Con la ley de quiebras como respaldo legal, los trabajadores de un grupo de empresas en crisis avanzan en la consolidación de la gestión cooperativa.
.La Capital |
Una nueva generación de empresas recuperadas por sus trabajadores se abre paso en Rosario. Fabricaciones Rosario y Trechel están a un paso de poder volver a abrir las puertas de sus respectivas plantas y poner en funcionamiento el circuito productivo. En pocos días podrían obtener las decisiones judiciales que los habilitarían para reanudar el trabajo.
Los trabajadores de ambas empresas atravesaron situaciones similares. Tras una crisis patronal decidieron ocupar las fábricas y recuperar sus fuentes de trabajo. Siguiendo los pasos legales para tal fin, y con la ley de quiebras como herramienta fundamental, avanzaron con el objetivo de la gestión cooperativa.
Fabricaciones Rosario está un paso más adelante que Trechel, cuyos obreros aún esperan obtener la matrícula que los habilite a constituirse en cooperativa limitada.
Cabe recordar que la Cooperativa de Trabajo Fabricaciones Rosario Limitada logró su constitución legal después de la sentencia de quiebra comunicada el pasado 28 de mayo. Víctor Lombardo, presidente de la cooperativa, se mostró preocupado por el vencimiento de los plazos que la Justicia ordenó para la realización de un estudio de viabilidad que, de ser favorable, sería el puntapié inicial para volver a producir. "El juez pidió a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR que revise un estudio de factibilidad de la fábrica que nosotros presentamos. El plazo sería de 30 días, pero la semana próxima ya se cumple el mes y desde la Universidad todavía no analizaron la situación. Esto nos preocupa porque nosotros queremos y necesitamos empezar a trabajar", señaló.
Históricamente, Fabricaciones Rosario fabricó piezas para la industria automotriz. Se especializó en la producción de aros de pistón, válvulas y componentes para equipos de GNC. Tras una prolongada crisis, desembocó en la situación actual.
Por su parte, Omar Ferretti, uno de los trabajadores y ahora presidente de la todavía cooperativa de hecho Trechel, contó que tras la sentencia de quiebra, obtenida el 4 de julio, los ánimos cambiaron en la planta productora de jugos y ahora los 26 trabajadores esperan expectantes constituirse como una cooperativa formal.
Trechel tiene una trayectoria de 60 años en la ciudad y llegó a producir 500 mil litros mensuales de jugo. Es una marca reconocida y, más allá de los cambios de hábito en el consumo, tiene buena perspectiva de demanda. El camino de la gestión cooperativa se abrió tras el cierre intempestivo de la fábrica y se consolidó al fracasar un intento de venta.
"Estamos pensando en comenzar a trabajar a pleno en poco tiempo, porque por ahora sólo estamos manteniendo las máquinas, tratando de sostener la situación. Lo fundamental es que, apenas salga el veredicto, ya tenemos todo el sistema aceitado para obtener la matrícula de cooperativa y comenzar a trabajar", explicó.
Asimismo, los 22 obreros de Fabricaciones Rosario continúan con la custodia de las máquinas alojadas en la planta de Presidente Perón al 7400, mientras realizan tareas de mantenimiento y aguardan la decisión judicial del juez Marcelo Bergia para poder comenzar a producir. "Nosotros apelamos a que si el estudio se demora, el juez pueda otorgarnos un permiso provisorio, para poder utilizar las máquinas, con controles mensuales, pero de algún modo necesitamos que nos habiliten a utilizar las máquinas, estamos listos para trabajar", reiteró Lombardo, quién también recordó que en un momento llegaron a ser más de 80 los empleados en la metalúrgica.
"Las expectativas son buenas, nosotros sabemos que todas las piezas que fabricamos están faltando en el mercado del GNC y las grandes empresas están dispuestas a volvernos a comprar, pero nosotros queremos hacer las cosas bien, por eso hasta que no tengamos la autorización del juez no vamos a poner a funcionar las máquinas", remarcó el presidente de la Cooperativa Fabricaciones Rosario.
Respecto de los plazos de Trechel, Ferretti fue prudente, aunque se mostró confiado en que en los próximos días, con la reanudación de la actividad judicial, les sea otorgada la matrícula. "Nosotros ya le expresamos a la jueza Silvia Cicuto lo que queremos hacer como cooperativa con la empresa y por suerte la quiebra salió con celeridad. Ahora apuntamos a la obtención de la matrícula, que es fundamental para poder trabajar y volver a producir todas las marcas que tenemos", dijo.
"Por suerte son productos que se venden solos y sabemos que apenas la matrícula nos habilite a comprar insumos y elementos para trabajar, podremos hacer frente a los requerimientos del mercado", expresó el trabajador de Trechel, quien además aseguró que actualmente la empresa está realizando una producción base, para mantener las máquinas y financiarse. "Queremos alcanzar un caudal de producción importante porque, hoy por hoy, estamos entre un 15 por ciento y 20 por ciento, pero de acuerdo a números que conocemos, la cooperativa es muy viable, porque los repartidores que nos visitan y mucha gente del interior están interesados en la mercadería, así que ni bien contemos con la matrícula estaremos posibilitados de hacer compras de insumos, envases y suministros", detalló uno de los 26 trabajadores que dependen junto a sus familias de esta próxima cooperativa.
Nuevas y viejas. Trazando un comparativo con la lucha de trabajadores que años atrás tuvieron que defender sus fuentes de trabajo con la conformación de una cooperativa, tanto Ferretti, de Trechel, como Lombardo y Vara, de Fabricaciones Rosario, coincidieron en que la gran diferencia está en la rapidez con la que avanzaron.
"La ley de quiebras es una herramienta fundamental para avanzar más rápido, seguramente para nosotros fue más fácil en cuestión de tiempos, si comparamos, por ejemplo con los trabajadores de La Cabaña, quienes mantuvieron una lucha muy intensa", resumió Ferretti. Y Lombardo acotó: "En nuestro caso, después que salió la quiebra, por lo que charlamos con compañeros de otras empresas recuperadas, notamos que en cuestión de tiempos fue mucho más rápido, aunque igual de duro soportar este proceso sin poder trabajar ni cobrar".
Héctor Vara, otro de los trabajadores de Fabricaciones Rosario, también remarcó la necesidad de volver a producir y destacó los pasos seguidos por los trabajadores: "Cuando el juez nos solicitó un informe de viabilidad, nosotros lo hicimos y lo presentamos. Después él dijo que necesitaba que lo revisara la gente de la facultad y ahí es donde estamos trabados", dijo. "Necesitamos que respondan por sí o por no, porque actualmente nosotros estamos subsistiendo gracias a los compañeros de otras cooperativas, como los casos de Mil Hojas y La Cabaña, y nuestras familias que nos están apoyando. Acá estamos todos en la línea de partida, esperando el verde del semáforo, con todas las máquinas preparadas para comenzar a trabajar cuando el juez así lo autorice", dijo.
Asimismo, Vara adelantó que si en los próximos días no tienen una respuesta favorable, solicitarán al juez Bergia que tenga a bien autorizarlos a poner en marcha algunas de las máquinas para cuidar del desempeño de las mismas, debido a que el tiempo que llevan paradas podría afectar su normal funcionamiento, teniendo en cuenta que las herramientas de trabajo ya están en custodia de los trabajadores.
A nivel productivo, Trechel producía, antes del cierre inesperado, unos 350 mil litros promedio, aumentando su caudal en verano. Ahora los trabajadores esperan poder retomar esos niveles en poco tiempo. "Para alcanzar esa producción creemos que no tardaremos demasiado, porque desde el Ministerio de Trabajo de la Nación nos ayudarán con las líneas de autogestión que incrementará la demanda", dijo.
"Después tendremos que gestionarnos otras ayudas posibles en el Ministerio de Desarrollo Social, pero todo eso será luego de obtener la matrícula, que es lo que nos está retrasando", explicó Ferretti, para luego afirmar que de todos modos ya están organizados y trabajando como una cooperativa de hecho.
Los trabajadores de la Cooperativa Fabricaciones Rosario explicaron que cuentan con el apoyo del Ministerio de Trabajo de la Nación, que actualmente está brindando cursos y asesoramiento a los trabajadores calificados.
"Desde que se firmó la quiebra, nunca se conformó una cooperativa tan rápido como nos ocurrió a nosotros. Esperamos lo único que nos falta, que es la decisión de un juez para que podamos volver a trabajar para cumplir con la demanda", remató Vara en coincidencia con el deseo de los trabajadores de Trechel.
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