Invitado por la
Subsecretaría de Ambiente del Gobierno de la Ciudad, llegó a la capital
provincial el médico veterinario Juan Enrique Romero, que dio detalles del plan
que lanzó el Gobierno nacional para evitar el crecimiento desmedido de la
población canina y felina en el país.
Pasadas las
9, en el primer piso de la ex Estación Belgrano, un nutrido grupo de docentes de
la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda como de Esperanza,
proteccionistas y representantes de asociaciones e instituciones tanto de Santa
Fe como del interior de la provincia, profesionales y representantes del Estado
local y provincial, se concentró para escuchar los detalles que brindó el
veterinario Juan Enrique Romero sobre el programa para la protección y tenencia
responsable de perros y gatos que lanzó el año pasado el Gobierno nacional.
La
Subsecretaría de Ambiente del Gobierno local, a cargo de Roberto Celano, fue la
encargada de organizar la exposición que además contó con la presencia de Diana
Bonifacio, médica veterinaria de la ciudad de Rosario, experta en el tema; y
Silvia Trócoli proteccionista de Santa Fe y funcionaria provincial, quienes
integraron también la mesa.
En primer
lugar, Romero hizo una introducción y se comenzó su relato diciendo que “los
perros no nacen como los hongos después de la lluvia”, sino que lo hacen de una
perra y de un perro y “si estos animales no tuvieron el control reproductivo”
nacen de la irresponsabilidad de algún dueño. “Entonces no hay que dejar pasear
solos a los perros, algo que en el interior de la Argentina es habitual”,
agregó.
Educación
Con ejemplos
claros, el profesional consideró que “la castración masiva, abarcativa tanto
para machos como para hembras, temprana y gratuita, y sostenida en el tiempo” es
la solución”. Esa es la propuesta de este programa nacional “que no involucra
que el veterinario particular no cobre sino que el Estado debe ofrecer la
posibilidad de hacer estas castraciones gratuitas y, además, brindar educación
para la tenencia responsable a través de la información -que es lo que estamos
haciendo en Santa Fe- y conocimientos involucrados en los contenidos mismos de
los ministerios de Educación provinciales a través de una política nacional.
Estos son los dos grandes ejes en los que este programa se mueve descartando de
plano la eutanasia como método de control”, manifestó el Dr.
Romero.
Castración y no
eutanasia
Por otro
lado, al ser consultado por la prensa sobre por qué hay tanta resistencia a
veces a castrar a las mascotas, Romero argumentó. “Los testículos en los hogares
latinoamericanos son joyas familiares, en los perros también. Entonces a partir
de ahí la mayor resistencia a la castración sobre todo del macho está en las
mujeres de la familia y esto lo he vivido en la práctica profesional cotidiana.
Se cree míticamente que la castración engorda tanto en la hembra como en el
macho, que inhibe todo lo que significa la capacidad de guardia del animal o de
relacionarse con el ambiente, lo cual no es cierto y además es una colaboración
inequívoca para el nudo del problema”.
Luego agregó:
“Todos nos rasgamos las vestiduras a la hora de que se involucre la desaparición
de perros de la manera más atroz, pero pocos se involucran a la hora del mal
menor donde la solución es la castración sostenida en el tiempo. No se puede
recurrir para un problema geométrico a una solución aritmética, la muerte es una
solución aritmética, es ineficaz, ineficiente, antiética y sería un mensaje
absurdo para el pueblo argentino que eligió el camino de la vida y no el de la
muerte”.
Diez millones de
perros
En cuanto a
cómo se calcula la población canina, el profesional dijo al respecto: “No hay un
censo nacional realizado. Entonces te encontrás por ejemplo en Bariloche con una
población de un perro por cada siete habitantes, y en otros lugares donde hay un
perro cada dos habitantes. Así, se saca como promedio un perro cada cuatro
personas, y el gato es mucho más incierto porque existen una innumerable
cantidad de gatos que pululan por los barrios transformándose en fauna urbana
sin tenedor y sin la posibilidad de registro. De todas maneras con seguridad en
la Argentina tenemos alrededor de diez millones de perros, de los cuales tan
solo dos millones serían adecuadamente atendidos”.
En cuanto a
quién debería hacerse cargo de las castraciones, Romero remarcó que “en
principio cada dueño en forma individual si avanzamos en el concepto de tutoría
de tenencia responsable. Y en aquellos animales donde el dueño se haya diluido
en la noche de los tiempos, lamentablemente una vez más deberá ser el Estado el
que tenga que hacerlo a los efectos de lograr la solución de este crecimiento
desmedido de la población canina y evitar que algún trasnochado aplique métodos
eutanásicos que no coinciden con ninguna de las políticas de Estado que este
programa pretenden implantar”.
El trabajo en Santa
Fe
Por su parte,
el subsecretario de Ambiente del Gobierno de la Ciudad, Roberto Celano comentó
que desde enero de 2009, el Municipio se encuentra implementando, en puestos
itinerantes y a través de la Unidad Veterinaria Móvil (UVM), acciones tendientes
a garantizar una mejor calidad de vida a los animales y la comunidad de Santa
Fe. Así, en el marco del programa Anillo Sanitario se trazó una ruta desde el
barrio Varadero Sarsotti, avanzando hacia el Norte por el denominado Cordón
Oeste de la ciudad.
Previamente a
la instauración del “Anillo Sanitario” en la ciudad, la Dirección de Zoonosis
llevó a cabo el programa de castraciones caninas y felinas, instalándose
aproximadamente 14 días en cada una de las vecinales que solicitaban ese
servicio. Pero a través del “Anillo Sanitario” se propuso en cambio una
estrategia integral y con un trazado de lugares y tiempos, para realizar un
“barrido” por todo el mapa oeste y norte de Santa Fe.
Durante el
recorrido, la Unidad Veterinaria Móvil, equipada con quirófano, realiza
diferentes tareas en forma totalmente gratuita. Algunas de ellas son:
esterilizaciones y/o castraciones en animales de compañía, perros y perras,
gatas y gatos (machos y hembras) a partir de los seis meses de edad; tratamiento
para animales con sarna; desparasitación de cachorros y adultos; vacunación
antirrábica y atención primaria del animal que así lo
requiera.
En ese
sentido, el funcionario contó que ya se llevaron a cabo unas 6.600 castraciones
y está previsto durante este año superar las 10 mil. Bajo esa línea, adelantó
que desde febrero se van a instalar cuatro puestos fijos para llevar a cabo
estas tareas: uno en Las Lomas o Villa Hipódromo, otro en la Costa, un tercero
en la estación Mitre y el cuarto en la zona noreste de la ciudad. Además
continuará funcionando la Unidad Veterinaria Móvil (UVM) en los barrios que así
lo requieran.
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