La víctima yacía entre piedras, losetas y restos de mampostería con la cabeza destrozada a golpes.El macabro hallazgo fue puesto en conocimiento de la Policía y en contados minutos personal especializado de la URI tendía un vallado para preservar la escena.
Agentes de la Sección Homicidios y peritos de la Policía Científica coincidieron en el lugar, un espacio destinado al almacenamiento de materiales en desuso emplazado en Bv. Pellegrini frente al Centro Profesional Nro. 1.
Desde un primer momento, aún antes de que el cadáver fuera examinado por el médico de la repartición, policías y municipales tuvieron en claro que estaban ante un crimen.
La víctima de homicidio, cuya identidad trascendió recién en las primeras horas de la tarde, yacía de bruces sobre el piso con el cráneo destrozado a golpes entre baldosas, losetas, bloques de cemento y piezas metálicas.
Las ropas del occiso estaban en completo desorden y a escasa distancia fue hallada una campera blanca, prenda que asociada a un pantalón de jean hizo pensar en un joven vecino de la zona oeste _Rubén Eduardo Vergara (32)_ cuyo paradero fue solicitado por sus familiares una semana atrás en la Seccional 4a.
El episodio criminal atrajo la atención de númerosos empleados municipales, quienes coincidieron al afirmar que aún cuando el cuerpo llevaba días en el lugar, nadie lo había advertido por cuanto rara vez el personal ingresa a ese lugar.
El galpón en cuestión linda con un terreno baldío que cuenta con un muro perimetral. Los fondos dan con el terraplén ferroviario que separa el establecimiento del barrio Villa del Parque.
El baldío y un agujero que se podía observar en el muro del galpón fueron objeto de especial atención por parte de los investigadores. Allí, como el mismo sitio donde yacía el cuerpo de la víctima se buscaron huellas, rastros y demás vestigios que puedan conducir al asesino.
Todo parece indicar que Rubén Vergara, la víctima y su victimario _posiblemente en compañía de otros individuos_, ingresaron por los fondos de la Maestranza a través de un boquete que practicaron ellos mismos o que ya existía tiempo atrás en la pared del galpón.
El cuadro sugería que los protagonistas de este nuevo episodio criminal ingresaron a la escena de común acuerdo, por lo que es posible imaginar que la policía tiene a quien buscar esta misma tarde.
Con conocimiento de la Justicia competente y por razones de jurisdicción las actuaciones sumarias se instruyen en la Seccional 4a. de Policía.
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