El comisario Luis Bruschi asumió este viernes y dijo que se reforzarán los patrullajes en los barrios. Sostuvo que se dará fuerte batalla a la corrupción en la fuerza.
El nuevo jefe de Policía de Rosario, Luis Bruschi, resaltó el “trabajo silencioso” que permitió detener en los últimos tiempos a varios miembros del clan Cantero, pero aclaró que el tema de la violencia que generan las bandas narcos no es la única prioridad para la fuerza. En ese marco, fijó como un objetivo dar más seguridad en los barrios, algo sobre lo que desde su óptica también se viene avanzando.
Bruschi, que se venía desempeñando como subjefe de la Unidad Regional II, asumió este viernes y dijo que su gestión será de clara continuidad de la que encabezó el subjefe provincial de la fuerza, Raúl Ardiles.
Inscribió en ella la decisión de avanzar sin contemplaciones sobre los policías que no cumplan con su deber y, por el contrario, jueguen del lado de los delincuentes.
En cuanto a la demanda de la población de que haya más patrullajes, dijo que se viene reforzando la presencia policial en la calle y que eso se verá con mayor fuerza ya que hubo compra de vehículos por parte del gobierno provincial.
Además, anticipó que el cambio de la cúpula de la Unidad Regional II tendrá un “rebote” en la conducción de las seccionales.
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