La chica sobrevivió a 17 puñaladas, pero sufrió múltiples secuelas; el suboficial, que le encargó el crimen a un preso, aceptó 5 años y medio de prisión con una acusación atenuada.
.La Capital |
Luego de pelear más de un año para ser sometido a un juicio oral por el intento de homicidio de su novia, el policía Raúl Jesús Vitar terminó aceptando una condena a 5 años y medio de prisión en un juicio abreviado. El efectivo estaba imputado de contratar a un preso en libertad condicional para asesinar a la chica, a la que ambos dieron por muerta tras un brutal ataque a puñaladas en enero de 2010 en Casilda. Lo acusaban de tramar un crimen por encargo, pero el convenio judicial entre las partes atenuó la imputación y recibió una pena más baja. Estará en prisión domiciliaria hasta que pueda tramitar la libertad condicional y no podrá acercarse a la víctima, una chica de 26 años que sufrió múltiples secuelas por las 17 cuchilladas que casi le cuestan la vida.
El sostenido reclamo del suboficial para ventilar el caso en audiencias públicas había llegado a instancias de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, que aceptó el planteo en noviembre de 2012 (ver aparte). Pero finalmente el caso se resolvió con el atajo de un acuerdo entre sus abogados, Paul Krupnik y José Nanni, y la fiscal de la causa, Graciela Argüelles. El convenio fue firmado en mayo pasado, y luego de un control de legalidad fue ratificado por el juez de Sentencia Julio Kesuani. Esta semana, finalmente, quedó notificado el imputado, Raúl Jesús Vitar, de 31 años.
Aceptación. Al aceptar los términos del acuerdo, Vitar asumió la autoría del hecho. El efectivo había sido procesado por un intento de homicidio calificado, por haber sido ejecutado a cambio de una promesa de dinero. Un delito grave que en casos consumados prevé prisión perpetua. En el contexto del juicio abreviado, que está facultado para modificar el encuadre legal, la calificación se bajó a homicidio simple. A eso se sumó la figura de robo agravado por el uso de un arma de fuego. Esto último, debido a que a la víctima le robaron dinero y el celular en el brutal ataque.
La sentencia acordada entre las partes dispuso la prisión domiciliaria del policía, que en pocos meses más podrá solicitar la libertad condicional por el tiempo que lleva tras las rejas (pasó más de tres años en prisión preventiva). El hombre está en disponibilidad hasta su efectivo retiro de la fuerza y reside en Rosario. Además de la pena de prisión, Vitar no podrá acercarse a su ex novia, Silvana Giménez, de 26 años, que vive en Casilda. La chica fue informada de los alcances de la sentencia en una entrevista con la fiscal. Mientras tanto, prosigue un reclamo civil por los daños y perjuicios sufridos.
Para cerrar el trámite penal del caso está pendiente resolver la situación del otro acusado, Juan Carlos Valentini, de 49 años, quien estaba en libertad condicional al ocurrir el ataque. Está imputado como el autor material de las heridas que sufrió la joven . Lo representa la defensora oficial Claudia Torielli y también está previsto acordar la pena en un juicio abreviado.
La noche de Año Nuevo. El brutal ataque al que sobrevivió Silvana ocurrió las primeras horas de 2010 en Casilda. La chica salía desde hacía tres meses con Vitar, que mantenía con ella una relación paralela a su noviazgo formal. A la 1.30 de la madrugada de Año Nuevo el efectivo pasó a buscarla por una casa que ella cuidaba en ausencia de sus dueños. En su BMW negro con rayas grises encaró por un viejo camino a Fuentes que lleva a la casa de Silvana. Pero a unos 600 metros se detuvo.
En ese momento apareció un hombre robusto, de pelo enrulado, que amenazó a la chica con un arma. "Dijo que era un robo, pero me atacó a mí nada más. Me ató las manos y me bajó del auto", relató Silvana en una nota con este diario. Contó que el atacante la hizo arrodillar al lado de una zanja, le sacó los zapatos, le pegó y empezó a apuñalarla. "Tenía tres cuchillos y eligió el más grande. Pensé que iba a usar el arma. No me explico por qué tanta saña", agregó, y recordó que mientras tanto el policía miraba desde el asiento del auto.
Ante la crueldad de un ataque incesante la chica decidió hacerse pasar por muerta. Entonces el policía se acercó, le pateó la cabeza y le dijo al atacante: "Ya está, vamos". Ella quedó inmóvil en la zanja. Al rato le hizo señas a un auto que pasó ocasionalmente y una ambulancia la trasladó al hospital. Tenía 17 puñaladas.
Las heridas le afectaron el diafragma, el abdomen y el riñón izquierdo. Necesitó dos transfusiones de sangre y estuvo cuarenta días internada. Quedó con una insuficiencia respiratoria, profundos cortes marcados en el cuerpo, órganos disminuidos y no puede estirar el dedo mayor de la mano derecha.
Ya en la ambulancia, consciente de que había sido víctima de un complot, Silvana dijo que el ataque lo había cometido Vitar. Sus colegas policías fueron a buscarlo esa misma madrugada a una fiesta en una casa quinta. En el baúl de su auto secuestraron su arma reglamentaria calibre 9 milímetros y un revólver calibre 38. El admitió haber estado con la chica y dijo que había contratado a Valentini para atacarla porque la relación a escondidas amenazaba su noviazgo.
Luego adjudicó su confesión a apremios policiales, pero unos mensajes en su celular terminaron de incriminarlo. En esos textos se detectó que le había ofrecido a Valentini entre 500 y mil pesos para eliminar a la chica.
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