La función se concretará el próximo domingo a las 20. Las entradas generales tienen un valor de 25 pesos y se pueden conseguir en la boletería del Teatro. Invita compartir esta experiencia de “disfrutar sin ver”, “Mirame bien”, movimiento de personas ciegas y con baja visión de Santa Fe.
Un Don Juan
“El purgatorio de Don Juan”, de Gerardo Croci, cuenta la historia de Don Juan Tenorio y su lacayo Catalinón, quienes desandan el camino que llevó a este legendario símbolo sexual masculino hasta el purgatorio donde será juzgado junto a las mujeres que él burló, o de las que fue víctima: Doña Ana, La Duquesa Isabela, Belisa, Aminta, Tisbea. ¿Burlador o la víctima de un mundo confuso? Un juego teatral que compromete al público a encontrar la verdad para que el burlador de Sevilla tenga su último y merecido destino. En esta encrucijada, la última, Don Juan cuenta con posibilidad de enmendar sus actos. Antes de llegar a su destino final, será juzgado.
Teatro inclusivo
El “Teatro para disfrutar sin ver” está inspirado en el “Teatro ciego” o “Teatro a ciegas” que es una nueva forma de sentir lo real; así, las personas se ven obligadas a percibir la realidad desde otro lugar, con otra magnitud, inmersos en un espacio sin luz. Esta técnica se ofrece como un medio que facilita el desarrollo de las capacidades de cada individuo, a la vez que fomenta el trato igualitario y la empatía, destruyendo los preconceptos de la imagen y los efectos negativos que su idealización produce. En el Teatro para Ciegos se borran las diferencias entre las personas, diferencias que son aparentes y que sólo se perciben a través de la vista.
La técnica “Teatro ciego” o “Teatro a ciegas” surge en Córdoba (Argentina) en 1991 cuando, Ricardo Sued, inspirado en las técnicas de meditación en la oscuridad practicadas en los templos “Zen” Tibetanos, decide realizar una obra de teatro en total oscuridad. En 1994 se presenta en el teatro “Espacio Giesso” y en el Teatro “Arte” de Belgrano, con un nuevo elenco conformado por actores de Buenos Aires, donde actua como protagonista Gerardo Bentatti. En el año 2001, Gerardo Bentatti, junto con un el elenco conformado en su mayoría por actores ciegos (miembros del grupo de teatro leído de la Biblioteca Argentina para Ciegos) comienza a representar obras de teatro en la oscuridad. Un año después el grupo Ojcuro estrena “La isla desierta” de Roberto Arlt en el “Teatro Anfitrión”, para luego reestrenar en las instalaciones de la “Fundación Konex”, donde permanecen en cartel hasta junio de 2008.
Con el objetivo de fomentar la creación de nuevos espectáculos y el desarrollo pleno de la técnica surge la necesidad de contar con un espacio propio, es así como junto con Martín Bondone deciden encarar el ambicioso proyecto de alquilar un lugar y poner en funcionamiento un nuevo espacio. Luego de mucho trabajo y esfuerzo, el 4 de julio de 2008 abre sus puertas el primer teatro a ciegas del mundo, un espacio donde todos los espectáculos son presentados en la más absoluta oscuridad, buscando el desarrollo cooperativo e igualitario de sus miembros.
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