En el marco de un convenio
firmado entre la oficina de Derechos Humanos, el Ente Turístico y la
Cámara Hotelera-Gastronómica se capacitará a los empleados de los
alojamientos de la ciudad sobre los métodos de captación para la trata y
explotación sexual. Pichincha y las cercanías a la Terminal de Ómnibus,
las zonas donde se trabajará fuertemente para prevenir este delito.
Quien ha viajado por algunos países de América Latina, se ha
encontrado al bajar de un avión, un colectivo o un tren con algunos
carteles que advierten: "Tener sexo con un niño es delito”, “En este
país se cuida a los niños”, "No a la explotación sexual". Este mal
llamado turismo es perseguido en todo el mundo y desde hace muchos años
se desparramó en distintos países de la región –Brasil, Costa Rica,
Colombia, Perú, República Dominicana– hasta llegar a Argentina.
Preocupados por la expansión de esta práctica, que hace mella sobre todo
en las ciudades con ciertos atractivos recreativos, culturales y
geográficos, la Oficina de Derechos Humanos, de la Municipalidad de
Rosario lanzó la campaña “Rosario Turística, sin Trata de Personas ni
Explotación Sexual”.
La iniciativa –que surge como un aporte a la prevención y sanción de los delitos de trata de personas y explotación sexual y asistencia a sus víctimas– apunta a sostener un trabajo articulado entre esa oficina, el Ente Turístico Rosario (ETUR) y la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar). A través de ella se crea una red de participación y compromiso con los 63 hoteles asociados a la Aehgar y los 86 locales gastronómicos. Además, un equipo de organizaciones sociales y de género asesorará en la temática.
“A nivel internacional, los hoteles, son uno de los principales lugares donde se lleva adelante la epxlotación sexual de mujeres. Es el espacio donde más se ejerce”, sostuvo Gabriela Sosa, de la Oficina de Derechos Humanos. Teniendo en cuenta que la ciudad cuenta con una importante infraestructura hotelera que fue creciendo en los últimos años, la campaña pretende anclar en esos lugares de tránsito donde anida con frecuencia este tipo de delito.
La idea es sensibilizar a toda la población que pasa por esos alojamientos y locales gastronómicos y de entretenimiento, pero también a los trabajadores de esas empresas. Por eso, se capacitará al personal de los hoteles y restaurantes para que tanto los cargos jerárquicos como los empleados subalternos conozcan cuáles son los métodos de captación de mujeres y sobre todo niñas para la explotación sexual.
"La idea es prepararlos para que estén alerta ante situaciones de este tipo que se puedan dar en algún lugar. Que estén atentos a la documentación que presentan los pasajeros, para saber si hay menores y si se encuentran con una situación sospechosa que cuenten con recursos institucionales para denunciar lo ocurrido", señaló.
En el marco de la campaña –que se lanzará oficialmente el lunes a las 10 en el Salón Carrasco del Palacio Municipal– se entregará folletería informativa y se colocarán carteles en las zonas más sensibles a la problemática, como son las terminales áereas, de buses y los hoteles.
"Se trabajará fuertemente en los lugares que son más atractivos para los turistas, como es la zona de Pichincha, pero también los que están más cerca de la terminal de ómnibus de la ciudad donde hay alojamientos comunes y temporarios y más de una vez se ha detectado el ejercicio de la prostitución ajena sin documentación", concluyó Sosa quien remarcó que son los clientes quienes contribuyen a la multiplicación del delito y por eso la campaña también los tiene como destinatarios.
El turismo sexual, una industria de la prostitución
Lo que por años se denominó de manera incorrecta "turismo sexual" desde hace un tiempo a esta parte –a través del trabajo intenso de Unicef y Ecpat (Red Internacional contra la Prostitución, Pornografía y Tráfico Infantil)– se define como "Explotación Sexual Comercial" infiltrada en el turismo. Porque a veces los viajeros quieren algo más que un paisaje bonito. "Sabemos por la experiencia que tenemos en el campo de los derechos de las mujeres, que lo más requerido a veces por muchos visitantes son las niñas más jóvenes y adolescentes", explicó la titular de la oficina de Derechos Humanos.
Ecpat impulsa lo que se llama Código de Conducta del Sector del Turismo para la Protección de Niños contra la Explotación Sexual Comercial, una iniciativa que nació en Suecia y que en la actualidad apoyan Unicef y la Organización Mundial del Turismo. Esto consiste en la firma de empresas vinculadas al turismo de un convenio en contra de este tipo de delito.
En todo el mundo lo firmaron más de 600 operadores turísticos de 38 países. La Secretaría Nacional de Turismo de Argentina rubricó a mediados de 2008 un acuerdo para promoverlo en el país. A partir de ahí, en los aeropuertos, estaciones de micro, las fronteras del país y otros lugares de tránsito se puede encontrar cartelería que deja en claro que las explotación de menores y mujeres es un delito que está penado.
La iniciativa –que surge como un aporte a la prevención y sanción de los delitos de trata de personas y explotación sexual y asistencia a sus víctimas– apunta a sostener un trabajo articulado entre esa oficina, el Ente Turístico Rosario (ETUR) y la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar). A través de ella se crea una red de participación y compromiso con los 63 hoteles asociados a la Aehgar y los 86 locales gastronómicos. Además, un equipo de organizaciones sociales y de género asesorará en la temática.
“A nivel internacional, los hoteles, son uno de los principales lugares donde se lleva adelante la epxlotación sexual de mujeres. Es el espacio donde más se ejerce”, sostuvo Gabriela Sosa, de la Oficina de Derechos Humanos. Teniendo en cuenta que la ciudad cuenta con una importante infraestructura hotelera que fue creciendo en los últimos años, la campaña pretende anclar en esos lugares de tránsito donde anida con frecuencia este tipo de delito.
La idea es sensibilizar a toda la población que pasa por esos alojamientos y locales gastronómicos y de entretenimiento, pero también a los trabajadores de esas empresas. Por eso, se capacitará al personal de los hoteles y restaurantes para que tanto los cargos jerárquicos como los empleados subalternos conozcan cuáles son los métodos de captación de mujeres y sobre todo niñas para la explotación sexual.
"La idea es prepararlos para que estén alerta ante situaciones de este tipo que se puedan dar en algún lugar. Que estén atentos a la documentación que presentan los pasajeros, para saber si hay menores y si se encuentran con una situación sospechosa que cuenten con recursos institucionales para denunciar lo ocurrido", señaló.
En el marco de la campaña –que se lanzará oficialmente el lunes a las 10 en el Salón Carrasco del Palacio Municipal– se entregará folletería informativa y se colocarán carteles en las zonas más sensibles a la problemática, como son las terminales áereas, de buses y los hoteles.
"Se trabajará fuertemente en los lugares que son más atractivos para los turistas, como es la zona de Pichincha, pero también los que están más cerca de la terminal de ómnibus de la ciudad donde hay alojamientos comunes y temporarios y más de una vez se ha detectado el ejercicio de la prostitución ajena sin documentación", concluyó Sosa quien remarcó que son los clientes quienes contribuyen a la multiplicación del delito y por eso la campaña también los tiene como destinatarios.
El turismo sexual, una industria de la prostitución
Lo que por años se denominó de manera incorrecta "turismo sexual" desde hace un tiempo a esta parte –a través del trabajo intenso de Unicef y Ecpat (Red Internacional contra la Prostitución, Pornografía y Tráfico Infantil)– se define como "Explotación Sexual Comercial" infiltrada en el turismo. Porque a veces los viajeros quieren algo más que un paisaje bonito. "Sabemos por la experiencia que tenemos en el campo de los derechos de las mujeres, que lo más requerido a veces por muchos visitantes son las niñas más jóvenes y adolescentes", explicó la titular de la oficina de Derechos Humanos.
Ecpat impulsa lo que se llama Código de Conducta del Sector del Turismo para la Protección de Niños contra la Explotación Sexual Comercial, una iniciativa que nació en Suecia y que en la actualidad apoyan Unicef y la Organización Mundial del Turismo. Esto consiste en la firma de empresas vinculadas al turismo de un convenio en contra de este tipo de delito.
En todo el mundo lo firmaron más de 600 operadores turísticos de 38 países. La Secretaría Nacional de Turismo de Argentina rubricó a mediados de 2008 un acuerdo para promoverlo en el país. A partir de ahí, en los aeropuertos, estaciones de micro, las fronteras del país y otros lugares de tránsito se puede encontrar cartelería que deja en claro que las explotación de menores y mujeres es un delito que está penado.
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