El plenario de la CGT había
anunciado una protesta que este viernes quedó sin efecto a la espera de
una reunión. Desde el sector empresario no confirmaron el encuentro y
dicen que no tenían apoyo.
Finalmente, cuando la sangre
iba a llegar al río y el conflicto en las terminales portuarias del
Cordón parecía inminente, se abrió una instancia de negociación que
evitó que el plenario de la CGT San Lorenzo pusiera fecha para el inicio
de un paro por tiempo indeterminado en demanda de un básico de 6.200
pesos para todos los empleados de las aceiteras.
Durante la tarde un representante de la
Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina se comunicó
con José Luis Aguirre, titular de la central del Cordón y esto, a la
postre, evitó el lanzamiento de la medida.
En esa comunicación se convino que el
próximo miércoles a las 9, tanto la conducción cegetista como los
representantes de los gremios incluidos en el Convenio Oleaginoso
Portuario Agroexportador (Copa) comenzarán una minuciosa rueda de
negociaciones y sólo falta resolver el lugar en el que se realizaría el
encuentro.
No obstante, desde el sector empresario
negaron anoche el encuentro del miércoles y lanzaron en off una
explicación distinta a lo ocurrido ayer. "El paro tantas veces
programado -ya van tres anuncios- no se hace ahora ni nunca. Creo que en
realidad no tenían el apoyo de la CGT, y sin ese respaldo no saben qué
hacer".
Este conflicto se reactualizó ahora
porque el 30 de marzo venció la vigencia del convenio a partir del cual,
y luego de un durísimo conflicto, la CGT San Lorenzo logró un básico de
cinco mil pesos para todos los trabajadores de las terminales
portuarias, independientemente del convenio gremial que los encuadre.
Este año la central sindical le
comunicó, tanto a las cámaras empresariales como a las empresas y a los
gobiernos nacional y provincial un nuevo planteo: un básico de 6.200
pesos para todo el universo laboral que se desempeña en el polo
cerealero de la región.
Sin embargo, desde el sector privado
informaron en principio que ese planteo debería resolverlo el gobierno y
esperaron una intervención estatal que nunca llegó.
Inesperado. Incluso
cuando el conflicto era inminente, la intervención de la Ciara evitó una
medida de fuerza que indudablemente de realizarse complicaría muchísimo
el inicio de la campaña 2012.
Horas antes del plenario el malestar
gremial era evidente tanto con el sector privado como con las
autoridades gubernamentales, hasta que llegó el llamado que descomprimió
la situación: "Quiero destacar la predisposición al diálogo de la
Ciara, y ante esto no podemos menos que sentarnos a negociar", sostuvo
Aguirre y agregó: "El plenario de la CGT ratificó las medidas de fuerza
pero suspendimos su lanzamiento en función de dar una señal muy concreta
de nuestro compromiso con mantener la paz social en este Cordón".
Por su parte, el gremialista destacó
que "queremos dejar en claro que todo acuerdo al que lleguemos tendrá
vigencia a partir del 1º de abril, más allá del tiempo que demanden las
negociaciones".
En enero de 2011, para apuntalar su
reclamo de un sueldo básico de cinco mil pesos para todos los
trabajadores de los puertos aceiteros del Cordón, la CGT comenzó un paro
que incluyó bloqueos en todos los puertos agroexportadores, medida que
logró paralizar toda la actividad de la zona como nunca antes había
ocurrido.
Ahora, parece haber cambiado algo, ya que ante el mismo escenario optó por no iniciar medidas y abrirse al diálogo.
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