Alternaban en un bar de Arteaga. Aseguraron a la Justicia que lo hacían voluntariamente. Desmintieron así la versión de una compañera que había huido y denunciado esclavitud y maltrato.
Tres de las cinco mujeres que fueron rescatadas de la whiskería El Unicornio en Arteaga luego de que una compañera huyera del lugar para denunciar que eran obligadas a prostituirse, negaron ante la Justicia ser víctimas del presunto delito de trata de personas. Aunque no trascendieron detalles, fuentes inobjetables revelaron a LaCapital que las jóvenes aseguraron que trabajaban allí por "voluntad propia" para tener una fuente de ingreso "como sostén vida", con lo cual desacreditaron la versión de ser sometidas a ejercer la actividad sexual. Incluso, trascendió que denunciaron haber sido maltratadas por la policía cordobesa, que las sacó del local donde alternaban.
Los testimonios fueron acreditados en el Juzgado de Instrucción en lo Penal de Casilda, a cargo de Silvia Nogueras, quien intervino en el tema a partir de que la Jefatura de la Unidad Regional IV de policía del departamento Caseros, con asiento en Casilda, la pusiera en conocimiento de haber recibido un "confuso" informe remitido por la comisaría de Cruz Alta en relación al sonado caso.
Precisamente fue en esa dependencia policial de la provincia de Córdoba donde se iniciaron las actuaciones que derivaron en el allanamiento del consignado local dejando como saldo la "liberación" de cinco mujeres, cuatro de nacionalidad argentina y una centroamericana, así como la detención de tres hombres y el secuestro de varios elementos.
Ello sucedió por orden de la Fiscalía Federal de Bell Ville, a cargo de Juan José Uriarte, luego de que efectivos de la comisaría de Cruz Alta tomaran contacto con una joven de 30 años que se había escapado el sábado pasado del prostíbulo de Arteaga con signos de maltrato físico y psicológico, según la versión oficial que trascendió a la prensa.
Sin embargo y como el supuesto hecho de lesiones contra la denunciante podría haber ocurrido en jurisdicción santafesina del departamento Caseros ahora, independiente de las medidas que disponga la Justicia Federal, se inició una investigación en el Juzgado de Instrucción Penal de Casilda que también comprende a Arteaga dentro de las localidades de su área de cobertura.
Además se dispusieron actuaciones administrativas internas en la comisaría de Arteaga "para deslindar responsabilidades", según indicó una alta fuente policial.
Por voluntad propia. Las tres mujeres santafesinas que ayer prestaron declaración ante la Justicia provincial habrían ratificado lo que manifestaron el día anterior en la sede de la jefatura de la UR-IV, a raíz del ventilado suceso.
Todas habrían coincidido en señalar que no eran obligadas a prostituirse sino que trabajaban por propia voluntad para "ganarse la vida", además de sostener que "vivían allí", y cada 15 días tenían "libertad" para volver a sus casas. Asimismo, habrían afirmado que solían ir al pueblo a "realizar compras", aparentemente en compañía de los encargados del local. Y negaron ser víctimas de engaños y maltratos y mucho menos estar cautivas o en condiciones de semiesclavitud, como se especuló inicialmente.
"Era como una gran familia; cocinábamos, comíamos y salíamos a hacer los mandados", habría dicho una de las tres jóvenes valorando su labor al calificarla como "una fuente de ingreso".
Las mujeres, además, le habrían revelado a la jueza que durante el procedimiento realizado en el prostíbulo fueron maltratadas por la policía cordobesa. Y en ese marco aseguraron que tras el allanamiento fueron llevadas a una dependencia policial de la vecina provincia donde al ser requisadas le "sacaron el dinero" que llevaban consigo. Al parecer lograron retornar a sus hogares luego de que les permitieran comunicarse con familiares "para que las vayan a buscar".
La jueza libró un exhorto para pedir la historia clínica de la denunciante a fin de corroborar las lesiones que habría presentado al ser localizada por la policía cordobesa en Inriville, donde llegó con un remís desde Cruz Alta y fue vista por vecinos que alertaron a comisaría local.
"Rara y sin integración al grupo"
Según trascendió, las mujeres que ayer prestaron declaración ante la Justicia de Casilda habrían afirmado que su compañera de 30 años, que huyó hacia la vecina localidad de Cruz Alta, distante a unos 10 kilómetros de Arteaga, y denunció el hecho que se investiga, tenía “un comportamiento un poco raro”, y que no se integraba al grupo.
Además habrían sostenido no haber visto que haya sido agredida en ningún momento dentro del prostíbulo.
Asimismo, habrían dejado aclarado en la declaración que la muchacha, “se fue el sábado (26 de este mes) por la mañana luego de saludar normalmente y sin ningún signo de violencia”.
Además habrían sostenido no haber visto que haya sido agredida en ningún momento dentro del prostíbulo.
Asimismo, habrían dejado aclarado en la declaración que la muchacha, “se fue el sábado (26 de este mes) por la mañana luego de saludar normalmente y sin ningún signo de violencia”.
Solicitarían un cambio de carátula
La Fiscalía de los tribunales casildenses también está abocada al tema en cuestión y estaría analizando solicitarle a la jueza Nogueras que encuadre el caso dentro de la presunta comisión de los delitos de facilitamiento de prostitución y de violación a ley de profilaxis.
Las alternadoras dijeron contar con libreta sanitaria para desempeñar la actividad y remarcaron que mantenían relaciones sexuales dentro del local “por cuestiones de seguridad”, lo cual prohíbe la ordenanza comunal que permitió la habilitación del lugar bajo la figura de cabaret. Respecto a la modalidad de trabajo, habrían dicho que percibían un porcentaje de los servicios realizados aunque acostumbraban entregar el dinero al encargado, también por seguridad, y cobrar lo “arreglado” al final de cada jornada.
Las alternadoras dijeron contar con libreta sanitaria para desempeñar la actividad y remarcaron que mantenían relaciones sexuales dentro del local “por cuestiones de seguridad”, lo cual prohíbe la ordenanza comunal que permitió la habilitación del lugar bajo la figura de cabaret. Respecto a la modalidad de trabajo, habrían dicho que percibían un porcentaje de los servicios realizados aunque acostumbraban entregar el dinero al encargado, también por seguridad, y cobrar lo “arreglado” al final de cada jornada.
"Factura"
Aunque no fue confirmado, el dueño del cabaret arteaguense estaría detenido en provincia de Córdoba por un delito de robo calificado, lo cual dispara distintos tipos de especulaciones entre las cuales algunas hasta dan crédito a la posibilidad de que “le hayan tendido una cama para pasarle alguna factura”.
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