Más de 25 mil personas se
movilizaron ayer hasta el Monumento a la Bandera, en otro aniversario
del golpe militar de 1976. Mañana se conocerán las condenas para un
grupo de represores juzgados por terrorismo de Estado en el marco de la
causa Díaz Bessone. La inmensa columna compuesta por organizaciones
políticas, sindicales, estudiantiles y culturales estuvo encabezada por
la Madres de la Plaza 25 de Mayo, y seguida por organismos defensores de
derechos humanos como H.I.J.O.S, Familiares, APDH y otros.
Más de 25 mil personas
marcharon ayer uniendo la plaza San Martín con el Monumento a la
Bandera, para repudiar el golpe de estado de 24 de marzo de 1976. El
acto central contó con un homenaje a las Madres de Plaza 25 de Mayo, en
el que se recordó con su nombre a cada una de las militantes
desaparecidas, junto al Obispo Metodista Federico Pagura. "Queremos
rendirles un profundo homenaje a nuestras queridas compañeras que fueron
secuestradas estando embarazadas, esas jóvenes Madres a quienes también
les arrebataron el más preciado tesoro, que son los hijos, como botín
de guerra, conjuntamente con jueces partícipes de la barbarie, para
cambiarles su identidad", rezaba el texto leído por Peti Luna de
Familiares. El documento tuvo un párrafo duro contra "los cipayos y
traidores de turno, que siguen presionando hoy a la democracia con una
vocación destituyente. Son los mismos que se sienten representados con
la prensa del grupo Clarín, en manos de este personaje siniestro llamado
Magnetto, responsable de la compra espuria de Papel Prensa. Esa misma
prensa que osó ponerle el mote de locas a ustedes, mientras convalidaba
los crímenes del terrorismo de Estado en favor de los monopolios
económicos y la oligarquía terrateniente, representada por la Sociedad
Rural, con la participación de la iglesia católica Argentina, que aun
hoy no quiere entregar los archivos secretos de la represión, que fueron
dados en custodia por los generales de la dictadura". Estaban presentes
las Madres Norma Vermeulen, Elsa Masa, Matidel Toniolli y Lila de
Forestello.
Luego fue el turno del documento consensuado con las organizaciones
que exigió "la vigencia irrestricta de los derechos humanos: Acceso al
trabajo digno, a la vivienda, a la vejez, a la organización gremial, a
la salud y educación públicas y gratuitas, a la infancia plena". Y
reinvindicó "condiciones laborales y salarios dignos para todos los
trabajadores", así como "la distribución de la riqueza" y el "destierro
de las políticas de mano dura,como la baja de la imputabilidad que son
un atentado contra la niñez y la adolescencia, así como el hambre de
nuestros pibes, que debe ser considerado un crimen".El texto tampoco ahorró críticas sobre la seguridad: "Hoy la juventud en los barrios viene siendo víctima de la connivencia entre el poder político, la policía y el narcotráfico. Como tantos otros, a comienzos de 2012 fueron asesinados Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez; "el Jere", "el Mono" y el Patón", tres jóvenes militantes del Frente Popular Darío Santillán" al que pertenecía la madre de uno de ellos que leyó este tramo del documento.
Un aparte merecieron "los asesinatos de Cristian Ferreyra del Mocase; Mariano Ferreyra; de la comunidad La Primavera de Formosa" -entre otros- que nos obligan a repudiar toda respuesta represiva contra las luchas populares".
El documento repudió también "los actos de espionaje contra toda organización social, gremial, política y popular." Y rechazó "toda ley que reprima la protesta social, o deje al libre albedrío de los jueces o al uso discrecional de los mismos la interpretación de supuestos actos terroristas que deban ser reprimidos". Como la llamada ley antierrorista
Un signo distintivo del acto fue la participación de un ex combatiente de Malvinas que denunció "el desastre que la dictadura realizó en las islas, donde centenares de jóvenes también murieron heroicamente a pesar de la traición de los genocidas".
El reclamo de la aparición con vida de Jorge Julio López y el homicidio en Santa Fe de la sobreviviente de la dictadura, y declarante en la causa Brusa, Silvia Suppo, nos hacen poner la lupa sobre la responsabilidad del Estado en la protección de los testigos", también fueron parte de los reclamos.
Solo una pequeña porción de los manifestantes se quedó en la Plaza 25 de Mayo. Eran militantes de la Corriente Clasista y Combativa, y agrupaciones menores de izquierda que realizaron su propio acto en Plaza 25 de Mayo, en disconformidad con el documento, que en verdad resulto verdaderamente crítico.
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