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domingo, 3 de marzo de 2013

Unión visita a Boca en la Bombonera


Tatengues y Xeneixes juegan este domingo a las 20,15 con arbitraje de Néstor Pitana. Sava hace ocho cambios en Unión y Bianchi confirmó a Román Riquelme como titular.

Unión visita a Boca en la Bombonera

Al finalizar el entrenamiento de este viernes, el entrenador de Unión, Facundo Sava, realizó declaraciones a la prensa. En la extensa charla con los diversos medios periodísticos, el “Colorado” dejó interesantes conceptos referidos no sólo a lo futbolístico en la magra campaña del presente Torneo Final, sino que también habló de la situación psicológica que vive el plantel que dirige, y por supuesto, se refirió al próximo compromiso frente a Boca en La Bombonera.

* “Todavía no tenemos definido el equipo, así que habrá que esperar hasta mañana (sábado) para confirmarlo. Si hago muchos cambios es porque ponemos a los que vemos mejor durante la semana. Personalmente no me gusta cambiar mucho, esa es la realidad, y lo demostré tanto en san Martín de San Juan como en lo que llevo como técnico en Unión, no creo que los cambios favorezcan a la identidad del equipo, pero pienso que ahora es necesario y por eso algunos cambios habrá. Tenemos dos suspendidos y a Maidana que no entrenó normalmente por una contractura en el abductor, pero como todavía no hablé con los jugadores no quiero hablar de los posibles cambios”.

* “Muchas veces, como jugador, hubo técnicos que me han dicho: ‘No te veo bien, esta semana vas a descansar, tomate un par de días para despejar la cabeza y la semana que viene volvés con todo’. Generalmente eso me ha dado buenos resultados. Eso es lo que hice ahora con varios muchachos, y lo entendieron perfectamente. Seguramente la semana que viene van a estar mucho mejor, con la posibilidad de volver a jugar el próximo partido o el otro”.

* “Lo que seguiremos haciendo es ir a buscar el partido, como lo venimos haciendo hasta ahora, sin importarnos la cancha, por supuesto que lo que nos pasó en el último partido no era lo que buscábamos y esperábamos, fue algo que nos sorprendió, nos angustió y nos amargó a todos, pero la idea de juego va a seguir siendo la misma”.

* “Nosotros nunca salimos a jugar a esperar al rival, y Boca también tiene mucha presión por ganar este partido, necesita ganarlo tanto como nosotros, por eso creo que vamos a estar con las mismas urgencias los dos equipos. Además ellos son locales, y eso influye”.

* “Yo pienso que los buenos jugadores como Riquelme tienen que estar dentro de la cancha, y para nosotros, como rivales, es un desafío jugar contra los mejores, porque nos obliga a estar mejor que ellos para poder superarlos. Riquelme es uno de los mejores jugadores que ha dado la Argentina en toda la historia. Hay que estar cerca de él y no dejarlo que juegue cómodo, presionándolo continuamente”.

* “Tanto ellos como nosotros tenemos jugadores que son titulares, por ahí no lo son momentáneamente, pero para mi pueden jugar, si no fuese así, no estarían en el plantel, y a Boca le pasa lo mismo. La mayoría ha jugado en la cancha de Boca y sabe lo que se siente, pero nosotros tenemos que concentrarnos en lo que pasa en el campo de juego”.

* “En nuestro equipo todos tienen la obligación de atacar y defender, cuando no tenemos la pelota, debemos ser once jugadores dispuestos a recuperarla, y cuando la tenemos, debemos ser once jugadores dispuestos a tenerla y generar peligro. Como jugador y como entrenador, siempre me gustó arriesgar e ir a buscar los partidos desde el primer minuto, nunca me gustó especular”.

* “Si hubiésemos ganado el primer partido, estaríamos hablando de otra cosa, pero no se pudo dar. Estábamos con mucha ilusión después de la pretemporada y los amistosos que hicimos, pero más que nada la derrota contra Quilmes fue un golpe muy duro, y en los otros partidos también se nos escaparon puntos en los últimos minutos, esas son cosas raras que golpean, no es fácil, yo me pongo en el lugar de los jugadores y hacen un esfuerzo admirable, hace mucho que no se gana y sin embargo entrenan con muchísimas ganas. Es para felicitarlos por la entrega, más allá de que en el último partido no se dieron las cosas”.

* “No sé si es exacto decir falta de actitud, pero es cierto que aparecen temores, dudas, y otras cosas que hacen que un jugador o un equipo no pueda rendir, eso indudablemente repercute en el sentimiento de los jugadores. Se podrían buscar otros términos para definir una circunstancia dentro de un partido. Hay muchas situaciones que hacen que un equipo no pueda desplegar lo que quiere, o que un jugador cometa un error o un técnico se equivoque. Decir actitud es muy amplio, y estar en los pies de los jugadores de Unión, con 26 partidos sin poder ganar, no es sencillo”.

* “Ellos no están cómodos con esta situación, hay muchachos que han jugado toda la vida en este club, que sienten la camiseta, sus familiares están en la cancha y sufren como hinchas y como familia, y eso también les juega en contra, hasta en su vida privada, no queriendo salir de sus casas, quedándose encerrados, y eso no favorece a la comunicación con el exterior, a la creación, porque el encierro te limita, aparece el aburrimiento. Se generan distintas cuestiones, que son las causales de los miedos, dudas, que después se les llama actitud. Es algo complejo pero es bueno analizarlo, porque los jugadores son seres humanos y tienen sentimientos, y por esta situación que están viviendo hace que sufran mucho”.

* “Hoy en día, un club que no trabaja con especialistas en todas las áreas, está dando ventajas. Pienso que Unión tiene que seguir profesionalizándose como lo está haciendo. El psicólogo es una herramienta más que tiene los jugadores, como lo es un kinesiólogo o un masajista, para ayudarlos en distintas situaciones, sobre todo en lo que nos está pasando. Actualmente el jugador lo acepta más que antes. ya no se piensa en que un psicólogo atiende a un loco, y además científicamente está comprobado que da resultado”.

* “Después del partido con Quilmes, en el vestuario de Unión parecía que había muerto alguien. El silencio que hubo durante tanto tiempo nunca lo viví. Sentí que era el peor momento. Después de tanto sentimiento, sufrimiento y llanto, pensé: Ya está, peor no se puede estar”.

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