Tatengues y Piratas juegan este domingo desde las 17,30 con arbitraje de Diego Ceballos. Pumpido ratificó el equipo con el retorno al 4-4-2 y mete 5 cambios: Bianchi, Míguez, Lugo, Chiapello y Jara ingresarán por Mazacotte, Montero, Alemán, Cavallaro y Núñez.
“Necesitamos ganar un partido, como sea, pero ganar un partido”. La frase fue repetida por Pumpido hasta el cansancio, pero podría adosarse a cualquier jugador, dirigente o hincha de Unión. Van once fechas y la victoria no llega. Los tiempos se consumen y las urgencias se acrecientan. Unión ya ha empezado a jugar el partido contra sí mismo, contra los rivales de turno y contra los comprometidos en la tabla de promedios, varios de los cuales le han sacado ya una ventaja apreciable que resultará difícil de remontar.
Mientras los sanjuaninos se despertaron de la mano de Perrone y consiguieron tres victorias y dos empates en los últimos cinco partidos, o Independiente acumula cinco victorias consecutivas (tres por el torneo Inicial y dos por la Sudamericana), Unión no encuentra ese triunfo que ponga por fin un punto de inflexión a la campaña.
Después de haber caído ante San Martín, Pumpido volvió a tocar y bastante al equipo. Lo primero que resolvió es el retorno al 4-4-2 (Cavallaro había sido media punta con San Martín, apostando a la presencia de un solo delantero neto). Y luego, introdujo cinco modificaciones en la alineación, las cuales fueron ratificadas en la práctica de la víspera.
Con Bruno Bianchi por Mazacotte, busca más marca por el costado derecho. De esta manera, tratará de cubrirse de las subidas de Jorge Velázquez, uno de los volantes laterales más ofensivos del fútbol argentino. Incluso, algo de eso también buscará por izquierda, con un Lugo que jugará por primera vez como titular y tapará la salida por derecha de Zapata, uno de los jugadores más importantes que tiene Belgrano a la hora del manejo de la pelota.
“Tenemos que ser ordenados”, dijo Pumpido en el encuentro semanal con la prensa. Eso significa disciplina táctica constante y no dejarse avasallar por un rival que tratará de hacer valer su condición de local en un estadio que seguramente estará repleto. Matías Donnet tendrá libertades y Míguez será el cinco que acompañará a la dupla ofensiva.
A propósito, Chiapello tendrá la ocasión de arrancar. El longilíneo delantero entró de a ratos y a Pumpido lo conformó. Por eso apuesta a su capacidad goleadora en un sector del equipo conflictivo por la falta de respuestas de aquellos que tienen la chance de jugar más que el pibe de las inferiores rojiblanca.
Perafán no reaccionó convenientemente en el primer gol ante los sanjuaninos, pero es un arquero que le ha dado confianza a Pumpido y por eso lo ratifica. Luego, en la defensa sólo llega el retoque por derecha, posiblemente para cubrir una posibilidad ofensiva importante del rival y no tanto porque Mazacotte —el que sale— haya jugado un mal partido. Sin dudas que Unión no es hoy un equipo confiable para defender, pero mucho se ha trabajado para que al menos se pueda mantener el cero en el arco propio, con lo cual crecerán las chances de conseguir lo que se busca: sumar de a tres.
El partido es complicado como cualquiera de los que juega Unión. Pero es hora de ponerle una bisagra a la campaña y que este equipo empiece a demostrar que tiene con qué defender algo que tanto costó conseguir. Unión no se puede dar el lujo de despilfarrar la permanencia en Primera luego de los ocho años difíciles que pasó en la B. El terreno que se perdió es importante, pero aún faltan 27 partidos y es tiempo suficiente para cambiar la historia.
Mientras los sanjuaninos se despertaron de la mano de Perrone y consiguieron tres victorias y dos empates en los últimos cinco partidos, o Independiente acumula cinco victorias consecutivas (tres por el torneo Inicial y dos por la Sudamericana), Unión no encuentra ese triunfo que ponga por fin un punto de inflexión a la campaña.
Después de haber caído ante San Martín, Pumpido volvió a tocar y bastante al equipo. Lo primero que resolvió es el retorno al 4-4-2 (Cavallaro había sido media punta con San Martín, apostando a la presencia de un solo delantero neto). Y luego, introdujo cinco modificaciones en la alineación, las cuales fueron ratificadas en la práctica de la víspera.
Con Bruno Bianchi por Mazacotte, busca más marca por el costado derecho. De esta manera, tratará de cubrirse de las subidas de Jorge Velázquez, uno de los volantes laterales más ofensivos del fútbol argentino. Incluso, algo de eso también buscará por izquierda, con un Lugo que jugará por primera vez como titular y tapará la salida por derecha de Zapata, uno de los jugadores más importantes que tiene Belgrano a la hora del manejo de la pelota.
“Tenemos que ser ordenados”, dijo Pumpido en el encuentro semanal con la prensa. Eso significa disciplina táctica constante y no dejarse avasallar por un rival que tratará de hacer valer su condición de local en un estadio que seguramente estará repleto. Matías Donnet tendrá libertades y Míguez será el cinco que acompañará a la dupla ofensiva.
A propósito, Chiapello tendrá la ocasión de arrancar. El longilíneo delantero entró de a ratos y a Pumpido lo conformó. Por eso apuesta a su capacidad goleadora en un sector del equipo conflictivo por la falta de respuestas de aquellos que tienen la chance de jugar más que el pibe de las inferiores rojiblanca.
Perafán no reaccionó convenientemente en el primer gol ante los sanjuaninos, pero es un arquero que le ha dado confianza a Pumpido y por eso lo ratifica. Luego, en la defensa sólo llega el retoque por derecha, posiblemente para cubrir una posibilidad ofensiva importante del rival y no tanto porque Mazacotte —el que sale— haya jugado un mal partido. Sin dudas que Unión no es hoy un equipo confiable para defender, pero mucho se ha trabajado para que al menos se pueda mantener el cero en el arco propio, con lo cual crecerán las chances de conseguir lo que se busca: sumar de a tres.
El partido es complicado como cualquiera de los que juega Unión. Pero es hora de ponerle una bisagra a la campaña y que este equipo empiece a demostrar que tiene con qué defender algo que tanto costó conseguir. Unión no se puede dar el lujo de despilfarrar la permanencia en Primera luego de los ocho años difíciles que pasó en la B. El terreno que se perdió es importante, pero aún faltan 27 partidos y es tiempo suficiente para cambiar la historia.
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