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domingo, 19 de mayo de 2013

STA FE: Fisherton cambia su impronta y ya se construyen edificios en altura


El nuevo Plan Urbano lo impide, pero todavía no fue aprobado. Mientras, apuran obras que incluyen varias plantas. La desarrolladora Dahr ofrece “casas en altura” de uno, dos y tres dormitorios en Schweitzer al 8800. Forman parte de un programa que tiende a crecer.
La Capital | 
Fisherton cambia su impronta y ya se construyen edificios en altura

 Con tiempo de descuento y mientras en el Concejo Municipal sigue el debate sobre la última etapa del nuevo Código Urbano, la construcción de edificios en altura sigue amenazando a barrios tradicionalmente de casas bajas. Ya sucedió en la zona norte, pero ahora dio un paso más y alcanzó también a Fisherton, donde se levantan y comercializan departamentos en edificios de cinco pisos, mientras hay otros dos permisos para torres de ocho y nueve pisos. El subsecretario de Planeamiento de la Municipalidad, Eduardo González, indicó que "se trata de una zona que, en la nueva normativa, no está prevista para la construcción en altura, sino que se busca mantener la identidad de los barrios"; sin embargo, dejó en claro que estas edificaciones no se pueden evitar hasta tanto se apruebe y entre en vigencia el llamado tercer anillo del Plan Urbano. La discusión aún se está dando en la comisión de Planeamiento del Concejo desde septiembre de 2012 y podría cerrarse el miércoles próximo. Sobre las demoras sobran acusaciones cruzadas entre el Palacio Vasallo y la Intendencia.
El paso de la vieja normativa al nuevo Plan Urbano fue dejando espacios grises para que las torres de altura se levantaran en sectores antes impensados y característicos por sus casas bajas. Ya en 2010, a dos años de la aprobación del primer tramo del nuevo código que regula el área central y el primer anillo perimetral, la construcción de edificios empezó a mudarse delcentro a barrios como Echesortu, Alberdi y Arroyito, donde incluso ahora están levantando torres de altura.
Así, la regulación para el segundo anillo, que se concretó en noviembre de 2012, llegó tarde y todavía hoy los vecinos de barrios como Arroyito ven cómo se hacen edificios en altura en esa zona y plantean sus quejas (ver página 4). La situación se replica por estos días en Fisherton, tradicionalmente de casas bajas, donde ya se ofrecen alternativas de vivienda en altura. Otra vez la nueva normativa llegará con más de una torre concluida.
Contrastes. Los nuevos emprendimientos habitacionales ya se ven en el noroeste de ese barrio y sobresalen en un paisaje que tiene insoslayables contrastes con barrios cerrados y terrenos de casas con jardín —muchas de ellas en plena construcción— que se extienden a no más de 400 metros del asentamiento conocido como Villa La Bombacha.
Sobre Schweitzer al 8800 ya se levantan dos edificios de cinco pisos que forman parte del proyecto Fisherton View de la desarrolladora Dahr y que ofrece "casas en altura" de uno, dos y tres dormitorios. Pero el plan tiene previstas torres de mayor altura. Desde la Dirección de Obras Particulares de la Municipalidad detallaron que se trata de dos manzanas, al 8700 y al 8800 de la avenida, donde hay otorgados dos permisos para edificios de cinco pisos, otros dos para levantar torres de ocho y nueve pisos, y una visación previa —trámite previo al permiso— para hacer siete pisos.
La directora del área, María Cristina Funes, explicó que "se trata de las dos manzanas de ese sector que quedaron en un índice diferente, llamado F, que les permite sumar metros en altura, y se agrega el hecho de que están ubicadas sobre una avenida que tiene el doble de ancho que el resto de las calles, lo que posibilita mayor altura aún".
Si bien se trata de una situación excepcional que rige para esas dos manzanas, en el nuevo Código Urbano se prevé para ese sector sólo la construcción de casas bajas, algo que ya será. Sin embargo, no se trata del primer proyecto en altura en el barrio. A pocos metros de la rotonda de Wilde (Eva Perón al 9100) está Fisherton Golf, un edificio de tres pisos con departamentos de 2 y 3 dormitorios que ya provocó las quejas de los vecinos de la zona.
En junio del año pasado, y con más de 700 firmas recolectadas, los habitantes de allí reclamaron al Concejo que se suspendiera la obra porque el emprendimiento aún no tenía definido dónde serían evacuados los afluentes cloacales ni cómo proveerá de agua potable a sus moradores.
Pedido. La directora de Obras Particulares insistió una y otra vez en la “necesidad de terminar de aprobar la normativa sobre alturas permitidas para toda la ciudad” y argumentó la urgencia del pedido. “Todos sabemos lo que es la especulación inmobiliaria y el mercado; hay que tener en cuenta que incluso con la ordenanza ya sancionada los certificados urbanísticos tienen 180 días de gracia con la reglamentación anterior y eso provoca muchas veces el reclamo de los vecinos que ven cómo se siguen levantando edificios”, concluyó la funcionaria.
Una iniciativa que no avanzó
Los concejales del Partido del Progreso Social (PPS) María Fernanda Gigliani y Héctor Cavallero propusieron en agosto pasado suspender los permisos de demolición y edificación para obras nuevas de más de 10 metros de altura en todas las zonas urbanizables (excepto del área central y el primer anillo perimetral, ya regulados). La idea era frenar la construcción en altura en los barrios que aún no estaban regulados. Sin embargo, el proyecto nunca avanzó.

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