La jueza Mirta Esley, que investiga las causas del accidente ocurrido ayer en la localidad puntana de Zanjitas, donde murieron ocho personas, afirmó hoy que el conductor del colectivo escolar "fue advertido" por los pasajeros que venía un tren de carga pero aparentemente no escuchó porque "venía escuchando música con auriculares".
La magistrada destacó que el accidente "fue más grave" porque el tren "engancha" al colectivo y "lo arrastra 300 metros, durante lo cual empieza a dar tumbos. Si el impacto hubiera sido mayor lo hubiera despedido de las vías".
Esley afirmó en declaraciones al canal de noticias C5N que el micro que transportaba a 49 personas de la comunidad educativa del colegio religioso Santa María "venía a una baja velocidad" al llegar al paso a nivel, donde se produjo el accidente en el cruce con la ruta provincial 3.
Sin embargo, los testimonios dan cuenta de que el motor "hace un ruido ascendente y luego descendente, se ahoga y queda anclado en medio de las vías y no pudo salir de allí", precisó la jueza.
El tren "venía muy cargado, traía dos locomotoras e impactó al colectivo del medio hacia atrás a una velocidad de 18 kilómetros por hora".
Esley dijo que "llama mucha la atención que las ropas del chofer estén prácticamente limpias, sin rastros del accidente" y, en ese sentido, destacó que "hay una rotura en el parabrisas y tenemos testimonios que dicen que el chofer no estaba al momento del impacto, por lo que bien pudo haber bajado o saltado".
La jueza no precisó cuánto tiempo estuvo parado el colectivo en medio de las vías aunque aseguró que "debió haber sido un ratito ya que iba precedido por religiosos que iban más adelante en autos particulares".
"Hay comentarios de testigos, que aún no fueron incorporados a la causa que hablan de que el chofer iba escuchando música con auriculares y que los pasajeros le pedían que mirara el paso del tren. También está la desesperación de los maquinistas que querían detener la formación", manifestó la jueza.
Según la jueza, "hubo una vacilación total en el paso a nivel" de parte del chofer.
También informó que era correcta la señalización de las vías, donde no había barreras.
Esley dijo que cuando llegó al lugar del accidente se encontró "con un panorama devastador, todo lo que se pueda decir es poco. Es una cosa muy fuerte e impactante ya que se trataba de niñas pequeñas que habitualmente hacían esas excursiones solidarias".
"Estaba todo desparramado en las vías, los juguetes, la ropa y las tortas que las niñas habían hecho para compartir; pero lo más fuerte fue para los padres que venían detrás del colectivo, ya que vieron el ómnibus de sus hijos dar vueltas por el aire", destacó la jueza.
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