La dirigente del Movimiento Evita, Alejandra Fedele, denunció ayer ante el interventor del Pami Rosario, Tomás Aleta da Sylva, una presunta estafa por el sepelio de un afiliado. La acusación hace foco sobre los dueños de una cochería, pero abre sospechas hacia empleados del policlínico de Olivé al 1100 por ciertos detalles de la situación ventilada.
El 28 de agosto pasado falleció en la terapia intensiva del Pami II un afiliado que estaba internado por haber sufrido un accidente cerebro vascular. Pocos minutos más tarde, en la misma sala donde el paciente acababa de morir, un hombre que se presentó como "encargado de la Cochería Rosario" abordó a la hija del fallecido y le dijo que era quien debía prestar el servicio de sepelio dentro de la institución. Liliana M., todavía impactada por el deceso de su padre, oyó que el hombre -identificado como Jonathan Novara- le pedía DNI y recibo de sueldo del difunto. El certificado de defunción no, porque ya estaba en su poder. El Pami se lo había dado al servicio fúnebre de Sarmiento al 1700, en lugar de otorgárselo al familiar. Según la exposición de la mujer y de la dirigente social, Novara le mintió al decir que Pami no cubre sepelios y pidió 4.000 pesos para realizar el servicio: 2.200 al momento de la inhumación, los 1.800 restantes lo percibiría el empresario "personalmente por Ansés", en alusión al Subsidio de Contención Familiar previsto para estos casos. Liliana M. aceptó lo impuesto como si fuera el trámite de rigor. Debió pedir dinero prestado para pagar lo exigido. Pero al comentarlo en el seno del Movimiento Evita donde participa, en barrio Municipal, enhebró sospechas. La cochería entregó a la hija del difunto un recibo por los 2.200 pesos, y retuvo el certificado de defunción de su padre. Fedele consultó por teléfono a la misma cochería por el mismo servicio para un hipotético afiliado de Pami. Le informaron que "el servicio le costaría $1.800 y que serían cubiertos por la obra social de jubilados". Fedele y otra vecina fueron al día siguiente a pedir explicaciones en la cochería. Las atendieron Néstor y Jonathan Novara. "Nos quiso arrebatar con violencia el comprobante de pago y terminamos de malas maneras la conversación", reveló la representante del Movimiento Evita. La denuncia refirió posteriores amenazas telefónicas de Novara hijo en los días sucesivos: "Le dijo a Liliana que frene todo, que pare a esas dos locas, porque sino muchas personas que trabajan en el Pami iban a quedar sin trabajo, y llegó a decirle que iba a terminar como el padre". Cuando Liliana acudió al Pami II a pedir la historia clínica de su padre, personal del centro asistencial le respondió que la habían extraviado. Y al salir se topó con Novara padre: "Le impidió el paso, la retuvo contra la pared, la insultó, la amenazó y la lastimó en el brazo y el hombro, ante la pasividad del guardia de seguridad que presenció la agresión", agregó Fedele. Novara estuvo demorado en sede policial y recuperó la libertad. Liliana aseguró que en los últimos días vio distintos vehículos de la cochería denunciados turnándose para quedarse estacionados frente a su casa, lo que interpretó como otra intimidación. Ayer, Rosario/12 consultó a los empresarios fúnebres, pero Jonatan Novara negó la veracidad de la denuncia y se abstuvo de contar su versión. El interventor del Pami instruyó al personal que impida el ingreso de los denunciados a los policlínicos y quedó en profundizar la investigación administrativa y en elevar el caso a la Justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario