"Nuestra región nuevamente fue escenario de acontecimientos violentos desarrollados por un grupo de dirigentes de la Uocra Reconquista", denuncia el parte de prensa que rubricaron en conjunto los centros comerciales de Avellaneda y Reconquista, el Centro Empleados de Comercio de Avellaneda, los municipios de las dos ciudades, concejales, el Colegio de Abogados de Reconquista, la empresa Vicentín Saic y la Unión Agrícola de Avellaneda.
Esos actores públicos y privados hacen hincapié en que los ciudadanos, especialmente de Avellaneda y Reconquista, observan ya no con sorpresa pero sí con impotencia, "la metodología violenta que viene adoptando este grupo de dirigentes y sus seguidores", protagonistas de protestas gremiales de gran intensidad que hacen del corte de ruta y quema de neumáticos un denominador común.
La situación "nos provoca", verbalizan una elevada preocupación, pues si bien el conflicto laboral, objeto de la protesta, puede y debe ser resuelto por las partes involucradas, la defensa de los derechos esenciales de los ciudadanos queda "a la deriva, sin protección alguna".
Es así como exponen su rechazo de forma contundente al "accionar violento y extorsivo de estos grupos". Y en ese plano, agregan que es evidente que no se ha tomado conciencia de las graves consecuencias que pueden provocar estos actos de violencia, ni de parte de los protagonistas de las protestas y más lamentable aún, ni de las autoridades encargadas de mantener el orden y asegurar el cumplimiento de la ley.
Derechos y seguridad
La intranquilidad institucional y empresaria del área metropolitana está motivada en que no sólo "se quebrantan derechos de los ciudadanos, sino que elementales normas de seguridad están seriamente amenazadas" a partir de la quema intencional de neumáticos y el uso irracional de bombas de estruendo.
Asimismo, se precisa que el "virulento accionar sindical" de los popes de la Uocra Reconquista fue materializado en contra de algunas constructoras, a escasos metros de importantes cantidades de combustible, o en establecimientos que tienen cargas de fuego muy importantes, que en caso de arder pondrían en peligro no sólo a las empresas sino también a toda la ciudadanía, ya que algunos sectores de viviendas se verían seriamente afectados.
Aun así, las fuerzas vivas se reconocen "no partidarias" de criminalizar las protestas, ni cuestionar los legítimos derechos de los trabajadores y reclamar por algo que consideran justo hacerlo.
Miedo y violencia
Pero, insisten en rechazar con absoluta firmeza la metodología utilizada, que deja a la inmensa mayoría de los ciudadanos "prisioneros del miedo, la violencia y la intimidación". La libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten y los comportamientos de los dirigentes de la Uocra las transgreden en tanto "observamos con impotencia la impunidad reinante".
"La metodología usada está agotada y constituye una amenaza de un grupo que intenta imponer su poder, sus propias leyes, mediante la intolerancia y la violencia, a la sociedad en su conjunto, desmereciendo del diálogo y creyéndose impunes", sentencian.
La violencia, en cualquiera de sus formas, desnaturaliza el derecho y se constituye en un acto arbitrario, apunta el escrito en su tramo más técnico; mientras que en términos políticos indica que "recurrir a la fuerza, para solucionar los conflictos, o para imponer una idea, es justamente la negación de la democracia como forma de vida". En suma, finaliza la misiva, "hoy la violencia está doblegando la razón y el derecho, y es realizada con la finalidad de imponer el miedo y mantener en la sociedad el estado de intimidación permanente".
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