Los funcionarios comunales denuncian que se falsificó un acta del Consejo de Administración Comunal para avalar la operación inmobiliaria y que se está “loteando” un espacio verde. Se inició una causa en la Justicia.
La Comuna de Sauce Viejo denunció que un grupo de profesionales, esgrimiendo documentación falsa (una ordenanza apócrifa), se está dedicando desde hace un tiempo a vender fracciones de terrenos pertenecientes a la manzana Nº 49 del dominio catastral del mencionado distrito costero, la que se encuentra ubicada en jurisdicción del barrio Altos del Sauce y corresponde a un espacio verde de la Comuna.
Las autoridades comunales están preocupadas, y temen que se trate de un “cuento del tío” a gran escala. Por eso, tomaron la decisión de salir a advertir públicamente a los vecinos sobre este problema.
En diálogo con El Litoral, Pedro Uliambre, presidente comunal de Sauce Viejo, y Olga Beades, secretaria administrativa de la Comuna, contaron que aparentemente un primer falso propietario del predio en cuestión (una persona domiciliada en la ciudad de Santa Fe), habría vendido esta manzana completa a dos personas (una de ellas es abogado del fuero local), a través de un documento público en el que tuvo participación una escribana (también de la capital provincial).
Estos últimos, a su vez, fraccionaron dicho predio en distintos lotes y empezaron a vender los mismos a particulares. Justamente, cuando los compradores se acercaban a la Comuna a gestionar el libre deuda con una copia de la escritura de los terrenos, se encontraban con que el personal comunal debía informarles que la porción adquirida en realidad pertenecía a un espacio público con destino de plaza.
Así fue como los empleados comunales detectaron la anomalía y la dieron a conocer al titular del gobierno sauceño, Pedro Uliambre, quien inició una acción judicial en nombre de la Comuna.
“Esa no es mi firma”
Esta mañana, Uliambre y Beades mostraron a El Litoral toda la documentación con la que cuenta la Comuna de Sauce Viejo para avalar su denuncia, así como para demostrar que la ordenanza en la que se basan los involucrados no es verdadera (ya que fue producto de una falsificación) y dejar en claro que en ningún momento se dio el visto bueno para la realización de la primera de las operaciones inmobiliarias descriptas, que es la que originó todo este “entuerto”.
De acuerdo a lo explicado por Uliambre y Beades, quienes compraron el predio originalmente se basaron en una ordenanza que no figura en los registros de la Comuna. La misma tiene fecha del 23 de octubre de 2002 y lleva el número 1.923. “Esa ordenanza es falsa y evidentemente se ha hecho fuera de la Comuna, porque en el libro de acta real, con ese número existe una moratoria de la Tasa General de Inmuebles”, aseguraron los funcionarios de la comuna de Sauce Viejo.
“Con fecha 22 de octubre de 2002, figura el acta 919 (que en su punto 5 aclara que se trata de la moratoria en cuestión), la que está firmada por los cinco miembros de la comisión comunal”, explicaron. “La falsa ordenanza sólo contiene dos firmas, las que todo indicaría que son fraguadas; la del entonces titular de la comisión comunal (José María Vázquez) y la mía, que como soy secretaria administrativa de la Comuna, y no integrante de la comisión de gobierno, no las tengo que firmar”, aclaró Beades.
“Esa no es mi firma y la que le hicieron a Vázquez es fácilmente contrastable con una rúbrica original de él”, insistió la funcionaria. “A mí no me corresponde rubricar las ordenanzas; estas se firman en reunión de comisión directiva y deben estar avaladas por tres de los cinco miembros de la misma; esa vez, para rubricar la verdadera ordenanza -la de la moratoria- estuvieron los cinco”, concluyó Beades.
Las autoridades comunales están preocupadas, y temen que se trate de un “cuento del tío” a gran escala. Por eso, tomaron la decisión de salir a advertir públicamente a los vecinos sobre este problema.
En diálogo con El Litoral, Pedro Uliambre, presidente comunal de Sauce Viejo, y Olga Beades, secretaria administrativa de la Comuna, contaron que aparentemente un primer falso propietario del predio en cuestión (una persona domiciliada en la ciudad de Santa Fe), habría vendido esta manzana completa a dos personas (una de ellas es abogado del fuero local), a través de un documento público en el que tuvo participación una escribana (también de la capital provincial).
Estos últimos, a su vez, fraccionaron dicho predio en distintos lotes y empezaron a vender los mismos a particulares. Justamente, cuando los compradores se acercaban a la Comuna a gestionar el libre deuda con una copia de la escritura de los terrenos, se encontraban con que el personal comunal debía informarles que la porción adquirida en realidad pertenecía a un espacio público con destino de plaza.
Así fue como los empleados comunales detectaron la anomalía y la dieron a conocer al titular del gobierno sauceño, Pedro Uliambre, quien inició una acción judicial en nombre de la Comuna.
“Esa no es mi firma”
Esta mañana, Uliambre y Beades mostraron a El Litoral toda la documentación con la que cuenta la Comuna de Sauce Viejo para avalar su denuncia, así como para demostrar que la ordenanza en la que se basan los involucrados no es verdadera (ya que fue producto de una falsificación) y dejar en claro que en ningún momento se dio el visto bueno para la realización de la primera de las operaciones inmobiliarias descriptas, que es la que originó todo este “entuerto”.
De acuerdo a lo explicado por Uliambre y Beades, quienes compraron el predio originalmente se basaron en una ordenanza que no figura en los registros de la Comuna. La misma tiene fecha del 23 de octubre de 2002 y lleva el número 1.923. “Esa ordenanza es falsa y evidentemente se ha hecho fuera de la Comuna, porque en el libro de acta real, con ese número existe una moratoria de la Tasa General de Inmuebles”, aseguraron los funcionarios de la comuna de Sauce Viejo.
“Con fecha 22 de octubre de 2002, figura el acta 919 (que en su punto 5 aclara que se trata de la moratoria en cuestión), la que está firmada por los cinco miembros de la comisión comunal”, explicaron. “La falsa ordenanza sólo contiene dos firmas, las que todo indicaría que son fraguadas; la del entonces titular de la comisión comunal (José María Vázquez) y la mía, que como soy secretaria administrativa de la Comuna, y no integrante de la comisión de gobierno, no las tengo que firmar”, aclaró Beades.
“Esa no es mi firma y la que le hicieron a Vázquez es fácilmente contrastable con una rúbrica original de él”, insistió la funcionaria. “A mí no me corresponde rubricar las ordenanzas; estas se firman en reunión de comisión directiva y deben estar avaladas por tres de los cinco miembros de la misma; esa vez, para rubricar la verdadera ordenanza -la de la moratoria- estuvieron los cinco”, concluyó Beades.
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