Maximiliano Pullaro, legislador
santafesino de la UCR denunció que “fue una decisión piloteada por
Repsol antes de la expropiación”. El octanaje sería de 93, en lugar de
95.
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El diputado provincial Maximiliano Pullaro denunció que YPF redujo la
calidad de la nafta súper (conocida como de grado 2). La empresa –ahora
manejada por el Estado argentino– aún no negó la información, pero
fuentes de la misma aseguran que sólo se trató de un lote de combustible
que salió de una refinería y que hoy el octanaje que llega a las
estaciones de servicio es de 94,5 a 95.
El dirigente radical aclaró que dicha medida fue tomada por Repsol, antes de la expropiación, y advirtió que el 90 por ciento de los vehículos que circulan por el país tienen la indicación de sus fabricantes de utilizar nafta súper de 95 octanos, mientras YPF ofrece de 93 octanos. En ese sentido, Pullaro impulsa desde la Cámara baja de la provincia una serie de medidas para alertar acerca de esta situación.
“El principal problema es que la gente no sabe qué combustible usa para su vehículo, ya que la decisión de YPF en las naftas súper no fue debidamente informada a los usuarios, incluso éstos desconocen cuáles son las indicaciones que las automotrices realizan respecto a este tema. La situación es compleja ya que YPF posee cerca del 55 por ciento del mercado de los combustibles, y la nafta súper representa el 70 por ciento del consumo de naftas”, indicó Pullaro.
“YPF cumple con la normativa vigente –continuó–, pero la nafta súper que ofrece no cumple con los requisitos que determinan la mayoría de la empresas que fabrican vehículos, es decir el motor del 90 por ciento de los autos fueron diseñados para un combustible que desde marzo pasado la empresa dejó de ofrecer. Ésta es una preocupación que queremos señalar, y creemos que hay que tomar medidas rápidas, unas que apunten a una mejor información de los usuarios, y al mismo tiempo ver la posibilidad de que YPF vuelva a ofrecer nafta súper de 96 octanos”.
Además, el legislador radical que integra el bloque del Frente Progresista expresó: “La ausencia de una normativa nacional que les exija a las empresas y surtidores informar a sus clientes acerca del índice de octanos de los combustibles, hace que consumidores carguen combustible con una composición que, si bien no vulnera ninguna normativa, es contraria a la que recomiendan las empresas automotrices para sus vehículos.
“Por esa razón, presenté un proyecto solicitando a la Secretaría de Energía de la Nación que modifique el artículo 5 de la resolución Nº 05/2012, a fin de que sea obligatorio para todas las estaciones de servicio informar a los consumidores, a través de carteles visibles, el número o índice de Octano RON y el grado al cual pertenece la nafta que despachan”, contó Pullaro.
Asimismo, en la iniciativa que ingresó a Diputados le pide a la Secretaría de Energía de la provincia que “evalúe la posibilidad de celebrar un convenio con la Cámara de Expendedores de Combustibles de Santa Fe, con el objeto de garantizar la información adecuada a los consumidores indicando de manera clara y visible el índice de octano y el grado al que pertenecen”.
En los fundamentos del proyecto, Pullaro explicó que “la medida impulsada por la petrolera consistió en bajar la calidad del octanaje de 96 a 93 RON. La misma se tomó en el pasado mes de marzo, dos meses antes de la expropiación de la petrolera a Repsol, y fue comunicada mediante la Ficha Técnica Nº 2, modificando la resolución Ficha Técnica Nº 705 de enero del 2011. Por lo tanto, desde marzo la nafta súper YPF –o de grado dos– está en el límite mínimo para la categoría, ya que con un octano menos pasaría a ser nafta de grado uno o nafta común. A su vez, en las estaciones de servicio de YPF la rebaja de calidad no fue acompañada por un recorte en el precio de venta”.
El impacto de la medida
Entre las argumentaciones del proyecto, el diputado radical manifestó que “el impacto de la medida de la petrolera no es menor, ya que si bien el resto de las empresas que venden naftas en el país explicaron que no imitaron la decisión de YPF y mantienen el mismo octanaje, es importante señalar que según algunos informes YPF posee cerca del 55 por ciento del mercado de los combustibles, y la nafta súper representa el 70 por ciento del consumo de naftas”.
“Mas allá de esta controvertida decisión y la escasa o nula comunicación a los clientes/usuarios, la compañía se mantiene con los mínimos de octanaje que dispuso la Secretaría de Energía de la Nación, que indica que la nafta súper debe tener un mínimo de 93 RON (sigla en inglés que significa Número de Octano Research), con lo cual la medida no transgrede la normativa vigente”, señaló Maximiliano Pullaro.
“Los fabricantes de autos diseñan sus motores, entre otras cosas, en función del combustible que usarán. Hoy el 90 por ciento de los vehículos que circulan por el país necesitan, como mínimo, combustible de 95 octanos y así lo especifican en sus manuales e incluso en las tapas de combustibles. Por lo tanto, según algunos especialistas como el ingeniero Alberto Garibaldi, esta cuestión que se plantea puede aumentar la probabilidad de que los vehículos tengan algún problema”, agregó.
Ante esa situación, el legislador solicitó tomar algunas medidas. “En primer lugar, un cambio en la normativa vigente para que el índice de octanaje sea informado en todas las estaciones de servicio de manera clara y visible. Por otro lado, le encomendamos a la Secretaría de Energía de la provincia a que convoque a la Cámara de Expendedores de Combustibles para firmar un convenio donde se comprometan a informar a sus clientes no sólo el grado de las naftas sino también el índice de octano”, indicó.
Por último, el diputado santafesino señaló que “en el mercado de los combustibles se especuló que el cambio de calidad puede haber sido obligado por la necesidad de importar combustibles que tuvo YPF a principios de año, cuando salió de servicio una de sus refinerías. Otras opiniones señalan que tal vez fue para bajar costos importaron de naftas de menor calidad”.
El dirigente radical aclaró que dicha medida fue tomada por Repsol, antes de la expropiación, y advirtió que el 90 por ciento de los vehículos que circulan por el país tienen la indicación de sus fabricantes de utilizar nafta súper de 95 octanos, mientras YPF ofrece de 93 octanos. En ese sentido, Pullaro impulsa desde la Cámara baja de la provincia una serie de medidas para alertar acerca de esta situación.
“El principal problema es que la gente no sabe qué combustible usa para su vehículo, ya que la decisión de YPF en las naftas súper no fue debidamente informada a los usuarios, incluso éstos desconocen cuáles son las indicaciones que las automotrices realizan respecto a este tema. La situación es compleja ya que YPF posee cerca del 55 por ciento del mercado de los combustibles, y la nafta súper representa el 70 por ciento del consumo de naftas”, indicó Pullaro.
“YPF cumple con la normativa vigente –continuó–, pero la nafta súper que ofrece no cumple con los requisitos que determinan la mayoría de la empresas que fabrican vehículos, es decir el motor del 90 por ciento de los autos fueron diseñados para un combustible que desde marzo pasado la empresa dejó de ofrecer. Ésta es una preocupación que queremos señalar, y creemos que hay que tomar medidas rápidas, unas que apunten a una mejor información de los usuarios, y al mismo tiempo ver la posibilidad de que YPF vuelva a ofrecer nafta súper de 96 octanos”.
Además, el legislador radical que integra el bloque del Frente Progresista expresó: “La ausencia de una normativa nacional que les exija a las empresas y surtidores informar a sus clientes acerca del índice de octanos de los combustibles, hace que consumidores carguen combustible con una composición que, si bien no vulnera ninguna normativa, es contraria a la que recomiendan las empresas automotrices para sus vehículos.
“Por esa razón, presenté un proyecto solicitando a la Secretaría de Energía de la Nación que modifique el artículo 5 de la resolución Nº 05/2012, a fin de que sea obligatorio para todas las estaciones de servicio informar a los consumidores, a través de carteles visibles, el número o índice de Octano RON y el grado al cual pertenece la nafta que despachan”, contó Pullaro.
Asimismo, en la iniciativa que ingresó a Diputados le pide a la Secretaría de Energía de la provincia que “evalúe la posibilidad de celebrar un convenio con la Cámara de Expendedores de Combustibles de Santa Fe, con el objeto de garantizar la información adecuada a los consumidores indicando de manera clara y visible el índice de octano y el grado al que pertenecen”.
En los fundamentos del proyecto, Pullaro explicó que “la medida impulsada por la petrolera consistió en bajar la calidad del octanaje de 96 a 93 RON. La misma se tomó en el pasado mes de marzo, dos meses antes de la expropiación de la petrolera a Repsol, y fue comunicada mediante la Ficha Técnica Nº 2, modificando la resolución Ficha Técnica Nº 705 de enero del 2011. Por lo tanto, desde marzo la nafta súper YPF –o de grado dos– está en el límite mínimo para la categoría, ya que con un octano menos pasaría a ser nafta de grado uno o nafta común. A su vez, en las estaciones de servicio de YPF la rebaja de calidad no fue acompañada por un recorte en el precio de venta”.
El impacto de la medida
Entre las argumentaciones del proyecto, el diputado radical manifestó que “el impacto de la medida de la petrolera no es menor, ya que si bien el resto de las empresas que venden naftas en el país explicaron que no imitaron la decisión de YPF y mantienen el mismo octanaje, es importante señalar que según algunos informes YPF posee cerca del 55 por ciento del mercado de los combustibles, y la nafta súper representa el 70 por ciento del consumo de naftas”.
“Mas allá de esta controvertida decisión y la escasa o nula comunicación a los clientes/usuarios, la compañía se mantiene con los mínimos de octanaje que dispuso la Secretaría de Energía de la Nación, que indica que la nafta súper debe tener un mínimo de 93 RON (sigla en inglés que significa Número de Octano Research), con lo cual la medida no transgrede la normativa vigente”, señaló Maximiliano Pullaro.
“Los fabricantes de autos diseñan sus motores, entre otras cosas, en función del combustible que usarán. Hoy el 90 por ciento de los vehículos que circulan por el país necesitan, como mínimo, combustible de 95 octanos y así lo especifican en sus manuales e incluso en las tapas de combustibles. Por lo tanto, según algunos especialistas como el ingeniero Alberto Garibaldi, esta cuestión que se plantea puede aumentar la probabilidad de que los vehículos tengan algún problema”, agregó.
Ante esa situación, el legislador solicitó tomar algunas medidas. “En primer lugar, un cambio en la normativa vigente para que el índice de octanaje sea informado en todas las estaciones de servicio de manera clara y visible. Por otro lado, le encomendamos a la Secretaría de Energía de la provincia a que convoque a la Cámara de Expendedores de Combustibles para firmar un convenio donde se comprometan a informar a sus clientes no sólo el grado de las naftas sino también el índice de octano”, indicó.
Por último, el diputado santafesino señaló que “en el mercado de los combustibles se especuló que el cambio de calidad puede haber sido obligado por la necesidad de importar combustibles que tuvo YPF a principios de año, cuando salió de servicio una de sus refinerías. Otras opiniones señalan que tal vez fue para bajar costos importaron de naftas de menor calidad”.
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