EN SANTA ROSA DE CALCHINES Denuncia por apremios en la costa

Dos policías de la Comisaría 3° de Santa Rosa de Calchines fueron denunciados por un vecino de dicha comunidad, quien los responsabilizó ante la Dirección de Asuntos Internos de haberlo golpeado y privado de su libertad durante casi diez horas el último fin de semana. Este jueves la víctima se presentó ante la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción en turno, donde ratificó sus dichos.

Claudio Ariel Leguizamón -un guardiacárcel con uso de licencia extraordinaria-, contó que “el sábado 1° de junio salimos con amigos al boliche del pueblo de Santa Rosa de Calchines” y ya en el final de la noche “entre las 5 y 6 de la madrugada siguiente, me encontraba descompuesto en el baño del boliche”. En ese momento el personal de seguridad le pidió a los policías que estaban de adicionales que lo retiraran del lugar.

Según la denuncia radicada por Leguizamón, se trataría de dos agentes uniformados de la Comisaría 3°, de 31 y 29 años, que “sin mediar palabras me agarraron del cuello y me sacaron arrastrando y dándome patadas hasta la salida de emergencia, que da a la parte trasera del local”.

El relato de los apremios continúa, porque “me tiraron al piso a golpes, me sujetaron la cabeza con la rodilla y me esposaron; allí fue donde empezaron a pegarme sin parar en la cara y al mismo tiempo agrediéndome verbalmente hasta que llegó el patrullero al que me subieron y me llevaron a la comisaría”.

Incomunicado

Como si fuera poco le iniciaron un sumario por “atentado y resistencia a la autoridad” y “me dejaron detenido”. En la comisaría, el mayor de los dos policías “siguió insultándome” y “no me dejaron comunicar con mi familia”, sino hasta las 15.30 del domingo, cuando un amigo fue a la seccional a preguntar por él.

“El mismo día que me largaron radiqué una denuncia en Asuntos Internos de la policía”, la cual paso al Juzgado de Instrucción Segunda del Dr. Nicolás Falkenberg, quien recibió ayer a Leguizamón y a su hermana María Cristina, que se plegó al reclamo para que esto no vuelva a ocurrir en su comunidad. 

“Esto es un abuso”, dijo indignada la hermana de Claudio, que vivió momentos de mucha preocupación el pasado fin de semana. “Ese día yo estaba en Buenos Aires y como a mi hermano le negaron hacer una llamada para avisar dónde estaba, mi mamá lo buscó todo el domingo hasta las 4 de la tarde, porque Claudio no estaba y su auto seguía estacionado frente al boliche”, contó la mujer.