Sin embargo, el domingo pasado, ese bache que tanto los enfada, les generó una sonrisa.
Alguien, en absoluto anonimato, colocó un sillón en el centro. “Hay varias interpretaciones en el barrio. Algunos dicen que es para que se siente el intendente en el trono. Otros para advertirle a los conductores que circulen con cuidado...
Lo cierto es que ese sillón en el medio del bache causa risa y todo el mundo lo mira”, dijo un comerciante, quien, más allá del chiste, pidió, por favor, que reparen el problema de una vez por todas.
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