Lo confirmaron agentes municipales que acudieron por el llamado de una clienta a un local de peatonal Córdoba al 1000. Según los propios empleados del lugar, el baño también está en pésimas condiciones y deben usar el de otro comercio. Analizan el estado de los alimentos.
Agentes municipales clausuraron este viernes una sucursal de una conocida bombonería del centro de Rosario, luego de detectar severas faltas de higiene, entre ellas la presencia de excremento de ratas y murciélagos.
Se trata de un local de la firma Royal que está emplazado en la peatonal Córdoba al 1000, entre Sarmiento y San Martín, donde se venden golosinas, alimentos y bebidas.
En horas de la tarde, personal de la GUM arribó al lugar alertado por el llamado de una clienta. Los desechos de animales podían verse “por todos lados”, inclusive en las góndolas.
Se trata de un local de la firma Royal que está emplazado en la peatonal Córdoba al 1000, entre Sarmiento y San Martín, donde se venden golosinas, alimentos y bebidas.
En horas de la tarde, personal de la GUM arribó al lugar alertado por el llamado de una clienta. Los desechos de animales podían verse “por todos lados”, inclusive en las góndolas.
Susana Dueñas, directora del Instituto del Alimento –que también intervino en el procedimiento–, detalló a la prensa que en el inmueble comercial se constató la falta de controles de plagas, ya que había “deyecciones de varias especies”.
Señaló que también había falencias en la “manufactura de los alimentos que aquí fraccionan” aunque dijo que son “productos de bajo riesgo”.
No obstante, la clausura sobre la sucursal pesará “hasta que se subsanen los inconvenientes y se realicen las obras edilicias que requiere el local” para funcionar dentro de las normas bromatológicas.
En el lugar llamó la atención también el deplorable estado del baño, tanto que algunos de los ocho empleados que estaban presentes en el momento relataron que utilizan otro de un comercio lindero.
Luego del operativo de la Guardia Urbana, personal del Instituto del Alimento procedió a secuestrar mercadería para poder establecer el estado en el que se encontraba.
A raíz de la situación, la GUM se dirigía a otras sucursales de la firma para efectuar inspecciones.
Señaló que también había falencias en la “manufactura de los alimentos que aquí fraccionan” aunque dijo que son “productos de bajo riesgo”.
No obstante, la clausura sobre la sucursal pesará “hasta que se subsanen los inconvenientes y se realicen las obras edilicias que requiere el local” para funcionar dentro de las normas bromatológicas.
En el lugar llamó la atención también el deplorable estado del baño, tanto que algunos de los ocho empleados que estaban presentes en el momento relataron que utilizan otro de un comercio lindero.
Luego del operativo de la Guardia Urbana, personal del Instituto del Alimento procedió a secuestrar mercadería para poder establecer el estado en el que se encontraba.
A raíz de la situación, la GUM se dirigía a otras sucursales de la firma para efectuar inspecciones.
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