El Movimiento Evita denunció una serie de chantajes de policías durante los saqueos en Rosario. El fiscal Vescovo inició averiguaciones sobre estas denuncias en tanto la División Judiciales de la Unidad Regional II abrió una investigación sumaria.
Una semana después de los robos en banda contra supermercados de barrio, surgen relatos sobre posibles extorsiones por parte de agentes policiales a comerciantes con el deber de garantizar la seguridad como prenda de cambio ante la amenaza del gentío al acecho para saquear. Un fiscal penal abrió una investigación de oficio sobre esas irregularidades referidas, igual que desde División Judiciales de la Unidad Regional II de policía, en carácter de sumario interno.
Los primeros comentarios surgieron desde el Movimiento Evita. Su dirigente Alejandra Fedele recogió testimonios de sus compañeros de militancia y reveló que al menos dos supermercadistas de nacionalidad china recibieron un mismo pedido de parte de las patrullas policiales que entre el jueves 20 y viernes 21 les tocaron en suerte: 5.000 pesos a cambio de quedarse frente al negocio y evitar la arremetida de la horda de asalto. A Fedele le llamó la atención que en ambos casos la supuesta coima pretendida fue la misma suma, pese a que uno de los casos sucedió con un super chino de bulevar Avellaneda al 4600 y el otro ocurrió sobre otro negocio similar en inmediaciones de Juan José Paso y avenida de la Travesía, en Empalme Graneros. En ambos casos, relató la militante barrial, como los comerciantes no accedieron al chantaje, la fuerza de seguridad se retiró y los asaltos se consumaron finalmente. Además, contó Fedele basada en los mismos relatos, que a un comerciante de barrio Ludueña "la policía le pidió 3000 pesos, él se los dio, y más tarde lo dejaron solo y le robaron el negocio".
La referente de la organización kirchnerista refirió un suceso posterior, ocurrido en la madrugada del martes navideño, en Carmen de Patagones al 4200. Allí hubo una feroz pelea entre vecinos, con blanco en unas siete familias de nacionalidad paraguaya que residen en esa zona conocida como la Vía Honda, detrás de bulevar Avellaneda, y que terminó con un chico de 14 años asesinado de una puñalada. La réplica resultó furibunda e incluyó la quema de las precarias viviendas que aquellos habitaban. Miembros de estas familias le contaron a Fedele que durante la intervención de la policía en el tumulto, un agente le preguntó al jefe del grupo amenazado: "¿Y vos cuánto me vas a dar para que nos quedemos?".
"Ayer (por el jueves) me enteré que tengo una citación judicial, y voy a ir y ratificar lo que me contaron. Estas cosas son una realidad que acá en los barrios la gente vive todos los días. A nosotros esto no nos sorprende. Si un juez quiere escucharlo, se lo voy contar de frente", afirmó Fedele. La militante barrial agregó que "fue increíble cómo los móviles se llevaban mercadería".
El viernes a la tarde, un grupo de personas irrumpió en una de las sucursales de la cadena de supermercados Coty, en Ayacucho al 6300 y arrasó con buena parte de las mercaderías. La llegada de una decena de móviles policiales logró despejar la turbamulta y controlar la situación por algunos momentos. Tras ello, las patrullas comenzaron a retirarse y el personal del comercio les rogó a los últimos policías que permanecieran, al menos hasta que llegara el soldador que blindaría la fachada del local, y el volquete de alquiler para bloquear la puerta. Enfrente, algunos de los saqueadores merodeaban aguardando una nueva ocasión. Un testigo de la escena le contó a este diario que los policías aceptaron quedarse un rato más luego de que los empleados cargaran en el baúl del patrullero carne para asar y otras cuantas provisiones.
El fiscal de instrucción penal nº 10, Aníbal Vescovo, inició averiguaciones sobre estas denuncias que, por ahora, no están judicializadas. Desde la División Judiciales de la Unidad Regional II se abrió una investigación sumaria.
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