Tatengues y Leprosos juegan este sábado desde las 17 con arbitraje de Diego Abal. Nery Pumpido pone a Maidana por el expulsado Lugo y Jara por Chiapello. El Tata Martino hace ingresar a Víctor López y Víctor Figueroa por los lesionados Gabriel Heinze y Maxi Rodríguez, mientras que el Kichu Díaz hará lo propio con Marcos Cáceres.
Con el golpe que siempre implica perder un clásico en esta ciudad, agregado encima a la peor racha de Unión en el profesionalismo de AFA con 20 partidos sin ganar, el equipo de Nery Alberto Pumpido saltará este sábado al césped del 15 de Abril con la consigna de ganarle al Newell’s del “Tata” Martino, un equipo que dejó pasar la posibilidad del campeonato y llega con bajas importantes.
El entrenador, si bien no lo confirmó (tampoco habló esta semana y lo hará recién este sábado cuando termine el juego ante Newell’s), piensa en dos modificaciones respecto del equipo que perdió el clásico el domingo pasado: la vuelta del “Gringo” Mauro Maidana por el expulsado Lugo y la presencia de “La Joya” Diego Jara por el chico Federico Chiapello en la ofensiva. El resto, los mismos que jugaron el derby.
Del otro lado, el “Tata” Martino afronta el partido de este sábado con algunas bajas importantes: Víctor López jugará en la zaga central en lugar del desgarrado Gabriel Heinze y Cristian Díaz será el lateral derecho de Newell°s debido a las cinco amarillas de Marcos Cáceres. Además, es un hecho que Lucas Bernardi será de la partida a pesar de la molestia muscular que lo sacó del juego con All Boys y que ya no le impide entrenar.
El ex Unión, Pablo Pérez, no tuvo minutos de fútbol porque regresó de la selección con una molestia en el pubis. De todos modos, trascendió que el volante rojinegro no arriesgó por precaución y confía en llegar al partido de este sábado. Por otro lado, Martín Tonso lució recuperado del esguince de tobillo pero no está a punto aeróbicamente, por lo que iría al banco.
El buen momento de Martín Perafán, la solidez de Barisone en el mano a mano y el tándem Bruna-Donnet fue lo mejor que mostró el equipo en el clásico de la ciudad. Poquito de Moreno (lo “sacrificaron” con el cambio al irse expulsado Lugo) y las ganas de Franzoia corriendo solo en todo el frente de ataque. Además, se lo vio bien por los dos lados al chaqueño “Tarrito” Pérez.
Claro que nada de Unión puede terminar de “cerrar” como algo bueno si no logra ganar un partido de una vez por todas en este semestre. Es la única fórmula y receta que tiene este grupo para empezar a curar heridas que cada vez son más dolorosas para el corazón de los hinchas.
En la semana post clásico, el presidente Luis Spahn dijo que “de acá no se va nadie, ni yo ni Pumpido ni ningún jugador”, en otro claro efecto disparador anímico de confianza para intentar levantar a este equipo que no puede ganar un partido desde hace medio año.
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