Presidida por el ex concejal
Fernando Rosúa, aglutina a técnicos y profesionales que apoyan el
proyecto nacional, con la intención de generar ideas para un gobierno
local.
Como conocedor de la gestión de
gobierno, Fernando El Chino Rosúa sabe la imperiosa necesidad de formar
equipos de trabajo en distintas áreas para encarar los problemas de la
ciudad y la provincia. Desde hace tres años, como presidente de la
Fundación Igualar, que funciona en Mendoza 909, aglutina a
"profesionales y técnicos enmarcados en el proyecto nacional para
trabajar cuestiones de la ciudad, la región y la provincia". Los equipos
se abocan a temas de urbanismo, salud, educación, seguridad, vivienda,
temas sociales y reforma constitucional, con el objetivo de "aportar a
profundizar el proceso político nacional en objetivos para la ciudad y
la provincia". Desde esa experiencia, considera que la prioridad es
provocar "un shock de igualación, con ocho o diez años de inversión en
los sectores más vulnerables". Para Rosúa, "la madre de todos los
problemas es la brecha de desigualdad social, con situaciones
irresueltas como el acceso al agua potable, la energía eléctrica, el
agua, las cloacas, y las miles de personas que viven en situaciones
terribles sin protección alguna contra el frío, por ejemplo".
Rosúa planteó que "este panorama se agravó por políticas neoliberales
y la inercia de las políticas del socialismo que no revirtieron, y sí
profundizaron, la desigualdad". Desde su formación profundamente
peronista, subraya que "la inseguridad se combate con justicia social",
al tiempo que alerta: de no achicarse la brecha, "el conflicto social se
va a complicar, la cosa se va a poner muy grave".Ex concejal, Rosúa fue también director del Servicio Penitenciario y de Seguridad Comunitaria durante el gobierno de Jorge Obeid. Actualmente, milita en el Movimiento Evita. Pero, aclara, la Fundación cobija a un espectro más amplio de militantes identificados con el proyecto nacional.
Desde la Fundación, plantean cuatro políticas centrales para provocar el shock de igualación: infraestructura y servicios para todos, vivienda, una fuerte política de contención a niños y adolescentes y el control de la política preventiva desde la Intendencia.
Sobre el primer punto, Rosúa señala que se deben universalizar servicios como agua, cloacas y pavimento, al tiempo que cuestiona que haya 1600 cuadras listas para pavimentar y no se haga. "El cordón cuneta iguala", afirmó sobre las obras de infraestructura urgentes. Además, plantea el déficit de 60 mil viviendas en la ciudad, de las cuales 30 mil pertenecen a asentamientos precarios. "Mucha gente empieza a tener trabajo, pero no puede dar el salto de calidad de vida que significa acceder a su vivienda", puntualiza.
Una prioridad que se hace evidente en la sucesión de violencias de y hacia niños y adolescentes es la fuerte necesidad de contención. "Lo más grave es que la única salida que tenga el pibe que estuvo fuera del circuito educativo y de todo tipo de inclusión social sea el narcotráfico", apuntó Rosúa, que también subrayó la necesidad de poner la policía de prevención bajo el dominio de la intendencia rosarina. "La conducción de una fuerza como la policía no puede estar lejos, se debe desplegar una estrategia de pinzas, con la organización comunitaria por un lado y un poder político que siga de cerca de la fuerza", consideró. Para el militante kirchnerista, "no se puede tener un funcionario político que conduzca una fuerza de 15 o 18 mil hombre. Estando encima, es más fácil controlar, y separar a quiénes se desvíen".
Para llevar adelante esas propuestas, la Fundación Igualar se concentra en tres ejes: el diseño de políticas públicas --"dirigida a compañeros del espacio nacional y popular que asuman responsabilidades de gobierno"--, y las herramientas técnicas para las organizaciones de sectores populares con proyectos y asesoramientos. "Apuntalamos el empoderamiento y la organización de los sectores populares. Articulamos en lo territorial con el Movimiento Evita", afirmó Rosúa.
Pero además, la Fundación Igualar tiene intención de tallar en la disputa ideológica, como una "herramienta de lucha en el territorio", y también para influir en el debate público. Los sábados, por ejemplo, desarrollan un ciclo de economía desde una perspectiva nacional y popular. Otro proyecto que tiene entusiasmado a Rosúa es el programa de televisión Distrito Cero --"que pronto saldrá al aire"--, con el objetivo de mostrar zonas de la ciudad que hoy permanecen invisibles.
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