En medio de una serie de ataques a trabajadores en diferentes barrios, donde incluso balearon móviles de la empresa, desde el gremio reclaman protección policial. “No entendemos por qué este ensañamiento”, expresaron.
Son muchos en poco tiempo, y cada vez más graves. Por eso, ante la serie de ataques registrados en las últimas semanas contra empleados de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), desde el gremio piden protección policial para trabajar en algunas zonas. Y advierten sobre el peligro de que, en ese contexto de temor generalizado, ocurran accidentes laborales con la manipulación de corriente.
El secretario gremial local de Luz y Fuerza, Alberto Botto, aseguró este martes en Radio 2 que los últimos hechos registrados “son más que preocupantes, y van subiendo en gravedad, por lo que la situación llega a su límite”. Ya que, según sostuvo, además de la agresión a mano armada denunciada este lunes contra un operario en la zona sur de la ciudad, hay muchos otros episodios “que no trascienden”.
“Es llamativo porque nunca se había dado esto, por lo menos no con esta intensidad”, analizó el delegado de los trabajadores, y agregó: “Antes se daba en horas de la noche pero ahora a plena luz del día. Antes se hablaba de la proximidad de villas –como causa de los delitos– pero ahora ni siquiera es necesario eso”.
“No entendemos por qué este esnañamiento con los trabajadores”, lamentó en el programa La primera de la tarde, y dijo, en consecuencia, que el sector necesita “otro tipo de protección para que esto no llegue a mayores”.
En ese sentido, Botto fue preciso en su reclamo y consideró que a los móviles de la EPE les urge contar, por ejemplo, con “un patrullero cerca para que por lo menos ayude a prevenir estas situaciones”.
Sólo por citar otros dos casos de violencia, Rosario3.com reflejó el pasado jueves cómo vecinos de San Lorenzo y Matienzo retuvieron una cuadrilla durante dos horas para exigir una solución a desperfectos, y también la brutal agresión del mes pasado contra un técnico cuando fue a medir el consumo a una vivienda en el distrito noroeste.
Por último, el gremialista advirtió sobre el riesgo de que puedan producirse accidentes laborales a causa de la manipulación de elementos eléctricos bajo el manto de presión que representa esta situación de conflicto con algunos vecinos que no reciben de la mejor manera a las unidades de la empresa, muchas veces porque se encuentran enganchados al servicio y defienden sus conexiones ilegales.
“A la preocupación de que los baleen o apedreen, los trabajadores suman el riesgo de trabajar con energía eléctrica. Así uno no se puede concentrar en el trabajo y se puede producir un accidente laboral”, señaló.
El secretario gremial local de Luz y Fuerza, Alberto Botto, aseguró este martes en Radio 2 que los últimos hechos registrados “son más que preocupantes, y van subiendo en gravedad, por lo que la situación llega a su límite”. Ya que, según sostuvo, además de la agresión a mano armada denunciada este lunes contra un operario en la zona sur de la ciudad, hay muchos otros episodios “que no trascienden”.
“Es llamativo porque nunca se había dado esto, por lo menos no con esta intensidad”, analizó el delegado de los trabajadores, y agregó: “Antes se daba en horas de la noche pero ahora a plena luz del día. Antes se hablaba de la proximidad de villas –como causa de los delitos– pero ahora ni siquiera es necesario eso”.
“No entendemos por qué este esnañamiento con los trabajadores”, lamentó en el programa La primera de la tarde, y dijo, en consecuencia, que el sector necesita “otro tipo de protección para que esto no llegue a mayores”.
En ese sentido, Botto fue preciso en su reclamo y consideró que a los móviles de la EPE les urge contar, por ejemplo, con “un patrullero cerca para que por lo menos ayude a prevenir estas situaciones”.
Sólo por citar otros dos casos de violencia, Rosario3.com reflejó el pasado jueves cómo vecinos de San Lorenzo y Matienzo retuvieron una cuadrilla durante dos horas para exigir una solución a desperfectos, y también la brutal agresión del mes pasado contra un técnico cuando fue a medir el consumo a una vivienda en el distrito noroeste.
Por último, el gremialista advirtió sobre el riesgo de que puedan producirse accidentes laborales a causa de la manipulación de elementos eléctricos bajo el manto de presión que representa esta situación de conflicto con algunos vecinos que no reciben de la mejor manera a las unidades de la empresa, muchas veces porque se encuentran enganchados al servicio y defienden sus conexiones ilegales.
“A la preocupación de que los baleen o apedreen, los trabajadores suman el riesgo de trabajar con energía eléctrica. Así uno no se puede concentrar en el trabajo y se puede producir un accidente laboral”, señaló.
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