Científicos de Argentina, Brasil, Uruguay, EEUU, Canadá y el Reino Unido lo descubrieron. Lo califican como "una puerta gigante" que se abre en el combate contra la enfermedad.
La chinche transmisora del parásito a través de su materia fecal.
Científicos de Argentina, Brasil,
Uruguay, Estados Unidos, Inglaterra y Canadá trabajaron en conjunto y
lograron un avance fundamental en la lucha contra el mal de
Chagas-Mazza. Después de casi una década de trabajo, investigadores de
seis países decodificaron el genoma de la vinchuca, el insecto que
transmite la enfermedad. En la Argentina, según datos oficiales, hay 2,3
millones de infectados, la mayoría en extrema pobreza.
Los especialistas explicaron que el trabajo abre una
"puerta gigante" para encontrar alternativas de combate contra este mal.
"A partir de ahora, se podrá avanzar en estudios que permitan un mayor y
eficaz control de la infección que sufren en América latina más de 16
millones de pacientes", aseguró el investigador platense Gregorio Rivera
Pomar, del Centro Regional de Estudios Genómicos de la Universidad de
La Plata.
El descubrimiento fue presentado ayer en La Plata en
el 3º Workshop Internacional de Genómica y Biología de Triatominos.
Además, el resultado fue publicado en la página www.vectorbase.org, que
contiene todos los avances relacionados con transmisores de enfermedades
humanas. También se publicará en la revista Science.
Más de 30 científicos y becarios de Argentina,
Uruguay, Brasil, EEUU, Inglaterra y Canadá integraron el equipo que
logró descifrar un código genético que tiene más de 700 millones de
letras.
La exposición estuvo a cargo del investigador
brasileño Pedro Oliveira, de la Universidad Federal de Río de Janeiro,
líder del grupo.
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos
financió con más de cuatro millones de dólares al consorcio
internacional de investigadores que logró decodificar el ADN del insecto
transmisor, el Rhodnius prolixus. Hasta ahora se conocía el genoma
humano y el genoma de Trypanosoma cruzi, el parásito causante de la
enfermedad.
Cerrar el círculo
"Necesitábamos también conocer el genoma del insecto
vector para cerrar el círculo contra la enfermedad", dijo el científico
platense.
Los investigadores aclararon que se eligió trabajar
sobre esta especie por ser de las más sencillas de manipular y criar en
laboratorio, además de tener un genoma relativamente pequeño, que hizo
más accesible el trabajo. Entre los entendidos ayer se debatió que en la
Argentina el vector mas importante de la enfermedad de Chagas-Mazza no
es el Rhodnius prolixus, sobre el que se basó el trabajo, sino el
Triatoma infestans. El Rhodnius proxilus prevalece en varios países
sudamericanos y centroamericanos y del sur de Estados Unidos mientras
que el Triatoma es más común en nuestro país y en Brasil.
Hoy en día no hay vacuna contra el agente causal del
Chagas-Mazza ni tampoco cura efectiva y muchas personas en la Argentina
cargan con la infección sin siquiera haber vivido en las provincias del
norte, donde la enfermedad es más común.
La vinchuca es un insecto hematófago, es decir, que
se alimenta exclusivamente de la sangre de personas y animales. Cuando
pica a una persona o un animal que tiene Chagas, toma su sangre y con
ella ingiere los parásitos de la enfermedad, que se reproducen su
intestino. Cuando vuelve a picar, expulsa los parásitos con su materia
fecal e ingresan al organismo de la persona que se rasca en la picadura.
Así se contrae chagas por "vía vectorial". El médico brasileño Carlos
Chagas descubrió el mal y el galeno argentino Salvador Mazza lo
investigó.
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