Miguel Ángel López apuñaló a Rosana Bustos, de 35 años, y a Evelyn Sarmiento, de 10. Fue encontrado ahorcado junto al cuchillo homicida. Tenía denuncias de sus ex parejas. El recuerdo de otro ataque increíble: la muerte de Tomás.
Otra vez la conmoción se adueño de Lincoln, una localidad del noroeste de la provincia de Buenos Aires donde cabe esa frase de “se conocen todos”, o al menos eso creían hasta hace unos pocos meses atrás. Primero fue el asesinato de Tomás Santillán, cuyo padrastro ya fue condenado en tiempo récord por la Justicia y ahora son las muertes de Rosana y Evelyn las que centran la atención de todo el país.
De acuerdo a las versiones policiales, López degolló Bustos, con quien había mantenido una relación hasta hace dos meses, y a su pequeña hija de 10 años. Otro hijo de la mujer, de 14, alcanzó a escapar de la escena del crimen con su hermanita de apenas 7 meses. Todo pasó a la 1:20 de la madrugada del jueves.
El asesino entró a la casa por una puerta ventana, tras romper un vidrio. El ataque fue rápido. En poco minutos ingresó a la habitación donde la mujer intentaba hacer dormir a su beba, le cortó el cuello a su ex, que quedó tendida en cama y luego fue contra Evelyn, la nena de 10 años, que recibió un corte profundo. Su hermano, Alexander, escapó y pidió ayuda a los vecinos, pero no obtuvo respuestas. Detrás de él corrió Evelyn, que apoyó su mano ensangrentada en un tapial de la esquina de su casa. Y siguió cien metros más hasta la casa de su tía. Finalmente murió desangrada, antes de llegar al hospital.
Alexander fue quien relató los hechos a la Policía e imputó directamente a su padrastro, quien hace pocos días había amenazado a toda la familia tras una fuerte discusión. Allí, inmediatamente se libró una orden de captura.
López fue encontrado cerca de las 16, a 14 kilómetros del lugar donde fueron asesinadas Nélida Rosana Bustos y su hija. Estaba ahorcado, aparentemente con un alambre, según confirmó el comisario Roberto Peralta. A la altura de la cintura tenía un cuchillo, que sería el que utilizó para atacar a la nena.
Los lugareños explicaron luego que el homicida conocía la zona. Había trabajado en varios cambios como albañil junto a un contratista.
López tenía denuncias de dos parejas anteriores. Con una de ellas tenía incluso restricción de acercamiento. El propio comisario Peralta admitió los antecedentes del homicida.
Marisa Canapelli, ex pareja de López durante tres años, reveló que había recibido amenazas de muerte. "Muchas veces me lo cruzaba y me hacía señas de que me iba a cortar el cuello y nunca cumplió las restricciones de acercamiento", relató.
El caso se suma a la ola de violencia que tiene como protagonista a Lincoln desde hace algunos meses. En noviembre de 2011 fue el asesinato de Tomás el que acaparó la atención de todo el país y hace dos meses trascendió el caso de María Aguilar, una mujer asesinada por su ex pareja, Mario Rivero, de tres disparos en plena calle a la salida de un supermercado.
“El caso está resuelto”, dijeron ayer el intendente local, Jorge Fernández, y las autoridades policiales. Las heridas y el dolor de toda una familia, no.
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