gobierno Nacional para revertir la situación, ya que, entre quienes aprueban su gestión, el porcentaje de preocupación ascendió del 35 al 43 por ciento.
"Cuando preguntamos cómo consideran que está la disponibilidad de trabajo, dos tercios dicen que es escasa y que no aparecen muchos empleos disponibles -continúa Kritz. Eso se corresponde con lo que está pasando. La creación total de empleo en 2012 fue de 0,7 por ciento según el Indec".
El 62 por ciento de los consultados opina que la disponibilidad de empleos es escasa. La proporción de los que creen que la situación del mercado de trabajo es positiva disminuyó del 38 por ciento en marzo, al 33 por ciento en abril.
"Es muy difícil que esto se revierta"
"La sensación es que hay un deterioro lento -afirma Lozano. No estamos frente a uno abrupto, como sí tuvimos por ejemplo en 2009, donde la economía cayó 3 o 4 puntos, a pesar de que el Indec no lo reconoció. Pero en ningún caso uno puede tener expectativas de que por el lado del empleo o por el de los ingresos haya sorpresas importantes para los trabajadores".
El mismo panorama avizora Kritz. "Es muy difícil que esto se revierta. La clave es que crezca la inversión, pero no veo demasiadas perspectivas de que en este contexto haya grandes inversiones. Al mismo tiempo, si las empresas deben pagar aumentos salariales en una situación de congelamiento de precios, van a tener mayores dificultades".
"Cuando miro hacia adelante trato de no enredarme en los artilugios que un secretario de comercio puede hacer de la noche a la mañana, y de considerar la ausencia de una política de largo plazo. Es penoso tener esa convicción, pero es la que me surge. Yo no veo en las autoridades nacionales decisión de tocar nada de lo que han venido haciendo hasta ahora, por lo tanto, mi mirada agudiza el pesimismo", afirma Lindenboim.
"En las condiciones en las que está Argentina hoy es inimaginable que haya inversión privada, y las arcas fiscales están cada vez en mayores dificultades para lo poco o mucho que el sector estatal puede hacer en materia de inversión. Por lo tanto las condiciones de creación de empleo están bastante afectadas", concluye.
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