Fue en junio pasado en el Colegio Rosario, que intentó ocultarlo. El Ministerio de Educación investigó, corroboró el hecho y ahora maestra y escuela quedaron bajo una estricta supervisión de cómo enseñan.
.La Capital |
En junio pasado, sorprendió la noticia de que una maestra había atado a un nene de segundo grado a un banco. El hecho sucedió en el Colegio Rosario, de Ocampo 15 bis, y que la institución intentó ocultar. El Ministerio de Educación de Santa Fe investigó, corroboró lo ocurrido, y ahora ambos -maestra y escuela- quedaron bajo una estricta supervisión de cómo enseñan, según explicó el director de Enseñanza Privada de la provincia, Germán Falo.
El director provincial contó que conocida la denuncia de que una maestra habría atado a un nene a un banco, se dispuso “un proceso investigativo” en el Colegio Rosario, para corroborar lo que había pasado, recogiendo testimonios de docentes, directivos y de las familias.
Esa investigación “corroboró que el hecho” ocurrió y que “la responsable de dicha acción fue la docente”. También “que el grupo de alumnos, conforme lo expresado por sus padres y madres habría vivenciado el hecho como una situación de juego, sin experimentar temor o angustia”. Pero, que sin embargo, “se percibieron algunas incongruencias en los relatos, que indican un proceder inadecuado de la docente”.
Dado lo ocurrido, se indicaron al colegio una serie de recomendaciones que deberá cumplir. “Se indicó a las autoridades el abordaje de estrategias de mejora institucional, que desarrollen conjuntamente el equipo directivo y los docentes, tendientes a salvaguardar la situación emocional de los alumnos en el marco de las leyes vigentes (de educación nacional, de derechos de los niños, niñas y adolescentes y de enseñanza privada)”, precisó Germán Falo.
No sólo eso. También se le encomendó a la escuela “la elaboración de un "proyecto institucional" en los próximos 30 días, que contemple una serie de acciones que incluyen, como mejorar los mecanismos de comunicación de la institución con la Dirección Provincial (de privada); además de generar estrategias pedagógicas (directivos y docentes) que permitan responder a las características de los diferentes grupos de alumnos potenciando las condiciones técnicas, profesionales y actitudinales de los docentes asignados a las diferentes secciones, y un seguimiento y acompañamiento por parte del equipo directivo de las prácticas docentes y mejoras en la comunicación con las familias”.
¿Y qué pasa con la docente? El director Falo, señaló que en el caso de la maestra que ató al nene “se le solicita que realice una continua revisión de sus propias prácticas, basadas en los derechos y normas pedidos tener en cuenta por la escuela y en orientaciones pedagógicas acordes a la edad de los chicos”.
El funcionario indicó que “todo este proceso será supervisado en todo su desarrollo por el Equipo de Supervisión de esta Dirección Provincial”.
Cabe recordar que en la institución en donde se registró el hecho es la misma que se vio envuelta en la polémica que derivó en 2011 en la salida de su director durante 32 años, Ricardo Bruera, ex ministro de Educación durante la dictadura iniciada por el ahora desparecido Jorge Rafael Videla.
El director provincial contó que conocida la denuncia de que una maestra habría atado a un nene a un banco, se dispuso “un proceso investigativo” en el Colegio Rosario, para corroborar lo que había pasado, recogiendo testimonios de docentes, directivos y de las familias.
Esa investigación “corroboró que el hecho” ocurrió y que “la responsable de dicha acción fue la docente”. También “que el grupo de alumnos, conforme lo expresado por sus padres y madres habría vivenciado el hecho como una situación de juego, sin experimentar temor o angustia”. Pero, que sin embargo, “se percibieron algunas incongruencias en los relatos, que indican un proceder inadecuado de la docente”.
Dado lo ocurrido, se indicaron al colegio una serie de recomendaciones que deberá cumplir. “Se indicó a las autoridades el abordaje de estrategias de mejora institucional, que desarrollen conjuntamente el equipo directivo y los docentes, tendientes a salvaguardar la situación emocional de los alumnos en el marco de las leyes vigentes (de educación nacional, de derechos de los niños, niñas y adolescentes y de enseñanza privada)”, precisó Germán Falo.
No sólo eso. También se le encomendó a la escuela “la elaboración de un "proyecto institucional" en los próximos 30 días, que contemple una serie de acciones que incluyen, como mejorar los mecanismos de comunicación de la institución con la Dirección Provincial (de privada); además de generar estrategias pedagógicas (directivos y docentes) que permitan responder a las características de los diferentes grupos de alumnos potenciando las condiciones técnicas, profesionales y actitudinales de los docentes asignados a las diferentes secciones, y un seguimiento y acompañamiento por parte del equipo directivo de las prácticas docentes y mejoras en la comunicación con las familias”.
¿Y qué pasa con la docente? El director Falo, señaló que en el caso de la maestra que ató al nene “se le solicita que realice una continua revisión de sus propias prácticas, basadas en los derechos y normas pedidos tener en cuenta por la escuela y en orientaciones pedagógicas acordes a la edad de los chicos”.
El funcionario indicó que “todo este proceso será supervisado en todo su desarrollo por el Equipo de Supervisión de esta Dirección Provincial”.
Cabe recordar que en la institución en donde se registró el hecho es la misma que se vio envuelta en la polémica que derivó en 2011 en la salida de su director durante 32 años, Ricardo Bruera, ex ministro de Educación durante la dictadura iniciada por el ahora desparecido Jorge Rafael Videla.
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