Del martes 12 al jueves
14 se filmarán en la ciudad escenas para el documental “Durazno”, una
coproducción argentino-boliviana, que relata el viaje de un joven desde Buenos
Aires a Bolivia en busca de su identidad. Ese proyecto cuenta con el apoyo del
Gobierno de la Ciudad, en el marco del programa “Santa Fe como set de
filmación”.
La ciudad se consolida como escenario para la más diversas
expresiones artísticas, y el cine no es la excepción. Durante la semana se
filmarán en Santa Fe escenas del largometraje documental “Durazno”, una singular
coproducción argentino boliviana que atrae tanto desde su intrigante historia
como desde sus particularidades de producción y técnicas de financiación. Se
trata de una “road movie”, llevada adelante por la productora Árbol; centrada en
la historia de Ezequiel, “una persona fragmentada, con cinco padres prestados y
un carnet de identidad que miente”. Es una experiencia de “cine orgánico” que,
desde la perspectiva de sus hacedores, “nace de la necesidad de aportar al
desarrollo de un cine que no agreda la naturaleza sino que, por el contrario,
represente una práctica que aporte al equilibrio y la conservación desde una
ecología humana”. El documental es dirigido por la joven cineasta boliviana
Yashira Jordán, y cuenta con la participación del actor argentino Nahuel Pérez
Biscayart, además de personal técnico y de producción. En la ciudad, se rodará
durante tres intensas jornadas, con la asistencia del Gobierno de la Ciudad, por
medio de su programa “Santa Fe como set de filmación”.
Luz, cámara,
ciudad
“Santa Fe como set de filmación”, dependiente de Programa
Industrias Culturales, apunta a colaborar con la logística y la infraestructura
para la realización de películas que tienen la ciudad como escenario. Durante
los tres días de rodaje en la ciudad se apoyará con cuestiones de logística y
técnicas, como así también con asuntos vinculados a la estadía del equipo de
filmación. Esta participación, permitirá ver en la escena algunos espacios
puntuales de la ciudad que forman parte de esta historia verídica. De esta
manera, “Durazno” se suma a una serie de proyectos cinematográficos
desarrollados en Santa Fe y apoyados por el Gobierno de la Ciudad. Entre ellos,
“Sesentaycinco/Setentaycinco. Comarca beat”, “El Fausto Criollo”, “Andrés no
quiere dormir la siesta”, “El Peso”, “Rita y Li”, “Vidas Debidas”, “La Mariposa
de Sadourní”, el video institucional de Otto Schneider y cortometrajes del
Instituto Santafesino de Cine y Artes Audiovisuales, entre los que se encuentra
el premiado “Fábula”.
Historial de
búsqueda
¿Con qué están cartografiadas las biografías? ¿Cómo se construye
la identidad? ¿Podemos revivir el pasado, reinventarlo, ordenarlo o reciclarlo?
¿Podemos saber quiénes somos realmente sin conocer con certeza nuestros
orígenes? Hasta el día de hoy Ezequiel Kruger vive sin saber cuál de sus cinco
padres es el verdadero. “Durazno” es la historia de esa pesquisa, una película
documental sobre la verdad construida, sobre la necesidad de conocer los
orígenes. A los cuatro meses Ezequiel fue abandonado por la señora Rojo, una
bailarina de tango, y criado en el campo por Raquel, una enfermera de jubilados
que tan solo duerme tres horas por día y que hasta el día de hoy no acepta
jubilarse. A sus 8 años su padre adoptivo muere en un accidente sospechoso y
Ezequiel deja la escuela para poder sobrevivir. Trabaja en un matadero de vacas,
en una gomería en el medio de la nada, como cuidador de caracoles, de mozo en
incontables restaurantes. Cada peldaño un empeño hasta convertirse en una
persona fría y violenta, huyendo de todo y de sí mismo. A los 22 años se enamoró
de Bolivia, de su tierra, se asienta y descubre que necesita buscar la verdad.
Para encontrar respuestas a todas sus dudas, Ezequiel, habrá de recorrer en un
viaje a dedo, de nuevo su infancia, su adolescencia, quizás encontrar a su padre
y finalmente reconstruir su identidad. En paralelo y junto a él viaja Nahuel
Pérez Biscayart, un actor argentino dispuesto a descubrir los personajes y los
lugares del pasado del protagonista y así construir, los sueños, los recuerdos,
las pesadillas, los momentos más intensos que Ezequiel necesita revivir para
reordenar su pasado para entenderse.
Cine
orgánico
Los integrantes de este proyecto artístico destacan que “la idea
de generar un cine orgánico nace de la necesidad de aportar desde la práctica
profesional al desarrollo de un cine que no agreda la naturaleza, sino por el
contrario, una práctica de hacer cine aportando al equilibrio y la conservación
de la naturaleza, enmarcada en una ecología humana”.
El grupo sostiene que “un Cine Orgánico representa varias
posibilidades de creación”. En este sentido, se trabaja sobre temáticas que
ayudan a entender la naturaleza y la vida de las personas particulares con la
intención de generar un cambio positivo, con la convicción de que este abordaje
contribuye a la sanación de la tierra y de los humanos que la habitamos. En esta
línea, los realizadores explican que “la propuesta fotográfica contempla la
utilización de la luz natural fundamentalmente, y en algunos casos de ser
necesario se usará luz artificial con bombillas de bajo consumo. En la
producción no usamos envases descartables, compartimos una movilidad grande para
todos, para no generar más monóxido de carbono, e imprimimos lo
irremediablemente necesario sobre hojas de papel reciclado. Imprimimos nuestros
banners sobre otros reciclándolos y trabajamos con empresas que promuevan y
practiquen el reciclaje”.
Crowdfunding
“Durazno” es una película solidaria donde los valores de
colaboración son fundamentales para la práctica de una humanidad saludable. En
línea con este concepto, la financiación de este rodaje viene de la mano de una,
cada vez más fuerte, tendencia de cooperación colectiva. Se trata del
Crowfunding, una red para conseguir dinero u otros recursos. Según explican los
integrantes de Árbol, “el éxito de la financiación de Durazno es una realidad.
Es una de las primeras películas en nuestra región en financiarse gracias a los
aportes de su público. Este éxito garantiza su difusión y expectativa”. Hasta el
momento, más de quinientas personas de todo el mundo contribuyeron
económicamente a la financiación de la película. Por eso, “Durazno” es una
película de todos y para todos. Entre algunas figuras que se sumaron al proyecto
se encuentran Kevin Johansen, Liniers, Devendra Banhart, Adanowski, Javier Arce,
Don Cairo, Autómata, Rubén Albarrán (Café Tacuba), Inés Efrón, María Canale,
Nicolás Alcalá, Luxor, Florencia Otero & German Tripel, Ariadna Asturzzi,
Chewbacca!, entre otros.
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