PARANA: Igual que Cenicienta... pero en un carro

Los asiduos de la Costanera paranaense fueron sorprendidos el jueves por la noche por el desfile de una hermosa quinceañera en un carro de cirujeo.

IDEAS. UN FESTEJO DE 15 SINGULAR, Y UN CARRO QUE, POR UN RATO, FUE CARRUAJE.

Que la búsqueda de una idea original devana los sesos no es una novedad. Pasa en la preparación de un cumpleaños infantil, para una boda, al organizar un evento empresarial o el simple hecho de pensar una publicidad.

Ni hablar para los 15, momento en que las jovencitas quieren deslumbrar a compañeros y familiares con una entrada entre fuegos artificiales, un vestido llamativo en color y diseño o con una sorpresa musical para los invitados. Bailes de odaliscas, coreografía con amigas del gimnasio, son algunas de las propuestas que se pueden vivir en cada fiesta.

Sin embargo, hasta ahora nada sorprendió más a los asiduos de la Costanera paranaense que el desfile de una hermosa quinceañera en un carro de cirujeo, el jueves por la noche
Algunos se preguntaron: ¿Será una chica de un barrio humilde? ¿Con sacrificio consiguió un despampanante vestido y salió a mostrarlo junto a sus amigas arriba del carrito de su padre?

No, nada de eso. Se trató de un video de 15 que eligió la zona de los carribares para filmar a la adolescente y sus amigas paseando en un adornado carro tirado por un caballo, que por un momento se sintió importante.

Tal vez un corcel que llevaba a un grupo de jóvenes a un baile en un Palacio. Pero el sueño del caballo y de sus ocupantes se desvaneció rápido cuando el vehículo dobló para ingresar al estacionamiento del predio gastronómico y empezó a dar tumbos. Los gritos de las quinceañeras y las risas se mezclaron con los aplausos y las felicitaciones que llegaban desde los parlantes instalados en los lugares de comida rápida.

Una vez tomadas las fotos de rigor y las imágenes digitales para el video, las jóvenes se bajaron del carro y posaron junto al animal.  Pasaron unos 10 minutos más y el vehículo fue devuelto a su dueño, que trepó raudo y salió por la Costanera a recoger a su familia, que lo esperaba en las barrancas del Parque Urquiza. Con globos en los costados y la alegría de un dinero logrado por alquilar el carro, los ocupantes volvieron al barrio ante la mirada desconcertada de otros cirujas que los cruzaban a su paso.

¿Fue de cuento? ¿Fue la búsqueda de una idea original para filmar un video? Todo puede ser, pero seguramente tiene más que ver con el sueño de un caballo, que se convirtió en pura sangre para llevar a Cenicienta, en carruaje, al baile.

Fuente: Uno Entre Ríos