Ante la división de voluntades en el PJ, el FPCyS intentó que Darío Boscarol presida el cuerpo. En la interna, el rossismo le ganó la pulseada a María Eugenia Bielsa con la ayuda de Maguid y el Cachi.
Luis Daniel Rubeo se convirtió ayer en el nuevo presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe. El dirigente kirchnerista tuvo que votarse a sí mismo para conseguir el lugar que dejará el 11 de diciembre el socialista Eduardo Di Pollina. Apenas 16 voluntades –incluida la propia– acompañaron al hombre fuerte de Agustín Rossi en la Legislatura, contra 15 que concedió el Frente Progresista a Darío Boscarol y 11 que había juntado María Eugenia Bielsa, mientras que el PRO prefirió abstenerse para evitar tomar posición ante el menú de posibilidades.
Para llegar a esa síntesis política tuvieron que transcurrir más de siete horas de intensas conversaciones entre las partes en pugna. Y también, después de definir si podía jurar o no la primera suplente del justicialismo, Adriana Panella, en virtud de la renuncia a la banca que hizo el día anterior Alejandro Fraga, porque prefirió continuar como intendente de Fray Luis Beltrán hasta diciembre de 2013.
Dicho cóctel de objetividades y subjetividades decantó en un verdadero juego de ajedrez por parte de todos los partidos. Es que se sabía que Rubeo y Bielsa habían dividido preferencias en el peronismo, sobre un total de 28 miembros, con lo cual hasta último momento estuvieron buscando la adhesión de las otras fuerzas para imponer a uno de ellos. El dirigente del rossismo corría con ventaja porque había sumado a 15 compañeros de su bancada para tal cometido y la ex vicegobernadora apenas 11.
En tanto, conversaciones previas con el Frente Progresista (15 diputados) y con los dirigentes de Unión PRO Federal (siete diputados) hacían prever que Rubeo sumaría 37 votos, ya que dentro del PJ era el que alineó a más compañeros. Sin embargo, la UCR prefirió que el oficialismo proponga a un candidato a la presidencia del cuerpo con el fundamento de que el peronismo si no logró un consenso interno, menos garantizaría la gobernabilidad.
La decisión no cayó bien en el kirchnerismo ligado a Rossi y desacomodó al PRO, porque confiaban en que el Frente Progresista ayudaría a legitimar a Luis Rubeo en la presidencia. De ese modo, el Frente para la Victoria tuvo que conformarse con contar sólo sus porotos. A su vez, el nuevo titular de la Cámara baja quedó aún más expuesto en la interna del PJ porque tuvo que votarse sí o sí –16 en total– para no perder a manos del expectante oficialismo, que había conseguido 15 sufragios porque Boscarol también se votó.
El paso a paso
Luego de todas las negociaciones que se hicieron, rehicieron y reestructuraron desde las primeras horas del día, recién cerca de las 17 la sesión preparatoria pudo tomar el carril de la normalidad. En esa ocasión, la diputada Silvia De Césaris –del sector de Maguid– propuso a Luis Rubeo como presidente del cuerpo. “Entendemos que es un militante reconocido del peronismo santafesino, que es un compañero que permanentemente defiende las políticas del Gobierno Nacional, que encarnó en su momento el querido presidente Néstor Kirchner y actualmente está en manos de la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, argumentó la legisladora a favor de su colega.
También, rescató que el dirigente del rossismo siempre mostró ser un ferviente defensor del “consenso, proclive a la construcción colectiva y entendiendo que en el justicialismo no hay liderazgos exclusivos ni liderazgos excluyentes”. En ese marco, señaló que con Rubeo en Diputados “se garantiza la transparencia, la equidad y gobernabilidad”.
Por su parte, Roberto Mirabella –delfín legislativo de Omar Perotti– fue el encargado de proponer a María Eugenia Bielsa para la titularidad de la Cámara baja, y para ello fundamentó que la ex vicegobernadora encabezó la lista que ganó ampliamente en las primarias abiertas del PJ y luego las generales. Además, valoró su experiencia como ex vicegobernadora y su compromiso con el Gobierno Nacional, como dos créditos importantes para quedarse con el cargo que estaba en disputa.
Inmediatamente, el socialista Raúl Lamberto tomó la palabra y destacó que la idea original del Frente Progresista era votar al candidato que proponga la lista ganadora: el Frente Santa Fe para Todos (el justicialismo). No obstante, para no terciar entre los dos sectores peronistas en conflicto, se optó nominar al radical Darío Boscarol porque concluyeron que las peleas internas de la oposición complicarán la gobernabilidad del cuerpo y de la gestión provincial.
Del mismo modo actuó Unión PRO Federal. Norberto Nicotra, hombre fuerte de Eduardo Duhalde en Santa Fe y aliado al macrismo, recalcó que la mayoría justicialista “no tuvo la suficiente habilidad para consensuar una postura uniforme” hacia un candidato presidente y por ello se decidieron a abstenerse en la votación y, de esa manera, no ser funcional al kirchnerismo. En todo caso, aclaró, si el PJ hubiera juntado sus 28 miembros detrás de un mismo nombre, su –ahora– partido sí habría acompañado.
En tal contexto, con todas las cartas arriba de la mesa política, que fue el recinto de la Cámara de Diputados, se pasó a la votación. Por orden alfabético, cada legislador electo tuvo que decidir su posición y allí apareció uno de los hechos más significativos. Como marcan los usos y costumbres, Bielsa de abstuvo de votarse, pero Boscarol, que está mucho antes en la lista que Rubeo, se votó a sí mismo y entonces el Frente Progresista estaba claro que iba a conseguir 15 voluntades.
Fue así que Luis Daniel Rubeo quedó obligado a tener que hacer lo mismo para obtener 16 adhesiones, sino, en caso de abstenerse, la que definía el empate era la circunstancial presidenta del cuerpo en la sesión preparatoria, la dirigente radical y próxima a abandonar la vicegobernación, Griselda Tessio. En tanto, María Eugenia Bielsa se quedó con los 11 fieles que la acompañaron hasta último momento.
“Me comprometo no sólo a ser el diputado y el presidente de una facción; voy a ser el diputado y el presidente de toda esta corporación. Y sepan los compañeros que no me votaron y aquellos que decidieron votar a otros espacios políticos que eso no significa nada en mi valoración. Se equivocan los que piensan que vamos a llevar una presidencia exclusivamente para una parcialidad; lo vamos a hacer para el conjunto de los legisladores y para el conjunto de los santafesinos, tratando de lograr los consensos mínimos indispensables”, fueron las primeras palabras de Luis Rubeo, ya como nuevo presidente de la Cámara de Diputados de la provincia.
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