La escuela Nº 43 había comprado una piscina inflable para la colonia de vacaciones. Se las robaron antes de estrenarla. Solo dos días, los martes y los viernes, la escuela Nº 40 les presta su sede para que puedan practicar en el agua.
Diario UNO |
El Paraje El Chaquito se encuentra en la jurisdicción comunal de Monte Vera, en lo que sería la continuidad de la avenida General Paz hacia el norte, en paralelo con la laguna Setúbal, escasos kilómetros después del Gada. Allí tiene su sede la escuela Nº 43, a la cual concurre la mayoría de los chicos de la zona.
Muchos de ellos no cuentan con la posibilidad de visitar con frecuencia un club o una colonia de vacaciones que esté de moda en la ciudad; es por ello que –al igual que el resto del año– el establecimiento escolar es el que se encarga de brindar oportunidades diferentes que muchas veces no se vinculan con aprender a leer o hacer operaciones matemáticas.
Luego de varias gestiones, las autoridades de la institución educativa lograron la designación de cargos docentes y de un guardavidas para que esos nenes concurran a una colonia de vacaciones gratuita. Como no contaban con una pileta de natación, la cooperadora de la entidad compró una, inflable. Sin embargo, no llegó a ser estrenada, porque la robaron la noche en que fue montada.
“Nuestra escuela tiene colonia desde el año pasado, con cargos asignados por la provincia. Dos veces por semana los llevamos a la escuela Nº 40 de Monte Vera, porque ellos tienen pileta. Con mucho esfuerzo, pagamos el transporte para todos con fondos propios. El resto de los días, por costos y porque en esa escuela funciona su propia colonia, nuestros chicos tienen las actividades en nuestro establecimiento”, comenzó a explicar Mercedes Benedetti, directora de la escuela Nº 43.
“Como entendíamos que los chicos tienen derecho a tener las actividades de cualquier chico que va a colonia, una asistente escolar nos prestó una pileta de lona y la cooperadora compró una pileta inflable de 5,5 metros de diámetro, para 21 mil litros de agua. Cuando llegó la estiramos entre cinco y aún así nos costaba. Estábamos tan contentos, felices. Además, es mucha plata lo que vale, al menos para nosotros”, continuó el relato.
—¿Qué pasó luego?
—La dejamos cargando para inaugurarla el día siguiente; pero cuando llegamos no estaba más. Nos robaron la pileta. ¿Nos? No, no a nosotros, a todos los niños para quienes está destinado nuestro esfuerzo. A los niños de entre cinco y 12 años que asisten a la escuela, y a la colonia, a la infancia, a todos. Alguien decidió que nuestros niños no iban a poder disfrutar de este verano. Alguien se adueñó de las ilusiones de la infancia de esta zona.
Fuera de lo común
“La verdad es que uno de los valores del paraje El Chaquito es la seguridad. Una vez nos desapareció una soguita para atar un caballo, pero fue el único hecho de inseguridad que recuerdo. El día que nos robaron la pileta, después de insistir, nos mandaron un agente de Ángel Gallardo, pero no tuvimos novedades. La verdad, nos arruinaron el verano. Fue un año entero de juntar plata”, se lamentó la directora.
Más allá de lo material, Benedetti se mostró triste por la sensación que quedó en muchos de los que viven y trabajan en la zona. “Este es un lugar donde se mantiene la cultura de los pueblos, de los chicos en la calle con bicicleta. Era fundamental la colonia. Muchos de los nenes no tienen posibilidad de ir a ningún lado desde que terminan las clases en diciembre hasta que vuelven a empezar en marzo”, señaló a Diario UNO.
Y agregó un dato significativo: “El año pasado perdimos un alumno que se ahogó en el río. Muchos de los chicos viven muy cerca de la costa cerca del agua, es fundamental que aprendan a nadar; además de que tienen derecho a divertirse, a transitar su infancia jugando, aprendiendo, como todo chico. Nuestra idea para el año que viene, aún en análisis, es tener una pileta de material o de fibra de vidrio”.
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