viernes, 23 de septiembre de 2011

SANTA FE...“Fue estremecedor escuchar el sonido de tantos disparos”

El día de la primavera terminó con un sabor amargo para los vecinos de barrio Parque Juan Garay, cuando en medio de la celebración con grupos musicales, un hombre fue baleado frente a su familia.

“Fue estremecedor escuchar el sonido de tantos disparos”

Entre los restos de envoltorios de sandwiches y botellas de gaseosas, a dos cuadras del Parque Garay quedaron tiradas en la vereda casi una decena de casquillos de bala. Las municiones activadas, objetos extraños a cualquier celebración, fueron el resultado de un violento ataque a un hombre de 34 años, que caminaba junto con su mujer y sus dos hijitas por las calles aledañas al lugar donde se desarrollaba el Festival de Cumbia Primavera. “Me acuerdo clarísimo. Eran las 19, cuando se escuchó la balacera. Fue estremecedor sentir tantos disparos juntos. En forma inmediata, todos los vecinos salimos a ver qué pasaba”. El relato pertenece a Yolanda Forgioni, integrante de la vecinal que nuclea a los vecinos de la zona, quien explicó cómo se produjo la agresión contra Claudio Lescano (34), sobre calle Crespo al 3.900. Y el testimonio se torna aún más oscuro. “Ellos venían caminando en dirección hacia el oeste. Era un matrimonio con dos nenitas muy chiquitas, de entre dos y cinco años. La cuadra estaba llena de gente que iba y venía, porque el festival de música todavía estaba sonando. En un momento, una moto se frena, se baja un hombre y desde apenas unos metros de distancia le vacía el cargador en el cuerpo. El muchacho inmediatamente se desploma y la mujer y las nenas empiezan a gritar desesperadas”, agregó Forgioni. La cantidad de personas presentes en el lugar permitió a la policía recabar información sobre testigos que presenciaron el hecho desde distintos ángulos. De esta manera, se supo que apenas el hombre volvió a subir a la moto, le dio el arma a la mujer que viajaba con él en el vehículo. El muchacho nunca perdió el conocimiento. Mientras tanto, de fondo seguían sonando las bandas tropicales que, desde las 16, estaban tocando a beneficio del Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia. Características mafiosas “La sensación que nos queda a los habitantes del lugar es de estupor absoluto y la más profunda preocupación. Éste es un barrio muy grande pero con gente trabajadora, muy familiar. Este hecho no fue un simple robo, tuvo características casi mafiosas”, apuntó indignada la mujer. De esta manera, la vecina describió el hecho de que al hombre le dispararan tanta cantidad de balas, herirlo en las piernas y el estómago y con tanta proximidad. “En barrio Juan de Garay no estamos en la caldera del diablo. Pero estas situaciones asustan mucho. Lo que puedo decir es que la policía llegó al instante y también la ambulancia. Pero lo que más me impactó y me dolió fue ver a las nenas mirando a su papá y la mujer gritando, estaban todas muy desesperadas”. En este sentido, Forgioni quiso distinguir los reclamos de seguridad del barrio con este último episodio. “La violencia de este caso no es lo normal, no es lo cotidiano. Ésta es una zona como todos los demás puntos de la ciudad, que necesita prevención en materia de seguridad. Hace poco pedimos que se resguarde a los chicos en los horarios de ingreso y salida del colegio, y ésas son acciones cotidianas que ayudan mucho, pero un acto como el del día miércoles es muy difícil de frenar, estaba pensado”, agregó. Es la experiencia en los reclamos por protección lo que le da a Forgioni la autoridad para hablar sobre el tema. En junio participó de la reunión que mantuvieron los vecinos con autoridades de la comisaría Cuarta y del Ministerio de Seguridad y desde la vecinal del barrio siempre ha alzado la voz para insistir en la prevención del delito. “Ellos nos dicen que han intensificado las rondas de patrullaje y es cierto, porque nosotros lo vemos más que antes. Pero no alcanza. Y lo que está pasando, en particular, con los estudiantes es que los asaltan en los horarios de entrada y salida del colegio. Además de que hay veces que los delincuentes ingresan a las escuelas, o que abren los autos de los profesores. Hay que focalizar en los chicos la protección”, agregó.

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