Ningún proceso político atravesó tantos vaivenes en la historia argentina. Los hitos por los que pasó de ser el gobierno más votado a uno con altos niveles de desaprobación. Vea la infografía
Crédito foto: Télam
A comienzos de 2003 la imagen positiva de Néstor Kirchner no superaba el 20 por ciento. Su principal escollo, a pesar de ser candidato a presidente, era el altísimo nivel de desconocimiento que tenía a nivel nacional.
Sin embargo, con sólo un mes de gestión ya tenía una aprobación del 83 por ciento, según la consultora IPSOS - Mora y Araujo (ver infografía).
Fuente: IPSOS - Mora & Araujo
"Lo primero que consiguió Kirchner fue la restitución de la autoridad presidencial, construyendo un liderazgo en lo económico y en lo político luego de una crisis que había incluido cinco presidentes en una semana a fines de 2001. Supo encarnar la nueva política frente al 'que se vayan todos' y el mito argentino de que somos un país rico, que está golpeado, pero se puede levantar", explica el sociólogo Hugo Haime, director de la consultora Hugo Haime & Asociados, en diálogo con Infobae.
Esa restitución del liderazgo la consiguió a través de dos vías. Por un lado, con medidas que apuntaron a recuperar la credibilidad en instituciones democráticas que venían muy deslegitimadas luego del estallido de 2001.
En esa línea fue la primera cruzada del kirchnerismo, que apuntó contra la Corte Suprema menemista, a la que derribó el 27 de junio de 2003 con la renuncia de su presidente, el cuestionado Julio Nazareno.
También la política de derechos humanos, que se inició el 24 de marzo de 2004 con el gesto simbólico de descolgar del Colegio Militar los cuadros de Jorge Videla y Reynaldo Bignone. Pero que se efectivizó con la declaración de la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y de los indultos a los jerarcas de la última dictadura.
Por otro lado estuvo la recuperación económica. "Eduardo Duhalde había hecho el trabajo sucio, lo que le permitió a Kirchner hacer el limpio en la economía. A partir del superávit fiscal y comercial, y de tener un dólar competitivo, logró poner en marcha el aparato productivo y recuperar el empleo", dice Haime.
"El descenso en el nivel de aprobación hacia el final de su gestión se explica por la inflación. Hay una correlación fuerte entre el incremento de precios y la desaprobación", agrega en relación al que sería una de las mayores fuentes de rechazo popular hacia el kirchnerismo. No sólo por su incapacidad para controlarla, sino por su persistencia en negarla.
El turno de ella
"Cristina Fernández de Kirchner inició su gestión en 2007 con una buena imagen, aunque menor a la de Néstor. Pero su peor caída la tuvo al poco tiempo con la crisis del campo, donde alcanzó su imagen positiva más baja, 22 puntos", dice Mariel Fornoni, socia directora de la consultora Management and Fit, en diálogo conInfobae.
Como lo muestra la infografía, el mayor descenso en la aprobación de toda la gestión kirchnerista se produjo luego de la crisis desatada con los sectores agropecuarios.
En ese contexto, que era también de recesión económica, ocurrió en los comicios legislativos de 2009 la única derrota del proceso, cuando Kirchner fue vencido por Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.
Pero casi tan abrupta como la caída fue la recuperación. "Cuando parecía que el kirchnerismo estaba agotado desde el punto de vista de su energía política -dice Haime-, la tesón de Cristina hizo que la gestión empezara a crecer levemente vía laAsignación Universal por Hijo y la estatización de las AFJP y de Aerolíneas Argentinas".
Pero el factor decisivo para que la aprobación volviera a superar ampliamente a la desaprobación fue la muerte Kirchner, el 27 de octubre desde 2010. Desde entonces comenzó un repunte que desencadenó en el aplastante triunfo del 23 de octubre de 2011, en el que Cristina fue reelecta con el 54 por ciento de los votos.
"Quince días antes del fallecimiento nosotros hicimos una encuesta que nos mostraba que Cristina tenía 35 por ciento de imagen positiva y 44 de negativa. Dos semanasdespués, los números se habían invertido, la positiva era de casi 60 puntos y la negativa de 20. Esto ocurrió sin que mediara ningún hecho vinculado a la gestión, sino que fue una cuestión emocional. La opinión pública se puso a favor de la presidente, tuvo una respuesta muy empática frente a ella y la apoyó ", cuenta Fornoni.
Pero luego de un triunfo tan contundente como el de 2011 la aprobación del gobierno volvió a caer, siendo superada nuevamente por la desaprobación justo después de lamasiva marcha de protesta del pasado 8 de noviembre.
"Durante todo 2012 fue perdiendo mes a mes entre 2 y 4 puntos, hasta noviembre y diciembre, cuando detuvo su caída -afirma Fornoni-. En ese proceso fueron determinantes el caso Ciccone y, sobre todo, la tragedia de Once".
"En enero y febrero de 2013 incluso creció dos puntos -continúa-. Pero ahora volvió a caer y los números de 2011 se invirtieron nuevamente, con un 29 por ciento de imagen positiva y un 59 por ciento de negativa. En esa caída fueron importantes las inundaciones y las denuncias de corrupción".
Si bien los números de Management and Fit (que se refieren a la imagen de la presidente) son más pesimistas que los de IPSOS - Mora & Araujo (que consideran la aprobación de la gestión), las tendencias de las que dan cuenta son las mismas.
¿Pero cómo evolucionará la opinión sobre Cristina Kirchner y su gobierno?
"Lo que hoy vemos es un tercio de la población que se siente compenetrado con el proyecto kirchnerista y que apoya la gestión de la presidente; otro tercio totalmente antikirchnerista, que no apoya absolutamente nada; y el restante que fluctúa, ve algunas cosas bien y otras mal. En 2011 esa parte votó al gobierno, pero hoy hay casi un 35 por ciento que en ese momento apoyaba y que hoy ya no", afirma Fornoni.
"Si el gobierno logra reactivar el consumo, es posible que tenga una performance razonable en las próximas elecciones. ¿Va a obtener el 54 por ciento? No. ¿Qué es una buena elección? Razonable sería sacar 40 puntos, porque son elecciones donde la gente puede castigar sin que el gobierno cambie. ¿Va a ser como en 2009? Es muy difícil, porque la economía no está planteada así. Parece improbable que obtenga sólo 30 puntos, pero también que supere los 40", concluye Haime.
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