El argentino Lucas Matthysse, titular interino superligero del CMB, derrotó anoche en Atlantic City, por nocaut técnico en el tercer round, al local Lamont Peterson, titular de esa categoría de la FIB, en una pelea sin título en juego, y ahora va por el campeón regular CMB, el estadounidense Danny García.
Con este triunfo, Matthysse se ganó el derecho de unificar el cetro superligero CMB ante el campeón regular -uno de los buenos exponentes peso por peso-, en pelea a disputarse el 7 de septiembre en Las Vegas.
La velada tuvo como escenario el Boardwalk Hall, donde el campeón welter de la FIB, el estadounidense Devon Alexander, retuvo la corona al vencer por nocaut técnico en el séptimo asalto al inglés Lee Purdy en el combate estelar.
El desenlace del pleito de Matthyse se produjo a los 2 minutos y 14 segundos del tercer capítulo, después de caídas de Peterson -en la última quedó prácticamente nocaut en la lona- cuando el árbitro local Steve Smoger detuvo las acciones y dictaminó el nocaut técnico.
El argentino (63,500 kilos) revalidó su condición de boxeador contundente al tener por la lona en tres ocasiones a Peterson (63,900) en menos de 9 minutos de combate.
En el segundo asalto, el noqueador de Trelew derribó al púgil oriundo de Washington con una izquierda voleada que se estrelló en la frente. Tras retroceder por la violencia del impacto, el estadounidense quedó entre las cuerdas pero se repuso luego de la cuenta de protección.
Los golpes de Matthysse erosionaron a Peterson, que en el tercer capítulo nuevamente visitó el tapiz tras recibir un potente cruzado de izquierda y otra vez el árbitro le realizó una cuenta protectora.
Pero de inmediato el chubutense se fue sobre su rival y con otra combinación de golpes -derecha e izquiera cruzada-, derribó a Peterson, quien muy sentido y resignado vio cómo Smoger se apiadaba de él y detenía el combate.
"Soy el mejor de las 140 libras (63,500, superligero). Quiero pelear con Danny García -campeón del CMB-, y estoy seguro que la empresa Golden Boy (de Oscar De La Hoya) me conseguirá la pelea", declaró Matthysse con alegría, mientras se abrazaba con su técnico Luis "Cuty" Barrera y todo su equipo.
"Me abrieron la cabeza las peleas que me dieron por perdidas ante Zab Judah y Devon Alexander -fueron fallos localistas-, y me resularon útiles para darme cuenta que hay que estar muy bien preparado y definir de esta forma", reconoció Matthysse, al recordar las únicas dos derrotas que tiene en su carrera.
"En el segundo round me di cuenta que mis manos le dolían a Peterson. Por eso intensifiqué mi accionar y sabía que le ganaba antes del límite. Me preparé a conciencia durante más de dos meses. Dio su fruto", contó el púgil de Chubut, que le dedicó la victoria a su pequeña hija Priscila.
Peterson elogió el legítimo triunfo rival. "Reconozco que fue el mejor boxeador que enfrenté en mi carrera. Me ganó bien a pesar de que me pegó detras de la cabeza y quedé un poco aturdido", explicó resignado el titular superligero AMB.
Por su parte, el directivo de Golden Boy Promotions, Richard Schaefer, sentenció que Matthysse "es el nuevo Manny Pacquiao", por la "contundencia de sus golpes" y la forma "explosiva" para definir los pleitos.
Matthysse tuvo serios inconvenientes para viajar a Estados Unidos. Primero se sobrepuso a un atentado que sufrió su pasaporte a dos días del viaje. Luego a los trámites urgentes que tuvo que hacer para poder abordar el avión del miércoles y finalmente al propio viaje de 13 horas que lo depositó en Atlantic City apenas dos días antes de la pelea.
Durante la pelea, el referí Smoger intentó de alguna manera proteger a Peterson en forma deliberada: le brindó 18 segundos de recuperación tras la primera caída y 21 en la siguiente.
Con esta victoria, Matthysse elevó su palmarés de 34 peleas ganadas (32 antes del límite) y dos reveses.
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