Gabriel ni siquiera era simpatizante de uno de los dos equipos de la ciudad. Pero esa tarde estaba con unos amigos de Newell`s en esa fatídica esquina de barrio Ludueña cuando hinchas de Central pasaron disparando. Avanza la causa judicial.
/Rosario 12 |
A días del aniversario de la muerte de Gabriel Aguirre, el niño de 13 años asesinado en Casilda y Camilo Aldao, de barrio Ludueña, tras un clásico de Newell`s y Central; la Justicia procesó al acusado de haberle disparado. Gabriel era hincha de Boca, tocaba la guitarra y cursaba el 7º grado de la escuela 1027 Luisa Mora de Goldín. Aquella tarde de domingo, el chico tocaba el redoblante en la esquina de Junín y Camilo Aldao, donde sus amigos cantaban canciones de su equipo, con camisetas de Ñuls, y se insultaban con hinchas de Central que pasaban por esa esquina. Según los relatos, dos pibes se acercaron en moto, con camisetas de Central, y uno de ellos disparó hacia el pasillo. Ahí mismo, en la corrida, Gabi se desplomó. Según el fallo del Juzgado de Instrucción 6º, las acusaciones de varios testigos alcanzaron a dos hermanos, uno de ellos menor de edad. El mayor de ellos, Hugo Garay, alias Gabito, irá a juicio sindicado como el autor de los disparos.
"Todo el plexo probatorio cimienta la autoría responsable de Garay quien agredió a la víctima encontrándose con otro individuo mayor de edad (M.F.V, hermano del acusado), y que disparó directamente a Aguirre con un arma de fuego en más de una ocasión, logrando acertar con un disparo en la espalda", expresa la resolución firmada por el juez Juan Carlos Vienna, en subrogancia.
Gabriel fue, durante meses, recordado con mucho dolor en barrio Ludueña, y tras el hecho se realizaron marchas reclamando justicia. El chico estaba a punto de terminar la escuela primaria, soñaba con estudiar música y con el viaje de estudios que realizaría con sus compañeros, y era muy cercano a las actividades del cura Edgardo Montaldo en el barrio.
El hecho en el que el pibe aquel perdió la vida aquel 20 de octubre, empezó como una travesura: amigos de Gabriel identificados con las camisetas de Newell\'s tiraban piedras a los que salían por Junín para festejar la victoria de Central. Según los testimonios, había insultos de ambos lados. Uno de los autos frenó su marcha y le gritaron cosas a los chicos. Enseguida pasó la moto conducida por el menor y con Gabito en la parte trasera, desde donde dispararon cuando los chicos comenzaron a correr.
Un testigo relató que "Gabi saltó una zanja, cayó contra un tejido, mientras (el apodado) Gabito seguía a los tiros. Gabi se levantó y un amigo lo quiso ayudar, corrieron unos metros y Gabi se cayó. El pibe salió corriendo; los de la moto pararon y Gabito bajó, le pegó la cara a Gabi, subió a la moto y se fueron". El resto de los relatos que aparecen en la expediente son similares: "Dos pibes que venían en una moto por calle Junín con camisetas de Central"; "por Junín venía una moto roja con dos pibes"; "en eso veo una moto y a bordo de ella dos pibes, cuando estaba corriendo en el pasillo escuché los tiros, miro para atrás y vuelvo a ver la moto y fogonazos"; "eran dos, el de atrás tenía la camiseta de Central en la mano". Otros testimonios nombraron directamente a los hermanos.
El menor, de 17 años, fue arrestado en un allanamiento en el barrio; mientras que su hermano, fue detenido recién en noviembre del año pasado. En su defensa, Garay relató que ese día había ido a la cancha, pero por un incidente a golpes con otro joven, antes de ingresar, decidieron volver a ver el partido al barrio.
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