El caso ocurrió en el Colegio Parroquial de esa localidad. El chico tenía el arma en su mochila. Dijo que temía que “lo maten”. Directivos suspendieron las clases.
El director del establecimiento, Horacio Gonzáles, explicó que se trata de un chico que actuó de esa manera “por temor a amenazas que se generaron en un barrio, en un ámbito determinado, pero no dentro de la escuela”.
El directivo expuso que junto con el secretario de la institución fueron los que se encontraron con la situación porque “el alumno ingresó al local escolar con una mochila que nunca tiene y que estaba en situación sospechosa”, entonces deciden ver lo que traía dentro de la mochila.
Al revisarla se encontraron con el arma, un revólver calibre 22 corto. “Pero no fue que exhibió el arma sino que gracias a un seguimiento que hacemos, un acompañamiento de la conducta escolar, vemos en este chico de 14 años algunas conductas que nos llamaban la atención”, expresó Gonzáles.
Entonces, relató, trajimos al alumno a dirección y empezamos a preguntarle qué fue lo que pasó: “Estaba conmocionado, muy nervioso, lloraba: llamamos a su madre que asistió enseguida. No se minimizó el tema porque es una situación gravísima pero por ello tampoco vamos a dejar fuera a un alumno que necesita, por sobre todas las cosas, de contención”.
Por miedo
Al ser abordado, el menor respondió que fue “por miedo porque había recibido varias amenazas de que a la salida de la escuela lo iban a agarrar y le iban a pegar. Tenía un arma en su mochila, que no tenía municiones, era antigua, en desuso, que no fue utilizada y tampoco era fruto de un robo. En todo momento el chico dijo que llevó el arma por miedo a las amenazas de una barrita que lo esperaría a la salida de la escuela”, agregó.
“No queremos que se lo etiquete y quede expulsado del sistema y que las consecuencias puedan ser mucho peores” porque además, “llorando dijo que tenía tanto miedo de que lo maten que por eso trajo eso para poder defenderse, para poder asustarlos”, reveló el director que confesó el alumno.
Al mismo tiempo, Gonzáles valoró que “todos los compañeros coinciden en que este niño, porque es un niño, tiene que seguir en la escuela, que no es peligroso y que el arma no la iba a utilizar dentro del colegio. No es un alumno agresivo, es buen compañero”.
Como escuela nos vimos obligados a suspender las clases porque entre todos los docentes teníamos que encontrar respuestas a preguntas que muchas veces nos hacemos sobre estas particularidades y sobre las que la sociedad no toma conciencia, aseguró.
Aclaró que el tema no es menor, es alarmante y nos tiene que preocupar y convocar porque nuestros jóvenes están inmersos en esta sociedad donde pasan estos hechos de violencia y donde los adultos miramos para otro lado y no nos hacemos cargo.
BULLYING
Para el director del Colegio Parroquial de Vera, Horacio Gonzáles, se trató de un claro caso de bullying (intimidación). Esta denominación adquiere el acoso escolar también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar.
Se diagnostica así a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares, según puede extraerse de sitios especializados.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar, y una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.
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