El senador Eduardo Rosconi, autor de la ley para pasar las causas de narcomenudeo a la justicia provincial que esta semana obtuvo media sanción, confió en que "alguna vez haya policías honestos" para investigar el delito.
El mismo día que la justicia federal y la Policía Federal descubrieran la mayor cocina de cocaína del país en Funes, y quedaba al descubierto el amparo de la policía santafesina, el Senado aprobaba que sea justamente esta fuerza la que investigue las causas menores por drogas (ver página 2). El mentor de la norma ha marcado a fuego la ley con su nombre: Ley Rosconi. Se trata del senador de departamento Caseros, Eduardo "Chicato" Rosconi, que en un diálogo con este cronista aseguró: "El poder se lo quiero a dar a los fiscales, y no a la policía", a la que asumió como un problema: "Algún día habrá policías honestos".
Curiosamente, el gobierno provincial incluyó este punto para discutirlo el próximo martes en el Consejo de Seguridad Provincial, cuando el propio gobernador Antonio Bonfatti lo había descartado, avalando la postura de su ministro de Justicia Juan Lewis.
En diálogo con Rosario/12, Rosconi cacareó un discurso repetido: la venta minorista de drogas. "Estamos preocupados porque en este país la droga no es de paso, se instaló y se produce y se comercializa, como se vio en Funes. Tenemos pueblos de 300 habitantes donde se vende droga, y como está la situación hoy hay que hacer algo", dijo, autoestimulándose a actuar.
"En Rosario hay 4 juzgados federales y acá no llegan. Y nos vienen a ver los vecinos que denuncian al que vende droga. Esto nos genera una impotencia porque no tenemos donde ir a hablar. No podemos ir a la policía porque nos dicen que eso lo tenemos que hablar con el juzgado federal". Y lamentó, "encima a los procedimientos en los que la policía actúa los invalidan por formalidades que vio el fiscal o el juez federal", como si la torpeza o la mala fe policial debiera ser pasada por alto por los jueces federales.
Para Rosconi, hay que aprovechar "el nuevo sistema procesal penal, que va a poner en cada distrito un fiscal titular y uno adjunto, así que vamos a tener cerca de 100 fiscales".
-¿Por qué le parece entonces que el jefe de los fiscales Julio De Olazábal lo rechaza?
-Bueno, pero yo no quiero decir "no se puede". ¿Qué hacemos con esto entonces? ¿Por qué no se puede, por qué se va a recargar a la justicia provincial si va a ver más fiscales?
-Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, en una década de aplicación, esta ley fracasó. ¿Porqué traerla a Santa Fe?
-No es un fracaso, porque el fiscal regional Baclini piensa que hay que intentarlo, como Entre Ríos y Córdoba.
-Quienes se oponen dicen que le da un poder enorme a la policía provincial que va a terminar corrompiéndola aún más.
-No, no, no. Por favor, porque la policía va a depender del fiscal. Creo que en un momento determinado tenemos que confiar en la policía. Lo que quiero es la inmediatez.
-¿Usted cree que la actual policía puede hacerlo honestamente?
-Es capaz de perseguir delitos menores de drogas si está conducida políticamente, como corresponde, y que tengan un fiscal a cargo.
-¿Por qué quiere darle ese poder a la policía santafesina?
-Hoy la justicia federal está muy lejos del narcomenudeo. Sino, fijese lo que hizo el juez (Juan Carlos) Vienna.
-Metió presos a media docena de policías que negociaban con bandas narco. ¿Esta misma fuerza puede tener el poder que ustedes le quieren dar?
-No, yo quiero darle el poder a los fiscales. En la policía se crearán cuerpos especiales, y en algún momento tendremos policías honestos. ¿O no?
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