El presidente norteamericano sostuvo su primer encuentro con el candidato republicano de cara a los comicios del 6 de noviembre. Las encuestas continúan siendo favorables al actual mandatario.
Ante la mirada de millones de televidentes, Obama y su rival republicano exponen sus argumentos en el primer debate presidencial, en el que el mandatario procura mantener su reducida ventaja no cometiendo error alguno, mientras que el ex gobernador de Massachusetts busca darle un rumbo distinto a la contienda yacercarse a los votantes.
Poco después de iniciar la transmisión desde laUniversidad de Denver, ambos rivales aparecieron en el escenario, se estrecharon las manos y sonrieron. Luego saludaron a los presentes en el auditorio antes de tomar su lugar detrás de podios idénticos.
Hubo un primer momento de risas, cuando Obama se refirió a la primera dama, Michelle Obama, como "cariño" y subrayó que era el vigésimo aniversario de su matrimonio. Romney agregó sus mejores deseos y le dijo a la pareja presidencial: "Estoy seguro de que este es el lugar más romántico que se puedan imaginar, aquí conmigo".
El primer tema propuesto para el debate fue la crisis económica y el pedido a cada candidato de explicar cuál es, a su criterio, la mejor manera de generar empleo. Obama declaró: “Para Romney, si reducimos los impuestos, estaremos mejor. Para mí, tenemos que invertir en educación, cambiar el código de impuestos para que pequeñas empresas puedan invertir en tecnología, y reducir el déficit para lograr esas inversiones”.
Romney, por su lado, dijo que lo esencial es la independencia energética. “Eso crearía 4 millones de empleo”. Además, sostuvo que habría que acercarse a Latinoamérica y China y realizar un presupuesto equilibrado. “Todos los incrementos que ha habido fueron en tierras privadas, no del gobierno. Yo voy a duplicar los hallazgos de petróleos y terminar el oleoducto desde Canadá”, aseguró el candidato republicano. Y agregó: “Hay que reducir los impuestos, tanto para las corporaciones como para las personas”.
Obama respondió: “Prometí reducir la presión fiscal y lo hice”. Luego, explicó que ese dinero que los ciudadanos ahorran lo invierten en consumo. Y gracias a eso, las compañías contratan más empleados.
Más tarde, Mitt Romney afirmó que la "excesiva" regulación de la política del actual líder de la Casa Blanca ha puesto cadenas a la industria estadounidense y retrasado el crecimiento de sectores clave de la economía. En tanto, Barack Obama dijo que le llamó la atención que el opositor haya dado marcha atrás en su plan de reducción de impuestos a gran escala. "Durante 18 meses ha estado hablando de recortes fiscales y ahora, a cinco semanas de las elecciones, dice que su \'gran idea\' no importa", explicó.
Romney también calificó la necesidad de atajar el problema del enorme déficit estadounidense como una cuestión moral. "Francamente, no creo que sea moral que mi generación siga gastando en forma masiva más de lo que ingresamos, sabiendo que esas cargas van a pasar a la próxima generación. Simplemente no es moral", subrayó Romney, que agregó que una de las formas de recortar gastos es "deshacerse" de programas como la reforma sanitaria de Obama.
Aunque los debates raramente son decisivos, pueden alterar el rumbo de la lid presidencial, alcambiar la dirección de una campaña o frenar el ascenso de un candidato. Cinco semanas antes de los comicios, la atención del público ha comenzado a centrarse, las opiniones se definen más y en algunos estados ha comenzado ya el voto por correo.
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