Dos hechos marcaron este viernes distintas investigaciones que llevan adelante diferentes magistrados rosarinos en torno de las causas vinculadas a la narcocriminalidad: por un lado, la justicia federal ordenó a Gendarmería Nacional "verificar" la celda donde se encuentra detenido Delfín Zacarías, el hombre imputado como responsable de la cocina de cocaína más grande del país que fue desbaratada en Funes hace pocos días. Las fuerzas federales se llevaron de la celda dos celulares que el preso tenía en su poder.
Por el otro lado, ayer se dispuso "por razones de extrema seguridad", el traslado desde la Alcaidía de Jefatura al penal de Piñero de Milton Damario, el hombre sindicado de ser uno de los asesinos de Ariel "Pájaro" Cantero. Los familiares de Damario se concentraron en la puerta de la Jefatura para que Milton no sea trasladado.
Si el detenido Zacarías buscaba repercusiones para su causa y condiciones de detención, lo logró con la carta que hizo pública aludiendo a su "inocencia" y a que era víctima de "un ping-pong político entre el socialismo y el kirchnerismo". Una declaración que -a su modo- rechazó el gobernador Antonio Bonfatti al señalar ante una consulta periodística: "Mire si un gobernador va a opinar sobre los dichos de un narcotraficante, dónde se ha visto".
Lo cierto es que Zacarías insiste en que es inocente y que fue apresado a nueve cuadras de la finca de Funes donde se desbarató la cocina de cocaína con 300 kilos de pasta base. Un operativo que terminó con una docena de detenidos y que encabezó el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y los fiscales federales Félix Crous y Juan Patricio Murray.
Semejante exposición pública pudo haber sido el motivo del celo que puso el juez Carlos Vera Barros ayer en ordenar verificar la seguridad de la celda de Delfín. Un mensaje también para que nada raro ocurra con la vigilancia de un hombre con semejante poderío económico. Pero además para que no sea alojado como preso vip, por eso el retiro de los celulares que están prohibidos para cualquier detenido.
En el caso de Damario el temor es otro. Aquí el cuidado pasa por la seguridad del preso acusado de ser uno de los sicarios que terminó con la vida del Pájaro Cantero. Es imposible olvidar el motín en la Alcaidía de Jefatura donde terminó muerto Miguel "Japo" Saboldi, cuya viuda aseguró que se trató de un crimen encargado por el Pollo Bassi, supuesto jefe además de Damario, detenido esta semana en una estación de servicios de Santo Tomé.
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