El Concejo Municipal reconoció la tarea pastoral del sacerdote, quien estuvo presente este jueves por la mañana en el Recinto de Sesiones. El Proyecto fue propuesto por la concejala Fanny Jara y contó con el acompañamiento de todos los Concejales que integran el Cuerpo. La distinción se realizó con motivo de la visita del párroco a la capital provincial.
Por su parte, Ignacio Martínez Kerz manifestó su agradecimiento “al Padre Ignacio por venir al Concejo Municipal. Como santafesinos nos llena de orgullo tener el honor de recibirlo en este Recinto. El Padre Ignacio siempre ha tenido su mirada puesta en el dolor de los enfermos y necesitados. Católicos y no católicos confían en sus mediaciones ante Dios para que pueda hacer realidad el milagro que los libere de sus padecimientos”.
“Todos somos humanos”
Finalizadas las palabras de reconocimiento, el presidente del Concejo, Leonardo Simoniello, junto a Fanny Jara, entregó al sacerdote el diploma de distinción y un mate, regalo institucional del Cuerpo.
Posteriormente, el Padre Ignacio se dirigió a todos las personas que colmaron las instalaciones del Recinto. El sacerdote compartió una anécdota de su juventud y relató su llegada al país. Más adelante, agradeció “el enorme gesto de recibirme como uno más de Santa Fe. Me siento argentino, en Argentina viví más que en mi propio país, y el pueblo argentino es maravilloso. Sin banderas políticas, sin distinción de razas o lenguas, es muy lindo poder sentir el abrazo de todos para compartir la vida”.
El Padre reflexionó: “Mi misión es dar lo que está a disposición para ser feliz a cualquier ser humano. Más allá de las creencias, debajo de las ropas todos somos humanos. Yo creo que en esta humanidad que compartimos, dignificamos la hermosa misión que tenemos en esta vida. La conciencia es lo que nos recompensa en este largo camino que tenemos en nuestra vida. Tenemos que discutir, tenemos que opinar, tenemos que escuchar, esas son algunas de las misiones de todos nosotros. Tenemos que sentir que somos útiles. Yo no busco ni poder, ni plata, ni orgullo, simplemente me siento uno más del pueblo”.
Su misión en Argentina
El Padre Ignacio nació el 11 de octubre de 1950 en Balangoda, Sri Lanka (ex Ceilán) y a los 29 años fue ordenado sacerdote en Inglaterra en la Cruzada del Espíritu Santo. Al poco tiempo fue designado para trabajar en Argentina, por lo que en 1980 se radicó en el pueblo de Tancacha en la provincia de Córdoba.
A los pocos meses de su llegada, debió reemplazar al Vicario de Natividad del Señor en Rosario, a partir de lo cual comenzó su misión en Argentina brindando apoyo sacerdotal y espiritual en varias Parroquias de la región. Actualmente desempeña su actividad pastoral en la Parroquia Natividad del Señor y como Director General de la Cruzada del Espíritu Santo en el mundo.
El Padre Ignacio realiza constantes obras de solidaridad y humanitarias acercándose a los vecinos y sus necesidades más concretas; oficia tres misas diarias, da charlas a los jóvenes, bendiciones a los adultos y atiende entre 300 a 400 personas diarias.
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