La esposa de un ex militar que es defensora del accionar de la última dictadura fue condenada, aunque con prisión en suspenso. Es por pintar sobre los pañuelos de las Madres en la Plaza de Mayo.
Cecilia Pando, esposa de un ex militar que se convirtió en defensora del accionar de la última dictadura, fue condenada hoy a cinco meses de prisión en suspenso en un juicio al que llegó acusada de realizar pintadas sobre los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo dibujados sobre ese histórico paseo.
Además, Pando deberá cumplir un régimen de reglas de conducta durante los próximos dos años y prestar 30 horas de servicio comunitario a favor del Estado o de una institución de bien publico, con el fin de reparar el daño ocasionado.
La sentencia fue dictada por el juez Penal, Contravencional y de Faltas Guillermo Morosi, quien encontró a Pando responsable del delito de "daño agravado por haber sido cometido en bien de uso público".
Mientras se sustanciaba el juicio en un juzgado de la calle Beruti en el barrio de Palermo (Buenos Aires), representantes de organizaciones de derechos humanos se manifestaban con carteles que decían "Los pañuelos no se manchan" y consideraron que se trataba de "una leve condena".
Tanto la defensa como los denunciantes tienen en sus manos la posibilidad de apelar el veredicto, cuyos fundamentos se darán a conocer el miércoles próximo. "Pando fue denunciada porque ella y su asociación realizaron semanalmente protestas en la Plaza de Mayo, que culminaban en la Pirámide de Mayo pintando con crespones negros los pañuelos de las Madres -dijo uno de los jóvenes de la agrupación Hijos-. Consideramos que se pueden manifestar libremente pero que lo hagan en la Pirámide de Mayo y pinten los pañuelos era demasiado".
Este jueves, a través de su cuenta de Twitter y frente a los periodistas, Pando negó las acusaciones en su contra y advirtió que "jamás tachamos un pañuelo, porque respetamos el dolor de las madres".
Los alrededores de la Pirámide fueron declarados sitio histórico por la Ley N 1653 de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y, según establece el Código Penal, el delito de daño agravado prevé una condena de entre 3 meses y 4 años de prisión.
En medio de la reapertura de las causas por delitos de lesa humanidad, Pando, maestra y madre de siete hijos, se hizo conocida en marzo del 2005 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner relevó de su cargo al obispo castrense Antonio Baseotto.
Baseotto había recurrido a una cita bíblica que indica que "quienes escandalizan a los niños" merecen "ser arrojados al mar con una piedra de molino atada a su cuello", en directa relación al entonces ministro de Salud, Ginés González García, que se había pronunciado a favor de la despenalización del aborto.
En aquel momento, Pando escribió una carta enviada al diario La Nación rechazando la decisión del kirchnerismo sobre Baseotto. De inmediato, su esposo, Pedro Mercado, fue sancionado con un arresto de veinte días.
En ese marco, Pando siguió haciendo declaraciones públicas y en diciembre de 2005 Mercado fue pasado a retiro dentro del Ejército por "afectar la ética profesional y los valores esenciales de la institución" mediante una "conducta omisiva".
Desde aquel momento, Pando pasó a ser activista de derecha conservadora que defendió el accionar contra la subversión y formó una la "Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina" que consideraba "presos políticos" al personal militar y de seguridad juzgado por su accionar entre 1976 y 1983. Antes de entrar a la audiencia, Pando aseguró que "a las Madres de Plaza de Mayo no les toqué ni un solo pañuelo" y afirmó que "no sabía" que la acera en torno a la Pirámide de Mayo con las pinturas de los pañuelos "era un sitio histórico".
"En todo caso le tengo que pedir disculpas a la Justicia porque no sabía. A la Justicia, porque a las Madres de Plaza de Mayo no les toqué nada", amplió.
La mujer aseguró que en ocasiones "hay algún ’sacado’ que dice ’pintemos el pañuelo’, y yo digo ’no, no lo voy a aceptar porque forma parte de la historia, y tenemos que contarla toda y mirar hacia adelante’
Además, Pando deberá cumplir un régimen de reglas de conducta durante los próximos dos años y prestar 30 horas de servicio comunitario a favor del Estado o de una institución de bien publico, con el fin de reparar el daño ocasionado.
La sentencia fue dictada por el juez Penal, Contravencional y de Faltas Guillermo Morosi, quien encontró a Pando responsable del delito de "daño agravado por haber sido cometido en bien de uso público".
Mientras se sustanciaba el juicio en un juzgado de la calle Beruti en el barrio de Palermo (Buenos Aires), representantes de organizaciones de derechos humanos se manifestaban con carteles que decían "Los pañuelos no se manchan" y consideraron que se trataba de "una leve condena".
Tanto la defensa como los denunciantes tienen en sus manos la posibilidad de apelar el veredicto, cuyos fundamentos se darán a conocer el miércoles próximo. "Pando fue denunciada porque ella y su asociación realizaron semanalmente protestas en la Plaza de Mayo, que culminaban en la Pirámide de Mayo pintando con crespones negros los pañuelos de las Madres -dijo uno de los jóvenes de la agrupación Hijos-. Consideramos que se pueden manifestar libremente pero que lo hagan en la Pirámide de Mayo y pinten los pañuelos era demasiado".
Este jueves, a través de su cuenta de Twitter y frente a los periodistas, Pando negó las acusaciones en su contra y advirtió que "jamás tachamos un pañuelo, porque respetamos el dolor de las madres".
Los alrededores de la Pirámide fueron declarados sitio histórico por la Ley N 1653 de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y, según establece el Código Penal, el delito de daño agravado prevé una condena de entre 3 meses y 4 años de prisión.
En medio de la reapertura de las causas por delitos de lesa humanidad, Pando, maestra y madre de siete hijos, se hizo conocida en marzo del 2005 cuando el entonces presidente Néstor Kirchner relevó de su cargo al obispo castrense Antonio Baseotto.
Baseotto había recurrido a una cita bíblica que indica que "quienes escandalizan a los niños" merecen "ser arrojados al mar con una piedra de molino atada a su cuello", en directa relación al entonces ministro de Salud, Ginés González García, que se había pronunciado a favor de la despenalización del aborto.
En aquel momento, Pando escribió una carta enviada al diario La Nación rechazando la decisión del kirchnerismo sobre Baseotto. De inmediato, su esposo, Pedro Mercado, fue sancionado con un arresto de veinte días.
En ese marco, Pando siguió haciendo declaraciones públicas y en diciembre de 2005 Mercado fue pasado a retiro dentro del Ejército por "afectar la ética profesional y los valores esenciales de la institución" mediante una "conducta omisiva".
Desde aquel momento, Pando pasó a ser activista de derecha conservadora que defendió el accionar contra la subversión y formó una la "Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina" que consideraba "presos políticos" al personal militar y de seguridad juzgado por su accionar entre 1976 y 1983. Antes de entrar a la audiencia, Pando aseguró que "a las Madres de Plaza de Mayo no les toqué ni un solo pañuelo" y afirmó que "no sabía" que la acera en torno a la Pirámide de Mayo con las pinturas de los pañuelos "era un sitio histórico".
"En todo caso le tengo que pedir disculpas a la Justicia porque no sabía. A la Justicia, porque a las Madres de Plaza de Mayo no les toqué nada", amplió.
La mujer aseguró que en ocasiones "hay algún ’sacado’ que dice ’pintemos el pañuelo’, y yo digo ’no, no lo voy a aceptar porque forma parte de la historia, y tenemos que contarla toda y mirar hacia adelante’
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