El Sabalero y la Crema juegan este domingo desde las 16,10 con arbitraje de Darío Herrera. Morant confirmó tres cambios: Urribarri por Caire, Pellegrino por Romero y Luque por Ricky Gómez.
Siempre un clásico perdido en esta futbolera ciudad deja secuelas y de las importantes. Por eso, Colón sabe, sin vueltas, que para curar la herida del domingo pasado en el derby vacío no le queda otra que levantar la cabeza, jugar y ganarle a Atlético Rafaela en el Cementerio de los Elefantes. El choque irá mañana desde las 16.10 con arbitraje de Darío Herrera.
Por el lado del campamento sabalero, el “Flaco” Pablo Javier Morant confirmó tres modificaciones, a partir de las expulsiones de Curuchet y Alcoba, más la quinta amarilla de Mauricio Romero. Al menos, la baja de Raldes por su compromiso con la Selección de Bolivia le permite pedir y usar el 225 para que pueda jugar el uruguayo Gerardo Alcoba.
En consecuencia, el primer cambio estará en la cueva, donde Maximiliano Pellegrino ingresará por Mauricio Romero, más allá de la continuidad del ex zaguero de Peñarol de Montevideo que eligió en su momento Gabriel Omar Batistuta.
En la misma defensa zonal, será el entrerriano Bruno Saúl Urribarri quien reemplazará a Maximiliano Caire, uno de los puntos más bajos en el último clásico. Finalmente, en la ofensiva se sumará Carlos Martín Luque en el lugar que dejará vacante Ricky Gómez, con lo cual uno supone que a las cartas ofensivas de Gigliotti-Mugni se sumará el veloz zurdo de las inferiores.
La clave del partido, más allá que Colón recupere actitud y salga con “todo”, pasará por ver quién imponga su idea de juego. Porque Rafaela viene jugando, acorde a los colegas rafaelinos con un esquema “ultraconservador” de parte de Jorge Burruchaga, algo que se potenciará mañana porque con tres puntos más en tres fechas finales, Atlético no dependerá de nadie para asegurar la permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino.
Entonces, el sabalero no tiene que caer en la red que trae Burruchaga desde Rafaela: achicará espacios con mucha gente hacia atrás, presionará en el medio encima de los volantes sabaleros, cometerá las famosas “infracciones tácticas” e intentará explotar de contra con el uruguayo Vera y con Federico González.
Igualmente, la Crema tampoco pasa por un buen momento en el campeonato, más allá del interesante punto con un agrandado San Lorenzo. En las últimas fechas, el equipo del ex campeón del mundo se quedó sin gol y ése no es un dato menor.
Y si bien para muchos es relativo el tema de las estadísticas, los números del historial indican que nunca Atlético Rafaela le pudo ganar a Colón en el Cementerio de los Elefantes desde que se enfrentan profesionalmente. Apenas un empate en ocho enfrentamientos habla de una paternidad contundente de los sabaleros frente a los cremosos de La Perla del Oeste.
“Veremos si el domingo podemos cortar la racha. Sabemos que ellos van a salir a jugar nerviosos, presionados y condicionados porque vienen de perder el clásico con Unión. Pero nadie puede negar que Colón es un muy buen equipo con nombres desequilibrantes, fundamentalmente de mitad de cancha para arriba”, dijo en la semana Guillermo Sara, arquero, referente y figura del equipo de Jorge Luis Burruchaga que irá por la “hazaña” de ganar por primera vez en todo el historial en la cancha de Colón.
El fixture marca que, caprichosamente, el final del campeonato lo sorprende a Colón como juez del destino de equipos que pelean el descenso y no están —por ahora— salvados ni condenados: mañana Rafaela, el sábado que viene Argentinos Juniors y finalmente en la última fecha Independiente de Avellaneda.
Claro que, más allá de ser juez de otros, lo primero que tiene que hacer Colón es encaminar su propio destino. Para recuperarse del clásico, no queda otra que ganarle a Rafaela, un equipo que viene al Brigadier López con una red “ultradefensiva” que preparó Burruchaga para atraparlo a Colón.
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