Debido a la situación de la Fragata Libertad, y frente al reclamo de un grupo acreedores, el canciller Héctor Timerman encabezó el viernes una reunión diplomática en el país africano para analizar la situación del buque.
El titular del Palacio San Martín y su colega sudafricana, Maite Nkoana-Mashabane, se juntaron este viernes en la ciudad de Pretoria para analizar el intento de un grupo de acreedores de embargar la Corbeta Espora, un buque de guerra argentino que actualmente está siendo reparado en Ciudad del Cabo.
De este modo, y al cumplirse un mes de la retención de la Fragata Libertad en Ghana por una demanda de acreedores internacionales, Argentina busca evitar que corra la misma suerte la Corbeta Espora, anclada en Suráfrica por un problema técnico.
"Según la ley internacional, estos barcos no pueden ser embargados", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores argentino en Pretoria, donde participa en una comisión binacional para impulsar los nexos con Sudáfrica.
Timerman confía en que se "aplicará la ley" y que la corbeta Espora, amarrada en Ciudad del Cabo por un problema técnico, no será embargada. Aunque Nkoana-Mashabane admitió que el riesgo existe.
Ambos cancilleres analizaron durante dos días las relaciones bilaterales y regionales. Los encuentros se realizaron durante el jueves y viernes, como parte de los acuerdos firmados en Nueva York en 2005 por la Comisión Binacional Argentina-Sudáfrica.
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