Pese a cubrir muchos menos kilómetros, los corredores nacionales se llevan el mayor porcentaje de víctimas. La estadística surge sobre los registros del Observatorio Vial entre 2008 y 2011.
Las rutas que atraviesan el territorio santafesino se vienen cobrando en los últimos años un promedio de un muerto por día. Es la conclusión de un informe elaborado sobre los datos que aporta el Observatorio Provincial de Seguridad Vial, que entre otros datos, consigna que el mayor porcentaje de los accidentes fatales se dan en las rutas nacionales.
El informe, elaborado por el equipo técnico del diputado nacional Fabián Peralta, se hizo promediando los accidentes y sus consecuencias entre los años 2008 y 2011. No se tomó el 2012 porque el Observatorio lo tiene cargado sólo hasta julio, pero el legislador aseguró que una proyección de los accidentes no varía sustancialmente la estadística.
“Desde 2008 a 2011 fallecieron en la provincia 1.397 personas solamente en rutas. Esto significa una víctima por día. La particularidad es que 878 (63 por ciento) perdieron la vida en rutas nacionales. Este dato resulta mucho más grave si tenemos en cuenta que son 2.700 kilómetros de rutas nacionales (0,3 fallecidos por kilómetro) que atraviesan Santa Fe, contra los 13 mil de rutas provinciales (0,04 fallecidos por kilómetro). A partir de esto podemos decir que las rutas nacionales tienen una tasa de mortalidad casi 10 veces más alta que las provinciales”, afirmó el referente del GEN.
Por décadas. Con los números en la mano, Peralta brindó algunas explicaciones sobre las diferencias que se presentan entre las rutas nacionales y provinciales: “Las primeras son rutas pensadas y construidas hace cinco o seis décadas en una realidad totalmente distinta. Por ejemplo, el parque automotor del país no llegaba al millón de autos, mientras que hoy superamos los 10 millones de vehículos. En la provincia de Santa Fe creció de 1.200.000 en 2008 a 1.550.000 en 2011”. Otra diferencia importante, abundó, es que antes “se transportaban de 15 a 20 millones de toneladas de cereales y hoy las rutas santafesinas soportan un flujo de 100 millones de toneladas, y con el ferrocarril desmantelado.
Esto explica que en las rutas 11, 33 y 34 entre el 40 y el 50 por ciento del tránsito sean camiones. En este nuevo contexto ni siquiera se señalizan las rutas y encontramos cientos de kilómetros sin banquina o con huellas, lo que en días de lluvias constituye una verdadera trampa”. Según su visión, los concesionarios de los corredores viales han recaudado “miles de millones de dólares y sólo cortan el pasto, no han realizado una obra estructural y, en la práctica, el peaje se convirtió en un impuesto al tránsito”.
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