Tras haber sido imputada por la muerte del gobernador, Susana Freydoz vive un calvario y manifestó que quiere suicidarse.
CASA DE LOS SORIA |
Tras el resultado del dermotest, pericia que indicó que su
marido Carlos Soria no tenía rastros de pólvora en las manos, su viuda
está más comprometida en la causa y la Justicia analiza imputarla por
"homicidio doloso", es decir que a la hora de manipular el arma tuvo
intención de matar.
Presa. Desde el trágico instante en que un disparo atravesó el rostro de
su marido, Carlos Soria, y lo mató, Susana Freydoz se recluyó en la
casa de su hermana, Ana María. Vive en la localidad de Allen, a 40
kilómetros de General Roca, ciudad que gobierna su hijo Martín.
La vivienda de la calle San Martín 72 es humilde, y su fachada, con
algunos graffitis, dice poco. Está ubicada en la parte trasera del
registro automotor de la tranquila ciudad. LIBRE llegó ayer hasta allí y
fue testigo del hermetismo que se apoderó de la casa.
A pesar de que para la Justicia no hay peligro de fuga, Freydoz tiene
custodia permanente. Las guardias de efectivos van rotando, y filtran
cada una de las visitas. Cuando alguien va a tocar el timbre le piden
documentación, indagan el motivo de la visita y se encargan de avisar al
interior de la casa, donde descansa la viuda del gobernador –ya ex:
ayer asumió su reemplazo– (ver abajo).
Una oficial de Justicia que fue al lugar a dejar un oficio fue atajada
por los custodios a las 14. Ellos tocaron el portero y de la casa salió
el psiquiatra personal de Freydoz, Luis Di Giacomo, amigo del matrimonio
Soria.
Psiquiatra. Él médico, que es además concejal local, estuvo casi todo el
día al lado de la imputada y hasta reveló que "Susana es consciente de
todo lo que pasó”. En ese sentido, el psiquiatra chocó con el abogado de
Freydoz, Alberto Ricchieri, que luego de reunirse con su cliente
sostuvo que la vio destrozada y que era claro que la mujer no sabíaqué
les había pasado a ella y su familia. Otro dato que reveló Di Giacomo
fue que la viuda de Soria le manifestó su intención de suicidarse, al no
poder soportar lo que le ocurría.
Antes de ser imputada por el crimen, Freydoz podía salir de la vivienda
de su hermana, y de hecho lo hizo en alguna oportunidad. Sin embargo,
según confiaron a LIBRE fuentes cercanas a la familia, desde que se la
imputó se le prohibió salir de la casa. Allí permanecerá encerrada hasta
el 16 de enero, cuando –se especula– prestará declaración ante el juez
Emilio Stadler, que retomará la causa en reemplazo del juez subrogante
Juan Pablo Chirinos.
Mentiras. La causa Soria tomó otro cariz luego de que Víctor Sodero
Nievas, titular del Superior Tribunal de Justicia, rompió el silencio y
dijo que era un homicidio. Recibió críticas por su actitud, pero la
máxima autoridad judicial se defendió en diálogo con LIBRE. "Voy a dejar
la vida y todo lo que tenga que dejar en esta causa. A mí no me pueden
engañar, quieren subestimar a la opinión pública, a la comunidad de
Roca, al Poder Judicial y a la Argentina, ya que la Presidenta se
interesó en el caso”, denunció.
"Quisieron engañar diciendo que era un accidente doméstico, pero es un
homicidio, hay que decir la verdad; los que me critican están pensando
en su ombligo de penalistas”. “Cuando se mata a un gobernador, no hay
código procesal que valga; nosotros juramos por un código moral y ético.
Yo actúo con la verdad”, manifestó a Sodero Nievas, indignado. El
asesinato del gobernador empieza a ver la luz. El drama de su viuda,
igual.
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