IMAGEN ILUSTRATIVA (WEB)
La actriz norteamericana Angelina Jolie se sometió a una doble mastectomía –la extirpación de toda la mama– para prevenir cáncer debido a las altas posibilidades que le pronosticaron sus médicos de contraer la enfermedad. Tras las realización de estudios genéticos se determinó que tenía un alto riesgo. La operación fue totalmente voluntaria.
Según expresó en una columna publicada en el diario The New York Times, la intención de contar su historia fue para ayudar a otras mujeres que podrían estar en su misma situación: “Cáncer es todavía una palabra que atemoriza los corazones de la gente, produce un profundo sentido de imposibilidad. Pero hoy es posible descubrir a través de un examen de sangre si se es altamente susceptible al cáncer de pecho y ovarios, y entonces tomar acciones”, manifiesta.
La decisión de la famosa actriz despertó una serie de dudas, preguntas y miedos de millones de mujeres en todo el mundo, además de opiniones a favor y en contra. Hay quienes indican que la genética “es una ciencia joven” y que se puede hacer un terrible trabajo calculando riesgos, tomando decisiones irreversibles basadas en riesgos que no existen; y otros que están a favor de la realización de estos estudios que pueden salvar vidas.
En diálogo con Diario UNO, el doctor José Pizzi, médico ginecólogo, especialista en mastología del Hospital Iturraspe, y presidente de la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Santa Fe, dio su parecer respecto del tema y despejó algunas dudas. Además se refirió a la situación de la provincia en materia de prevención.
—¿En qué consiste la operación que se realizó Angelina Jolie?
—El nombre médico es la mastectomía profiláctica o preventiva. Consiste en sacar todo el tejido glandular mamario y en algunos casos se puede conservar el pezón. Es para pacientes que no tienen la enfermedad, por eso se llama profiláctica. Se realiza en determinados tipos de mujeres con ciertas condiciones que uno como médico tiene que estudiar muy bien si conviene o no. Lo que sí se puede realizar en el mismo momento es una reconstrucción mamaria con algún tejido de la misma paciente o lo que se hace más habitualmente es la colocación de una prótesis. Si no, se puede realizar más adelante. Cuando ya está el tumor se realiza un tratamiento que también puede incluir la mastectomía. Lo que se hizo Angelina Jolie fue una mastectomía preventiva.
—¿Es una práctica que se realiza habitualmente?
—Se realiza en algunos casos. Tengamos en cuenta que hoy existen muchos avances genéticos y con ello podemos detectar genes que si una mujer los tiene cuenta con un alto porcentaje de desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida. En esos casos justamente es cuando se discute con los pacientes la posibilidad de realizar una mastectomía preventiva.
—¿Cualquier persona puede realizarse este estudio? ¿Se puede hacer en Santa Fe?
—Este tipo de análisis genéticos se realiza en laboratorios especiales en la provincia de Buenos Aires y se indica a las mujeres que han tenido familiares de primer grado (madre, hermana o hija) que hayan desarrollado cáncer de mama o cáncer de ovarios. Es decir que son aquellas que tienen lesiones precursoras o precancerosas, que se han hecho una biopsia y que tienen un riesgo mayor de tener cáncer de mama. A esas pacientes se les puede realizar el estudio genético. Hay un tema que también hay que tener en cuenta y es que cuando se hace este tipo de estudios para ver si el paciente va a desarrollar la enfermedad se debe pensar en alguna alternativa.
—¿Esta alternativa es la mastectomía?
—No necesariamente tiene que ser la mastectomía profiláctica. A lo mejor puede ser un control más estricto, cada seis meses en lugar de una vez por año. Si aparece alguna imagen sobre todo en la mamografía se permite llegar unos años antes de que el cáncer sea clínico. Es decir que se puede establecer un diagnóstico. A veces se indica la mastectomía. De hecho, que yo recuerde, debo tener sólo tres pacientes que se realizaron una mastectomía profiláctica.
—¿Esta cirugía reduce el riego al ciento por ciento?
—No al ciento por ciento, pero se reduce el riesgo al 3 o al 5 por ciento. Disminuye bastante.
—¿Usted está de acuerdo con la decisión que tomó la actriz norteamericana?
—Puede ser una opción terapéutica. Habitualmente es muy difícil decirle a una paciente «Mire si usted no quiere tener cáncer quítese las mamas» es como decir si no quiero que me crezca una verruga en un dedo entonces me lo corto. Es difícil decirlo y aceptarlo sobre todo en ciertos países como Argentina.
—¿Es por una cuestión cultural?
—Puede ser. Pero como te decía anteriormente hay que hacer algunos estudios genéticos y a veces son dificultosos porque por ejemplo aquí en Santa Fe no se hacen. Se deben mandar a Buenos Aires y demoran unos días y hasta un mes. Luego hay que tomar la decisión entre los dos, médico y paciente. Hay que tener en cuenta que es una cirugía grande y a veces no dan los resultados que uno quiere o espera. Por eso cuando se toma esa decisión se lo hace en conjunto con la paciente.
—¿Qué porcentaje de mujeres que tienen antecedentes desarrollan cáncer?
—Las personas que tienen familiares del primer nivel que tuvieron cáncer tienen un riesgo mayor de tener la enfermedad pero no quiere decir que la van a tener. La estadística indica que de 100 casos de cáncer de mama, 85 no tienen el antecedente. Es decir que lo tiene sólo el 15 por ciento. Sin embargo, reitero, las mujeres que tienen antecedentes tienen un riesgo mayor de desarrollarlo pero insisto, no quiere decir que lo desarrollen.
—¿Cuáles son las recomendaciones para poder tratar la enfermedad a tiempo?
—Realizarse exámenes clínicos periódicos. Estimamos que el 45 por ciento de las mujeres aún no se realizan estudios mamográficos. Cuando uno advierte un cáncer en una etapa inicial es diferente a cuando lo hace en un estado avanzado. Las mamografías se empiezan a realizar entre los 35 y los 40 años y después de los 40 años se hace una mamografía por año. Las mujeres que tienen antecedentes, es decir familiares de primer grado que desarrollaron la enfermedad, deben realizarse estudios anuales desde los 35 años. También se pueden hacer otro tipo de estudios como ecografías, resonancias, tomografías en tres dimensiones. El médico puede pedirlo.
—¿Cuál es su opinión respecto de las campañas de concientización que se realizan en Santa Fe?
—Creo que se podrían hacer mejor algunas cosas. Las campañas de difusión para prevención podrían mejorarse, no sólo para el cáncer de mama sino también para el del cuello uterino. Se pueden hacer muchas más cosas, teniendo en cuenta las posibilidades con las que cuentan los organismos públicos y privados.
—¿Puede decirse que la situación mejoró respecto de años anteriores?
—Sí, es cierto que hay una mayor conciencia en cuanto al cáncer de mama y del cuello uterino que hace unos 10 años. Las pacientes se acercan a consultar más. Pero creo que hay una gran franja de la población a la que no se está llegando y por la que se puede trabajar mejor.
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