Diario UNO Santa Fe
La estadía en un hotel suele ser placentera en las vacaciones o por un fin de semana largo y, sobre todo, cuando el mismo se encuentra en un punto geográfico diferente al cual uno habita. Ahora, cuando se trata de un año entero de dormir con almohada ajena, en un espacio en el cual se dificulta invitar a los seres queridos a una reunión hogareña, puede ser un verdadero fastidio.
Esto último es lo que le ocurre a la familia Peralta. En pocos días cumplirán su primer aniversario alojados en un complejo hotelero céntrico, luego de que debieran abandonar su casa y todas sus pertenencias porque parte de la misma se desmoronó junto a una estación elevadora cloacal en el barrio Jardín Mayoraz.
En diálogo con Diario UNO, Ángel Peralta se mostró agradecido por el buen trato del personal del hotel, aunque señaló: “Nos tratan muy bien, pero hace un año que la gente de Assa (Aguas Santafesinas SA) me tienen a las vueltas. Que si alquilo o no, que si compran casa o no, me agarran para la joda. Estuvimos ocho meses en una pieza, ahora en un apart. Por lo menos ahora tenemos cocina y heladera; antes no teníamos nada”.
—¿No hubo ninguna propuesta para mudarse a una vivienda propia?
—Hace un par de semanas nos dijeron que tenían una casa a 20 metros de la avenida Facundo Zuviría. Cuando vimos no era una calle, ni siquiera era un pasaje, era como un camino angosto cortado por un tapial en la esquina y ahí estaba la casa.
—¿Y las comodidades del inmueble eran similares a la que ustedes perdieron?
—No, tampoco. Por eso les dijimos que no. Les dije bien clarito: “Si me van a llamar para eso, ni me llamen”. En un momento nos dijeron que busquemos nosotros. Cuando buscamos, directamente ni contestaron.
—¿Cuál fue la última noticia que tuvieron por parte de la empresa?
—Me dijeron hace un mes que venía un abogado de Rosario a reunirse con nosotros. Todavía lo esperamos.
—¿Tampoco surgió otra alternativa?
—Ellos nos dicen que el hotel es caro, que no les conviene, pero no acercan nada que nos convenga a nosotros. Dos veces nos insistieron con que me busque una casa para alquilar. Yo soy jubilado y hago changas, me toman para la chacota, ¿con qué voy a pagar un alquiler yo? Si además, yo tenía mi casa. También me ofrecieron un subsidio por un año, pero yo no lo quiero. Quiero tener mi casa.
Extrañar lo cotidiano
“Ahora la mayoría de los días cocina mi señora, ya estaba cansado de comida de comedor. Ocho meses pasamos comiendo cosas de hotel. Son muy ricas, pero no es lo mismo”, contó Ángel.
“Ahora la mayoría de los días cocina mi señora, ya estaba cansado de comida de comedor. Ocho meses pasamos comiendo cosas de hotel. Son muy ricas, pero no es lo mismo”, contó Ángel.
—¿Por qué dice que no tienen nada?
—Porque quedó todo allá, en mi casa. No pudimos sacar nada. Por eso quiero tener mi casa. Yo tenía mi casa y no la tengo por ellos. Tengo 67 años, no estoy para esto ya.
“Me dijeron que no me van a pagar resarcimiento, porque me pagaron el hotel todo el año. Me toman el pelo todo el tiempo”, enfatizó Ángel. Luego aseveró que ya recurrió a la Justicia: “Estamos en juicio, pero nos dicen una cosa y otra y no hacen nada. Querían que les firme algo de papeles, pero ni siquiera vino el abogado que dijeron”. Por ahora, continúa su vida de huésped junto a su esposa Lilian y su hijo Gonzalo (26 años).
El año pasado
Esta familia vivía en la misma propiedad desde hace alrededor de 40 años. En la Semana Santa del año pasado, la mitad de su casa se quebró y se hundió entre 10 y 15 centímetros en cuestión de segundos. Lo mismo ocurrió con el suelo (que luego fue rellenado con material especial por el personal de Aguas Santafesinas SA).
Esta familia vivía en la misma propiedad desde hace alrededor de 40 años. En la Semana Santa del año pasado, la mitad de su casa se quebró y se hundió entre 10 y 15 centímetros en cuestión de segundos. Lo mismo ocurrió con el suelo (que luego fue rellenado con material especial por el personal de Aguas Santafesinas SA).
El origen del derrumbe fueron las filtraciones que se produjeron en la cañería de ingreso a la estación elevadora de cloacas, ubicada al este del inmueble mencionado.
—¿Hubo algún hecho que anticipara un posible derrumbe?
—Al costado de la casa estaba la estación de bombeo de líquidos cloacales y olores siempre se sentían, pero no hubo nada fuera de lo habitual; excepto que una semana antes se hizo una rajadura en la pared. Yo llevé un arquitecto, porque estaba por hacer la cochera ese mismo fin de semana. Cuando llega y ve la rajadura, empieza a mirar y me dice: “Mire que está hueco acá”.
“La estación de bombeo de los líquidos cloacales se instaló hace 19 años en ese lugar. Ya se había hundido y caído una vez hace 10 años, porque en el asfalto también había una cámara que se hundió y la sacaron. Ahí también se cayó el tapial y lo levantaron”, explicó Ángel.
La palabra de la empresa
En diálogo con Diario UNO, Germán Nessier, responsable de Relaciones Institucionales de Assa, se refirió a los trabajos a realizar en la zona afectada.
En diálogo con Diario UNO, Germán Nessier, responsable de Relaciones Institucionales de Assa, se refirió a los trabajos a realizar en la zona afectada.
“En el marco de la licitación se adjudicó a la empresa Wilkelman Obras de Ingeniería la obra para restablecer el normal estado operativo de la estación cloacal”, explicó.
Y agregó: “El mayor desafío será la realización de un pilotaje cerrado para no afectar en mayor grado a los linderos. Es una opción más cara pero que permitirá trabajar a la profundidad que necesitamos sin afectar a los demás vecinos ni generar vibraciones”.
—¿Se iniciaron los trabajos?
—Sí, la obra ya está adjudicada e iniciada. Ya tiene que notarse el primer movimiento en la zona. Se encuentra en una primera etapa –el plazo es de cuatro meses– y sabemos que en esta instancia puede generar algunas molestias, pero anticipamos a los vecinos que los trabajos son para solucionar esta situación, que derivará en mejoras para todos.
—¿Qué ocurrirá con los vecinos de las casas linderas?
—Con respecto a la familia que vive en la casa de la esquina (al este de la estación elevadora cloacal), nos reunimos con la vecinal y una vez que se termine con la obra, con la instalación operativa de la estación cloacal, se va a trabajar con todos los vecinos linderos.
Los trabajos proyectados consisten en la ejecución de un “muro” bajo tierra de contención perimetral de 13 metros de largo por cuatro metros de ancho por medio de más de 60 pilotes de hormigón armado entrelazado, para la protección de la posterior zona de trabajo con excavación del sector afectado por el hundimiento.
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