Según un informe preliminar elaborado por la Dirección Provincial del Observatorio Vial de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) durante el año 2011 el 59,1% de las colisiones entre vehículos se produjeron en rutas, correspondiendo el 66,5% a rutas y autopistas nacionales y el 33,5% restante a las provinciales. Asimismo, se concluyó que las colisiones frontales son más frecuentes en rutas, mientras que las colisiones laterales ocurren más frecuentemente en calles que no pertenecen a rutas.
De 2010 al 2011 se observa que los accidentes con víctimas fatales (AVF) en rutas y autopistas nacionales crecieron un 6,7% mientras que en rutas y autopistas provinciales disminuyeron un 13,9%.
Sobre la base de estos datos, sumados a estudios internacionales que reflejan que la existencia de una barrera física entre ambos sentidos circulatorios logra reducir el porcentaje de las colisiones de frente, la APSV ha remitido un informe con recomendaciones a los organismos de control correspondientes y a las empresas concesionarias de rutas y autopistas.
Al respecto, el organismo provincial sostiene que debido a que, en rutas muticarriles como autopistas el ancho del cantero central en algunos casos suele ser muy escaso (del orden de 1 metro), la invasión de la calzada contraria por un vehículo produciría un accidente muy grave, por lo que recomienda instalar dispositivos de defensa en el cantero central de autopistas para separar los sentidos de circulación.
En términos generales, el cantero central debe protegerse con guard-rail si su ancho es menor a 14 metros. Cuando la separación de las calzadas es estrecha, entre 1 y 3 m, lo recomendable es usar barreras semi-rígidas con relleno de tierra intermedio.
Este relleno actúa como un medio relativamente elástico que aumenta la masa desplazable, y dificulta que sea rebasada por vehículos pesados invadiendo la calzada contraria. El dispositivo de doble barrera rígida con relleno intermedio de tierra, permite la plantación de arbustivas, que eviten deslumbramientos por las luces de vehículos contrarios durante la noche.
Donde esto no sea posible se puede utilizar una barrera flexible a doble cara en el eje de separación.
El informe de la APSV también aclara que en el caso de existencia de
calzadas paralelas con diferencia de nivel, es imprescindible la colocación de una barrera rígida de seguridad en el borde de la vía superior, para evitar que un vehículo que pierda el control y se salga de la calzada, caiga sobre la vía inferior con riesgo de impactar o aplastar a otro vehículo, al menos, para una separación de calzadas de hasta 14 m o inferior.
En la Argentina, la siniestralidad en el tránsito ha sido caracterizada como una verdadera epidemia, constituyendo la primera causa de muerte violenta y externa (descartando las derivadas de enfermedades) y que encuentra en la franja de la sociedad comprendida entre los 0 y 39 años de edad, la mayor cantidad de víctimas.
Cabe aclarar que la APSV ha emitido estas recomendaciones valiéndose de las funciones que le corresponden tal como se enuncia en el artículo 7, inciso 23 de la ley provincial 13.133, donde se dice expresamente que entre sus competencias está la de realizar recomendaciones y requerimientos a los distintos organismos vinculados a la problemática de la seguridad vial, en materia de capacitación y formación de actores, seguridad de vehículos, infraestructura y señalización vial, y coordinar la implementación de un sistema de auditoría provincial de seguridad vial en el ámbito del territorio provincial.
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